Cállate, rubia - TodoBaku [Finalizada ✓]

Día 4 de suspensión, parte 3.

Shouto despertó y lo primero que sintió fue todo el peso de su rubia encima.

– Si que pesa ésta princesa – susurró para que el rubio no despertara.

Cómo pudo levantó a su chico con cuidado.

Fue hacia el baño y cuando salió tomó su teléfono comprobando que tenía mensajes de Fuyumi.

Hola hermano, cómo estás?
Fuyumi Todoroki, 17:22

Hola Fuyumi, estoy bien.
Lo siento, estaba haciendo tarea y
no vi tu mensaje, tú estás bien?
Shoto Todoroki, 20:04

Shoto! Si, estoy bien!
Por qué no viniste a casa?
Fuyumi Todoroki, 20:05

Tenía tarea.
El fin de semana que viene si iré.
Shoto Todoroki, 20:05

De acuerdo Shou, te extraño 😔
Fuyumi Todoroki, 20:06

También yo, iré a cenar, adiós.
Shoto Todoroki, 20:06

Está bien, adiós hermanito
Fuyumi Todoroki, 20:06

Shouto guardó su teléfono y bajo a la cocina, tenía pensado hacerle una sorpresa a Katsuki.

Tomó todos los utensilios e ingredientes que necesitaba para hacer el katsudon picante, puso el tutorial paso a paso en su celular y comenzó manos a la obra.

Cuando terminó, adornó una mesa para dos, con un mantel blanco, dos platos, palillos, dos copas y un vino que tomó de su habitación.

Encendió las velas y fue a por su amor.

Entró a la habitación y se encontró con un muy dormido Katsuki.

– Kat, mi amor, despierta – susurró suavemente en su oído moviéndolo un poco con su mano.

– Hm? Que mierda quieres bastardo? Déjame dormir! – Shouto sonrió por la peculiar personalidad de su amado.

– Vamos Kat, tengo una sorpresa para ti amor mío – ante eso, Katsuki abrió los ojos ruborizado hasta el alma.

– Qué es?– preguntó curioso mientras se sentaba en la cama.

– Una sorpresa, ven cielo, vamos abajo – le tendió la mano pero el otro la corrió con un fuerte golpe.

– No puedo ni caminar del dolor imbécil, si quieres que baje, tendrás que cargarme – una gran sonrisa se formó en los labios del bicolor.