Capítulo 16. Quiero olvidarte

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—¡Hiro!

Contando con los increíbles reflejos propios de su raza, Claude se apresuró a tomar a Hiroshi antes de que su cuerpo golpeara el suelo. Shuichi se apresuró a llegar a su lado también.

—¡Hiro! ¡Hiro! ¿Qué te pasa? ¡Despierta! —chilló Shuichi.

—¡Shuichi! —clamó Eiri, llamando la atención de esclavo y silenciando sus chillidos—. Deja de hacer escándalo.

Eiri se había puesto de pie, tenso. Ver a Shuichi correr tras su mayordomo le causó una incomodidad de la cual su causa no pudo identificar. Su esclavo bajó la mirada, sin quitar su ceño de preocupación.

—Pero Hiro... —susurró Shuichi, volteando a ver a su mejor amigo.

—Eiri —musitó Claude llamando la atención de ambos—. ¿Dónde puedo recostarlo? —preguntó con Hiroshi en sus brazos. Pesaba menos que la última vez que lo había sostenido.

—Sígueme, te llevaré a su habitación.

Claude se incorporó, acomodando a Hiro contra su pecho y empezó a caminar siguiendo a su anfitrión que ya estaba abriendo la puerta del salón para salir. Shuichi se quedó en su lugar, en el piso, sin atreverse a moverse por miedo a que su amo lo castigara por su comportamiento.

—¡Shuichi!

Una voz lo llamó y volteó hacia donde estaba su amo aún sosteniendo la puerta, evitando que se cerrara.

—¿Qué esperas?

Shuichi se levantó y corrió hacia la entrada. El esclavo de Claude los siguió de cerca.

***

—Esta es su habitación.

Habían llegado hasta el cuarto de Hiroshi y Eiri había abierto la puerta, dejando pasar a su invitado. Antes de entrar, Claude volteó a ver a su propio esclavo y le dirigió una mirada seria.

—Espérame afuera.

El esclavo asintió y se recostó sobre la pared a un lado de la puerta. Claude entró con su preciada carga entre sus brazos.

—Espera aquí Shuichi —indicó Eiri.

Shuichi bajó la mirada mientras veía como su amo entraba a la habitación y la puerta se cerraba tras de él.

***

—Noriko —llamó Tatsuha mientras se veía en el espejo y se arreglaba su traje. Perfecto. Simplemente perfecto, como todo en su persona.

—¿Sí, amo? —Noriko estaba en la puerta, esperando indicaciones.

—Voy a salir esta noche. Regresaré al amanecer —dijo Tatsuha, cerrando el saco de su traje y volteando a verla.

—Sí, amo.

—Mañana temprano quiero a Ryuichi en mi habitación.

—Sí, amo.

***

Claude caminó hasta la cama y con extrema delicadeza colocó el cuerpo de Hiroshi sobre las mantas.

—Eiri... voy a quedarme esta noche con él —dijo volteando a ver al kaizoku.

—No entiendo tu proceder. ¿Qué tiene Hiro de especial? —acotó Eiri, cruzando sus brazos y viendo a su mayordomo durmiente—. Ya ni siquiera es tu esclavo y no comparte ningún lazo contigo.

—Es sencillo Eiri —respondió Claude, regresando su vista hacia Hiroshi—, lo amo.

—¿Amor?

Siglo XXX (Gravitation)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora