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La salida al cine con Daxwell salió mucho más que bien. Vimos una película de acción, pero no porque él no fuera el tipo romance o Drama. Si no más bien porque ambos somos fanáticos del género.
Le siguió una cena en un restaurante lujoso en Marina District que tenía vista al Golden Gate. Y para finalizar, antes de irnos a casa, mientras dábamos un paseo por Ocean Beach, me pidió oficialmente ser su novia. Lo que en realidad ya ni siquiera hacía falta. Con o sin título, era mas que claro que estábamos llevando una relación. Pero la verdad es que supongo que al final no importa mucho.
Aprieto los papeles en mis brazos mientras sigo de cerca a Maneth. Le hecho un rápido vistazo a su atuendo de hoy. Lleva una falta plato color celeste junto con un suéter blanco cruzado y que deja a la vista un sutil escote en V por delante y por detrás. Su cola de caballo rubia se menea al ritmo del energético caminar que lleva esta mañana.
—¿Cuáles son los planes de hoy?
—¿Planes?— ella rodea los ojos y suelta un suspiro como si acabara de darle la desilusión más grande del mundo.
—¡Es viernes por la noches, Athemia! No me digas que estabas planeando quedarte en casa.
Me encojo de hombros. —Eso es lo que haces cuando no tienes planes.
—No— me contradice. —Cuando no tienes planes, los creas.
—¿Ah sí? ¿Y qué planes has creado tu?— alzo una ceja cuestionándola. Ella se para en seco y deja sus brazos en jarras tratando de lucir seria, pero su rostro es demasiado angelical para eso. —Compartir contigo y los chicos, reírnos un rato y quizá quedar ebrios.
—Creo que el quedar ebrios es más que una posibilidad— suelto una sonrisa y vuelvo a caminar, porque vamos tarde. —Y no tenía nada anotado sobre algún plan con ustedes, ¿Lo he olvidado?
—No, tan solo no te había informado de tu participación todavía— alza una sonrisa, y cuando carga esa cara y la actitud tan jovial, es casi imposible resistirse a algo.
—¿Donde será?
—Aún no lo hemos decido— aprieta los labios al mismo tiempo que presiona el botón para llamar el ascensor. —Queríamos ir de nuevo a The sun, pero luego de que a Zero se me ocurriera usar el bar como ring de boxeo, es algo así como que no nos dejaran ingresar.
—¿Peleó? ¿Con quién?
La veo morderse el labio e ingresamos al ascensor luego de que se abren las puertas.
—Con algún otro idiota que se le ocurrió piropear a una de las chicas.
—Pero que caballero.
—Y que gran idiota también— no puedo evitar reírme, porque me encanta la manera en la que Maneth ha comenzado a ser más abierta y menos tímida conmigo. Como simplemente dice lo que piensa, y ha dejado de tratarme como si estuviera hablando con el mismo Dios del universo. —Éramos casi de la casa en aquel lugar, y ahora no podremos ni siquiera entrar.
—¿Qué hay de Top Hill?
—Probablemente nos despedirían si montáramos una de nuestras fiestas allí. No te has quedado hasta el final, Athemia. Siempre hay alguien que termina vomitando, otro discutiendo y otro quitándose la ropa— vuelvo a reír. La verdad es que suelo irme antes de que comience el desmadre, porque tengo que volver en auto y no puedo beber lo suficiente o quedarme hasta desmayarme del sueño, porque sería irresponsable de mi parte. —Así que, como castigo, será Zero quien tendrá que encargarse de buscar algún otro bar a la redonda que nos permita cargar con el borracho de turno hasta su habitación.
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La velocidad del vacío
RomanceAthemia Cashworth está a medias. Su vida se divide en dos, y justo en el centro se encuentra aquel accidente que destruyó todo lo que tenía; su carrera, sus amigos, incluso sus recuerdos. Luego todo inició de cero, o simplemente inició. Acarreando c...