Aunque estaba emocionada por haber ayudado a Viney, rápidamente, mientras más lo pensaba, se estaba volviendo a sentir miserable.
Surcando los cielos, miraba más allá del bosque. La casa búho. Luz…
Puddles empezó a ponerse nerviosa y a chillar. Esto alertó a Viney y a Amity quienes se asustaron un poco, especialmente cuando sintió que estaba perdiendo un poco el control.
—Tranquila, tranquila —le dijo Viney a su grifo, mientras le daba unas cuantas palmaditas y caricias. Reía algo nerviosa, intentando calmar a su grifo.
Puddles se sacudió en el aire y Amity se safó de Viney. Si no hubiese sido porque esta la agarró de la manga de la camisa, pudo haberse caído en picada.
—Amity, ¡por el Titán! —Viney gritó, quizá demasiado fuerte—. Te… tendremos un pequeño descanso.
Aterrizaron en medio del bosque. Por suerte, Puddles logró calmarse y seguir con el vuelo un rato después.
Amity se sintió algo mal por aquello, pero el susto le quitó la tristeza, al menos por el resto del viaje. Pensó que había sido ella la que había desestabilizado a Puddles, pero eso no era del todo cierto.
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Emira y Edric estaban esperando en la entrada de la mansión Blight. Ambos se aliviaron al ver que aquellas ya habían llegado y Edric alzó sus brazos saludando.
Viney se enderezó —Prepárate para aterrizar —le dijo y Amity asintió levemente.
El grifo descendió lentamente al suelo, una pata a la vez, se plantó finalmente en la calle y retrajo sus alas. Los hermanos Blight fueron de inmediato.
Emira se quedó algo atrás, solo esperando que su hermana se bajara para volver a entrar a la casa.
—¡Amity! —dijo Eric con una gran sonrisa— Casi me da un infarto, ¿qué pasa si papá llegaba y notaba que no estabas con nosotros?
Amity sacó su cabeza un poco para ver a su hermano —Perdón —le dijo con voz suave—. No volverá a pasar…
—Oh, claro que no, no en esta vida —dijo Emira. Ella sí estaba molesta—. No volveré a prometerle a papá cuidarte… nunca más.
Emira hizo un círculo con su dedo y levantó a Amity del lomo del grifo, para bajarla de él y llevársela a dentro.
Pero algo pasó. Mientras Emira caminaba con Amity flotando a su lado. Puddles chilló y, con su pico, atrapó a Emira por la ropa.
—Vine, ¿podrías decirle a tu bestia que me suelte? —le dijo en el tono de voz más frívolo que tenía, sin voltear, ni moverse un centímetro.
Viney apretó la quijada molesta, mientras Amity se preparaba para lo que venía.
—¿Mi bestia…? Puddles tiene nombre.
—Edric sácame de aquí —susurró Amity con algo de miedo, al igual que su hermano.
Edric hizo un círculo con su dedo también y tomó a Amity con su magia. Ambos sabían que Emira y Viney tenían esa aura extraña cada vez que interactuaban y no querían estar ahí para presenciarlo.
—Bueno, muchas gracias Viney —dijo Edric, mientras empezaba a caminar a la casa—. Parece que tienen cosas que hablar, ¿no es así, Amity? —dijo, mirando a su hermana menor.
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Los restos del Grom
FanfictionLa noche de Grometheus dejó mucho que desear, Luz ha superado como ha podido el miedo, así que ahora es turno de Amity de enfrentarse a él; quitarse las espinas que solo han ido creciendo a su alrededor desde aquella noche y librarse de su Grom. Lu...