Maquillaje

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«Hexside está siendo investigado por permitir a una criminal en sus instalaciones, las clases serán canceladas hasta que se aclaren las dudas y un nuevo director sea asignado.»

Era el señor Porter en el oráculo. La noticia resonaba en la casa de los Blight, pero no por Amity.

—¡Oye, Mittens! ¿Puedes agradecerle a Luz cuando la veas? —era la voz de Edric acercándose cada vez más hacia su puerta el cerrojo se abrió y él entró— Hoy teníamos un examen de historia y…

La chica estaba dándole la espalda.

—Solo vete —respondió Amity con la voz más firme que pudo, pero aún así salió un chillido y un tono roto acompañándola.

—Wow, despertaste con el pie izquierdo, ¿no? —se rio, señalando su yeso— Ven, Manoplas… mamá te llama para desayunar —habló algo molesto porque su hermana no le prestaba atención.

Se le ocurrió una idea para molestarla. "Mamá hace esto todo el tiempo…"

Hizo un círculo con su dedo, y activó el oráculo que llevaba en su otra mano. La esfera de cristal le mostró el rostro de Amity.

Ojos llorosos e hinchados, con bolsas negras debajo, débilmente cerrados. Su cara estaba pálida, a excepción de su nariz que brillaba en un tono rosado. Sus ojos se abrieron, enrojecidos, con cansadas y diminutas pupilas de color dorado. Su labio se encorvó un poco y Edric pudo ver como se esforzó al máximo en contener un suspiro.

—Está bien —escuchó y vio cómo aquella se encogía un poco más—, bajaré en un momento… —le dijo con el tono de voz un poco más claro, mientras apretaba los párpados de nuevo.

—¿Estás bien? —tragó con dificultad, apagando la visión del oráculo— ¿No ocupas ayuda?

Amity duró varios segundos en silencio —Estoy bien… Ya voy, ve adelantándote —le respondió a fin— Abominación, cierra la puerta.

Entonces, una pequeña marioneta de materia salió de entre uno de los jarrones que estaban en el cuarto, tomó el tobillo de Edric y lo arrastró hacia afuera.

—Oye, si no te sientes bien pue-

Pum. Afuera, como un perro.

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Ahora estaban todos en la mesa. Odalia, Alador, Amity, Edric y Emira. Estos últimos dos estaban algo comunicativos.

Mientras comían en silencio, sus señas no paraban. Como cada comida aburrida reunión familiar siempre tenían cosas más importantes que decirse.

"¿No ves?"

"¿Qué no veo?"

"Hechizo de belleza, Em."

Emira primero miró a su madre, con algo de confusión. No llevaba nada. Volvió a mirar a su hermano de nuevo.

"Mittens."

Señaló a Amity con su mirada. Sí había algo raro.

"¿Eso es lo que te da miedo? ¿Que use maquillaje?"

"Estaba llorando anoche, por eso lo usa."

—Chicos —habló Alador, su padre—, hemos contactado con algunos nuevos maestros. Sé que lo de Lilith puede ser… —miró a su esposa un momento.

Los restos del GromDonde viven las historias. Descúbrelo ahora