Los restos del Grom

Willow

Luego de descongelar al pequeño demonio y de tranquilizarlo —estaba molesto, muy molesto y asustado—, los chicos subieron a la habitación de Luz para terminar su pequeña… conversación.

Se sentaron en círculo en el suelo y se miraron entre sí. Quizá seguían algo paranoicos, pero al menos parecían más relajados. Luz fue la primera en hablar.

—Hooty… él no ha visto a nadie. ¿Estás seguro de eso? —susurró, sintiéndose algo asfixiada por el ambiente.

—Como dije… solo leí algo y conecté unos puntos… —susurró— Mi papá es el que tiene toda la información.

—¿No sabes por qué? ¿Qué quieren de Eda?

—¡Acabo de decir que son solo suposiciones! —gritó susurrando, si se le puede decir así— Ni siquiera yo debería estar enterado de esto… Pero no creo que sea Eda. Al parecer no había investigación real sobre ella hasta hace algunas semanas…

—¿Y si lo que busca es algo sobre Luz? —dijo Willow— Puedes hacer magia de manera diferente, quizá él quiere-

—La llave… —Luz cortó a Willow, apretándose el pecho con la mano.

Claro. Tomó aire profundamente, sintiendo un vacío terrible en el pecho. Belos no tenía el portal —o eso pensaba—, pero ya se había dado cuenta que seguía existiendo la llave y que esa podía ser la manera de seguir sus planes…

—¿Llave? —cuestionó Willow, intentando sacar a Luz de sus pensamientos.

—Para ir al mundo humano. —Ahora Luz estaba murmurando por lo bajo. Era una posibilidad, sino que la única razón por la que aquel siguiera teniendo interés en ella—. Augh, yo destruí el portal, todo debería estar bien pero… —llevó sus manos a su cabeza y se dio algunos suaves golpecitos con el dedo. Estaba divagando— Él… no tiene el portal, ¿verdad? Quizá… ¿solo se necesita la llave?

Eso último salió como un rayo de esperanza. Antes, no se había ido porque Eda la necesitaba, pero ahora… ¿tal vez era su señal para volver a casa?

—¿Luz? —Gus la miró de frente, con preocupación.

La humana suspiró, volviendo en sí. Regresar a casa seguía siendo una fantasía, pero tenía a personas con ella justo ahora que eran su actual realidad, y ella la defendería.

—Lo siento, me perdí un poco… es solo que todo esto es delicado.

—¿No quieres ir a dar una vuelta? Quizá te ayude depejarte un poco.

Luz suspiró —Ya estoy mejor, Willow —miró a la Park, dándole una sonrisa, luego a Gus—. Y, no puedo, debo cuidar la casa mientras Eda y Lilith no están.

—Cierto… ahora tienes a la líder del Aquelarre de Emperador viviendo aquí… bueno, ex-líder —mencionó el chico—. ¿No ha pasado nada malo entre ustedes? Ella intentó… ya sabes qué… —se rascó la cabeza y miró a Willow con una sonrisa fruncida. Incómodo.

—No, es bastante agradable una vez llegas a conocerla… —Luz respondió, mirando a sus amigos— La mayoría de cosas que hizo… la entiendo, no somos tan diferentes.

Lilith Clawthorne, la hermana mayor de su mentora. Quizá no había tomado las decisiones más brillantes, pero siempre intentaba arreglarlas. En el fondo, aún era una niña, y hacía a Eda comportarse como una también.

Lilith ya era un miembro de la familia ahora y Luz no podría aceptarlo más, pues la peliazul ya se había hecho un espacio en su corazón.

—¿Y cómo está Eda? Lo que pasó debió ser difícil…