Estábamos en el avión volando hacia Miami, Gerard me dijo que una prima suya acababa de salir del hospital y que de la nada sólo ya no respondió y dijo que tenía que irse. Gerard se veía muy preocupado, eso me hizo pensar en Lauren, ¿estará bien? Supongo que si, en manos de Dinah ella siempre va a estar bien, ¿no?
- Karla, tengo que enseñarte a mi prima, por si yo no puedo encontrarla, estaría bien que tú me ayudaras a buscarla.
- Claro que sí Gerard.
- Al principio creí que se había enamorado de ti ja, le envié nuestra foto y no contestó.
- ¿De verdad? Enséñamela pues Gerard.- le dije casi quitándole el celular.
Gerard sacó su celular e hizo una sonrisa, parecía que a él de verdad le interesaba como estaba su prima.
- En la foto sale con mi otra prima y con su mamá. Mira.
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Esa era... Lauren. ¿Lauren? ¿Lauren Jauregui era la prima de Gerard? A la mujer que creí que nunca iba a poder superar, era prima del hombre con el que estaba decidida a continuar mi vida sin que mi vida pasada interrumpiera tanto como ha pasado hasta ahora, no había sucedido nada en Londres, hasta la llamada de Dinah, ¿qué iba a pasar cuándo la viéramos? Tenía mis ojos abiertos como platos, intentaba que Gerard no se diera cuenta pero creo que fue fallido.
- ¿esta todo bien Karla?
- Si sólo que...
- Es hermosa, ¿verdad? Tengo años sin verla, pero me preocupé demasiado, estuvo algunos meses en coma, todos pensaban que ya nunca iba a despertar.
- Oh...
- Lo siento, sé que te recuerda a tu historia de amor, mi prima se llama Lauren, nunca supe el nombre de tu pues ya sabes, ¿cómo se llamaba?
- No... no... recuerdo bien... lo siento...
Gerard me tomó de la mano y me hizo una sonrisa como diciendo que lo sentía, él pensó que me había puesto así por haber recordado la historia que yo le había contado, nunca le había dicho el nombre, sólo al inicio pero al parecer no se acordaba, y creo que era mejor que no se acordara del nombre de Lauren porque su prima era la misma mujer a la que habría entregado todo porque ella estuviera bien.
Llegamos a Miamia y vaya, todo seguía igual... pasamos a empresas Jauregui, decidí esperar dentro del carro a Gerard, si ella estaba ahí dentro no iba a ser necesario que yo me bajara a buscarla, sabía que si entraba alguno de los de seguridad me reconocería y me haría una sonrisa de lástima y no quería que Gerard preguntara cosas.
