(+18) Sin filtros 2/2

6K 315 28
                                    

OJO: el contenido incluirá escenas de sexo, palabras fuertes y narraciones explícitas, sino eres partidario de este tipo de contenido entonces sáltate este capítulo. Ahora bien te mando besos y abrazos y espero que estes bien.


El cosquilleo en mi estomago no se hizo esperar cuando las yemas de sus dedos se dieron por exploradores de mi piel, sus labios besaban cada parte de la misma y su mirada no me dejo en ningún momento.

-¿recuerdas lo que te dije la primera vez que entre a tu habitación?-detiene su toque para esperar mi respuesta.

-Dijiste muchas cosas esa vez-no quiero dejar de sentirlo por lo que tomó el control y me siento a horcajada encima suyo, inhalo su olor y sensaciones agradables me envuelven a causa del mismo.

-Cierto, pero me refiero a que te dije que no seria un caballero y que te haría venir una y otra vez-muerdo el lóbulo de su oreja y el lleva sus manos a mis glúteos los cuales aprieta sin delicadeza.

-Lo recuerdo-le hago saber, siento que la ropa estorba quiero que ya nada se interponga en nosotros, pero Gabriel piensa distinto y va más despacio.

-He cambiado de opinión acerca de eso, angelito-besa mi barbilla y me obliga a detener mis besos y a centrarme en sus ojos, siento como si con tan solo una mirada me desnudara hasta el alma-contigo quiero ser un caballero-acaricia mi mejilla con su pulgar-y quiero tratarte como a una reina, como la puta reina que eres angelito-mis latidos se aceleran y no puedo culparlos, me enaltezco y una corriente de electricidad me atraviesa.

-Te quiero idiota-esa sonrisa que me vuelve loca se hace visible y ese beso que me da me confirma lo que ya se, estoy hasta las trancas.

La temperatura aumenta, los besos incrementan su intensidad, los toques se vuelven mutuos y nuestra respiración se acelera. Me quita la blusa y deseo que me quite todo de una vez, incluidas las ganas que tengo de estar con el.

Me muerde el labio inferior, me besa el cuello y me agarra el cul*o, suelto un gemido hambriento y le quitó la sudadera, sentir su pecho desnudo se siente caliente y leves calambres empiezan a surgir en mi zona intima, busca el modo de hacerme caer de espalda a la cama y a su vez se coloca encima mío sin dejar de besarme, baja mi short y mis bragas se van junto a los mismo, no me siento nerviosa ni tampoco siento vergüenza, me ha visto antes y se cuanto le gusto, realiza un camino de besos hasta detenerse justo en el centro de mi sexo húmedo que palpita por el.

Gabriel me pasa la lengua en esa zona y el hecho de que lo haga lenta y seductoramente me calienta mas que el sol del mediodía, escuchó una risita traviesa cuando siente como arqueo mi espalda en busca de más placer, quiero más, quiero sentirlo dentro, quiero que mordisquee mi piel y bese cada centímetro de ella con vehemencia, con ganas, con ímpetu y desesperación, quiero que me folle y me haga gritar su nombre entre gemidos que evidencien lo mucho que me gusta su presencia, su tacto, su compañía y el en todo sentido.

gimo más fuerte cuando introduce un dedo en mi zona y empieza a moverlo con gentileza, me hace gritar pero no como quiero que lo haga, saca el dedo y me lo muestra, esta bañado de mis jugos, se lo lleva a la boca como si fuera la fruta más exquisita sobre el planeta. No le doy tiempo a que vuelva a centrarse en mi sexo, me levanto y dirijo mis manos a su cremallera, estoy ansiosa y el disfruta de torturarme. Me deja ser y hacer con su ropa lo mismo que el hizo con la mía, cuando el jean cae al piso me deleito de ver lo que se marca a través del boxer negro pero no quiero deleitarme solo mirando así que lo bajo y su polla dura y erecta queda frente a mi.

-Hazlo-suena más como una orden que un pedido y saben que eso de que me mande me prende.

Doy un lenguetazo a la punta como él lo hizo conmigo, pero yo no me detengo a jugar sino que la voy introduciendo de a poco en mi boca, posteriormente empiezo un mete y saca de su pene en mi boca y lo siento tensarse y lo escucho gemir. Aumentó la intensidad de la felación y debido al placer proporcionado D'Angelo me sostiene del pelo y emplea su fuerza en hacerme llegar más profundo, algo parecido a un gruñido sale de su garganta y siento que se endurece más, es allí cuando me detengo y me ve como si acabara de cometer asesinato.

-No quiero que te vengas ante que yo-le aclaró sonriente.

-Eso es jugar sucio-me asedia como un cazador a su presa.

-En el sexo y en la guerra se vale todo-me hala hacia él y cuando estoy lo suficientemente cerca me quita el sostén con una habilidad impresionante, quedó totalmente expuesta y me encanta.

Me empuja a la cama y se sube encima, debora mis senos con vehemencia, lleva una mano a mi entrepierna y trato de cerrarla pero me obliga a abrirla, empieza a jugar con mi clitori y la sensacion de gozo me invade por completo. Vuelve al principio y se come mi zona hasta hacerme llegar al clima.

Me siento débil y temblorosa, pero no me da tiempo a descansar.

-Me toca, angelito-su voz se encuentra ensombrecida por la lujuria y el placer del momento y el acto.

Me lleva al borde de la cama y coloca mis piernas por encima de sus hombros, siento como va aproximando su miembro a mi entrada, su mirada busca la mía y al encontrarla entiendo que quiere mi aprobación, asiento y se acerca hasta estar casi dentro. Besa mi pantorrillas y luego se introduce lentamente en mi. Arde y duele porque solo lo he hecho una vez, al principio no se siente ni bien ni placentero.

Unos minutos transcurren en los cuales apenas se mueve.

-Deja ir la tensión para que disminuya el dolor, relájate- trato de hacerle caso y empiezo a respirar de manera profunda, cada respiración es una oportunidad que él aprovecha para moverse y así de a poco y con cuidado, el dolor y la mala sensación se hacen amenos hasta el punto en que empieza a moverse con más rapidez y yo por mi parte empiezo a disfrutarlo como es debido.

Entre embestidas, sudor, deseo, gemidos, caricias, corridas y miradas culmina el acto. No hubo necesidad de palabras tan solo bastaron abrazos para comprender qué tan significativo había sido para ambos.

En mi primera vez con Carl no niego llegue a sentir placer y ganas pero al final me sentí como la persona mas desdichada del mundo y el sentimiento de arrepentimiento me invadió por completo, sin embargo en esta ocasión con Gabriel sucedió todo lo opuesto y eso es porque el sexo siempre generará emociones lo realmente impactante e importante es lo que sientes luego de que el sexo acabe, es esa la sensación que te dirá el tipo de afecto y relación que tienes con esa persona.

Con Carl se sintió erróneo, con Gabriel sentí que tuve el mundo en mis manos y este me hizo dueña de todo lo bueno que había en el.

Fue alborozo, magnífico, algo de otro mundo, esplendoroso y sublime, e irreal y verídico, fue todo en un momento. Fue mi verdadera primera vez.

Fue Sin filtros en el alma y sin filtros en la piel.

Al desnudo.




Cuarentena De Perversión ||COMPLETA||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora