Los restos del Grom

Familia

Luz estaba sonriendo otra vez. King abrazándola, y a su vez aceptando los cariñitos de la humana.

Mientras veía al extraño dúo que eran el demonio y la humana, sintió que no calzaba ahí. A pesar de estar con ellos, se sintió algo solitaria. Pero no era hora de lamentos, tenía algo que hacer.

—¿Entonces ya estás bien? —dijo Lilith, interrumpiendo los abracitos y cariños de King hacia Luz, solo para asegurarse.

La humana la miró —Sí… No sé qué pasó antes, pero ya estoy bien.

—Conmigo cuidando, nada malo pasará —aclaró King con su vocecilla mandona y segura.

—Te dormiste diez minutos después de que Luz se desmayara —dijo Lilith, quejándose—. De todas maneras, debo irme…

La mayor silbó suavemente, llamando a su palisman.

—¿A dónde vas? —preguntó Luz, levantándose casi por reflejo.

—Iré a buscar a Edalyn… ya pasó más tiempo del que debería y no ha regresado.

—¡Te acompañaré! —le respondió Luz, mientras se ponía su camiseta morada con blanco, para luego empezar a caminar al perchero donde tenía su capa mágica.

Pero Raven apareció en medio de Luz y el perchero, impidiéndole pasar. El palisman llevaba un viejo y gastado bolso.

—No irás —dijo Lilith—. Es muy peligroso, literalmente acabas de levantarte de un desmayo.

—¡Pero Eda-!

—Te recomiendo quedarte aquí a descansar —dijo Lilith y su palisman terminó de llegar a su mano—. Volveré pronto.

Se colgó el bolso en su hombro y estiró los brazos. Hacía mucho tiempo que no utilizaba pociones, pero ahora era lo único que podía hacer.

—Si vienes conmigo solo me entorpecerás. —Lilith sacó algo de su bolso; un frasco con un líquido verde—. No estoy segura que tu cuerpo humano pueda resistir la magia.

—Una bomba de humo, eso es lo opuesto a peligro —respondió al ver el frasco… era una de las pociones más básicas.

—Correcto y-

Lilith se dio cuenta.

—¿Cómo lo sabes? —preguntó con algo de molestia.

—Voy a Hexside, ¿recuerdas? También, en mi primer día, pasé todas mis clases preparando una de esas… no me mató, no creo que lo haga ahora.

—Pero, ¿qué tal esto? —sacó otros dos frascos más brillantes, intentando probar su punto de que era peligroso—Podrían matarte de una sola gota.

Ahora estaba algo efusiva, no de mala manera, sino como, sorprendida. Salió a relucir su faceta infantil, al ponerse a pelear con Luz.

—Una columna de fuego, algo peligroso, pero no es nada contra mi capa —dijo, señalando la poción roja brillante—. Y un paralizador… —dijo señalando la otra, de color amarillo eléctrico— lo descubrí de mala manera al tocar esa seta de pantano —dijo Luz, riendo un poco al recordar aquel evento, pero aún así llevaba una sonrisa triunfal y orgullosa de sí misma por conocer tanto sobre aquellas pociones.

—Pero estas en primer año, ¡esta es una poción avanzada!

—Aprendí de la mejor, además, necesitarás algo de luz para ver en la noche… Y yo sé cómo hacerla.

Lilith estaba algo avergonzada como para poner otro pero, la humana simplemente tenía razón.

—Está bien, pero si te pasa algo no será mi culpa… Y tampoco voy a esperarte —sentenció, dando un pequeño golpe al suelo con su bastón y subiéndose en él. No miró más a la humana.