Capítulo 6

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—Quil, tranquilo. —Digo soltando la mano de Seth de un tirón y me levanto para acercarme a Quil, pero él solo mira mal a Seth y antes de irse me dirige una mirada triste y dolida.

—Lexa, lo lamento. —Dice Seth detrás de mí, pero niego con la cabeza y me encojo de hombros.

—No has hecho nada, Seth. —Contesto sentándome en la cama con los hombros hundidos. —Ha sido Quil, que ha malentendido todo y no ha sido capaz de dejarme decir nada, esa es la confianza que tiene en mí.

Seth no dice nada, solo se queda de pie en mitad del cuarto y mete sus manos dentro de los bolsillos.

—Además, no somos nada, ¿por qué se pone así? —Sigo hablando en voz alta, porque me parece increíble cómo se ha comportado Quil, por mí, puede irse a donde quiera.

—No te enfades, si hablas con él... —Dice Seth con una pequeña sonrisa.

—Seth, Quil no me dejado hablar con él, y se ha ido enfadado sin más. —Dice con el ceño fruncido, Quil acababa de enfadarme, así que decido que, a partir de ahora, nada de relaciones amorosas, aunque me encante sentir los brazos de Quil abrazándome, o preguntándome cosas estúpidas sobre mí, o... ¡No! Él no ha confiado en mí, así que paso.

—Me voy ya, buenas noches. —Se despide Seth con una sonrisa y sale del cuarto. Me quedo sola pensando en que no puedo ser amiga de Quil y Seth al mismo tiempo, si decido alejarme de Seth, Quil se vuelve super dulce y lindo, pero si decido ser amiga de Seth, Quil se vuelve loco y no me deja decir ni una palabra... ¡Hombres!

Tumbada en la cama, puedo escuchar a Sam y Emily desde su cuarto diciéndose palabras bonitas y llenas de amor, y no puedo evitar sentir cierta envidia, nunca me había pasado esto, nunca había estado interesada en algún chico, pero ahora aparecía Quil y volvía loca mi cabeza. Me quedo dormida imaginando que Quil volvía y me pedía perdón, se supone que la imprimación funcionaba así, Quil debía ver mi felicidad y protección, y estoy triste. Me despierto con un bulto a mi lado, por un momento pienso que es Quil, que ha venido a pedirme perdón, pero al girarme veo a Paul.

—Paul, ¿qué haces aquí? —Pregunto zarandeándolo para que despierte, gruñe un poco y me abraza con un brazo.

—Lexa, cállate, ayer había una fiesta, bebí, no me acordaba donde estaba mi casa, así que vine a casa de Sam, y esta cama siempre está libre, pero ahora estás tú, pero tenía sueño. —Explica con la voz de dormido y me abraza un poco más, y compruebo sus palabras al oler alcohol en su aliento.

Sam abre la puerta dispuesto a despertarme, pero me ve atrapada bajo el peso de Paul durmiendo la mona y se echa a reír.

—¿Me ayudas? —Pregunto con un puchero, estiro el brazo y Sam me saca de la cama sin que Paul se entere de nada. —Gracias.

—Debí avisarte, cuando Paul bebe, se queda a dormir aquí. —Dice Sam con una sonrisa, me encojo de hombros y cojo mis cosas para ducharme. Después de ducharme, bajo a desayunar y veo que solo están Sam y Emily, pero es habitual, los fines de semana, los únicos lobos que desayunan pronto son los que hacen las guardias.

Desayunamos y vamos al bosque para hacer la guardia más aburrida de la historia, solo paseamos intentando encontrar algún rastro, pero el único olor a chupasangre llega desde el territorio Cullen. Cuando llegamos a casa de Sam a las tres, hay mucha más gente en el comedor, incluido Quil, el maldito y lindo Quil, al que ignoro como si no estuviese ahí y me siento orgullosa.

—¿Qué tal la guardia? —Pregunta Jared tras haberse comido un trozo de lasaña.

—Aburrida. —Contesto sentándome en el sitio de Paul, bien lejos de cierto lobo que quiero ignorar.

—Paul se va a enfadar si te ve en su sitio. —Susurra Jared con una sonrisa, pero sé que no lo dice en serio, además, Paul está en el séptimo sueño.

—Paul está de resaca en mi cama. —Digo con una sonrisa, les cuento como me he despertado y todos se empiezan a reír, todos, menos Quil, aunque ni le presto atención.

—¿Estás preparada para el salto de acantilado? —Pregunta Seth con una sonrisa amable, pero se escucha un gruñido proveniente del pecho de Quil, aunque como ya he dicho, ni siquiera me interesa que hace.

—Por supuesto, estoy muy emocionada, y espero que sea tan divertido como parece. —Contesto con una gran sonrisa que pego a todos, haciendo que haya un buen ambiente. Pero Jacob aparece un poco triste y va directo al teléfono fijo de Emily, llama a alguien, pero no contesta nadie.

—¿A quién llamas? —Pregunta Embry por todos.

—A Bella, se ha ido este fin de semana a "ver a su madre". —Dice haciendo comillas con los dedos, y se sienta en el que era mi sitio al lado de cierta persona.

—¿" Ver a su madre"? —Pregunta Jared con una ceja enarcada.

—Creo que la van a transformar en sanguijuela, y estoy intentando contactar con ella. —Dice con una cara de cachorrito abandonado que me rompe el corazón.

—No te preocupes, Jacob. —Dice Sam con su tono de alfa. —Si rompen el tratado...

El buen ambiente se ha evaporado, y todos comemos en silencio hasta que oímos un golpe en el suelo, nos asustamos en un principio, pero tras escuchar como maldice Paul, sabemos que se ha caído de la cama y ya está despierto, aunque no está de buen humor.

—Buenas tardes. —Saluda Emily a Paul al verlo bajar las escaleras, Paul asiente y se dirige a su sitio, donde estoy sentada, frena en seco y se queda mirándome.

—Tú me quitas la cama, yo te quito la silla. —Digo una sonrisa, pienso que Paul me va a tirar por la ventana, pero solo sonríe levemente, me levanta y hace que me sienta en su regazo.

¿Estoy incómoda? Si.

¿Me voy a levantar? No.

¿Hago esto por la cara que ha puesto Quil? Absolutamente.

Después de comer, todos vamos corriendo hacia el acantilado, y cuando llegamos, miro hacia abajo, es muchísima altura, y da miedo, mucho miedo, pero veo a Jared saltar y parece divertido. Tras él, saltan Paul, Jacob, Embry y Sam, Seth se ha quedado mirando con aprensión el acantilado, Leah está animándolo y Quil simplemente me observa.

—Ahora me toca a mí. —Digo con una sonrisa, pero veo a Seth dar un paso hacia atrás, así que voy y le cojo la mano. —Venga, salta conmigo.

—¿Juntos? —Pregunta Seth con miedo en la voz, asiento una vez y lo hago correr hasta el borde y saltamos. Nos hundimos en el agua y emergimos rápidamente, el subidón de adrenalina es increíble, pero nos debemos apartar rápidamente porque Quil salta, nada hacia mí y me coge de la cintura, pienso que va a decirme algo, pero junta sus labios con los míos y me besa con fuerza, nuestro primer beso ha sido porque está celoso, estupendo.

—Suéltame. —Digo contra sus labios, empujo como puedo su pecho sin ahogarme y logro que me suelte. Nado hacia la orilla y me voy corriendo, estúpido Quil, mi primer beso ha sido por celos, ha sido con Quil, si, pero por sus estúpidos celos.

La nueva integrante de la manada  |QUIL ATEARA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora