Capítulo 44

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La noche anterior a la batalla ha llegado, es duro saber que al día siguiente dejaré mi tierra y todo lo que quiero solo por salvarlos. Quil se tumba a mi lado después de ducharse y me abraza con fuerza, en solo unas horas debemos estar en el claro donde será la pelea, donde puede que ya no lo vuelva a ver más.

—¿Sabes una cosa? —Pregunta Quil cuando suspiro sobre su pecho. —Sé perfectamente lo que quieres hacer, y sabes que no voy a dejar que te sacrifiques.

—¿Qué? —Pregunto al sentarme de golpe en la cama y observar fijamente a mi lobo, quien enarca una ceja y se sienta conmigo en la cama, me sienta sobre su regazo y une nuestras manos.

—Somos lobos, no voy a dejar que te sacrifiques, cuando vi en tu mente lo que querías hacer, simplemente dejé que pensaras que ibas a salirte con la tuya.

—Pero debo hacer algo, no quiero que os pase nada. —Susurro totalmente avergonzada, no por mi plan, sino por haber sido pillada justo en lo que iba a hacer, ¿cómo se me ha podido pasar el hecho de que pueden leer mis pensamientos?

—Lexa, somos una manada, todos nos protegemos entre sí, no puedes ir de wonder woman, porque así harás que si nos maten a todos. —Me dice Quil totalmente serio, soltando mis manos y colocando las suyas en mis mejillas. —Si confías en nosotros, entonces seremos invencibles.

—Odio cuando tienes razón, maldita sea. —Gruño bajando la mirada, Quil se ríe y comienza a dejarme besos por todos la cara. —Si, tu aprovecha que tienes razón por única vez en tu vida.

—Te quiero muchísimo. —Susurra contra mis labios antes de besarme, nos quedamos así un rato hasta que suena la alarma, haciendo que nos levantemos y nos preparemos para la batalla.

—Yo también te quiero. —Respondo cuando me pasa mi vestido más viejo. Nos vestimos en silencio, estamos nerviosos por lo que pueda pasar, aunque los Cullen piensan que no tendremos que pelear.

Cuando llegamos al claro, los Vulturi ya están ahí, pero nuestra aparición los sorprende, y eso es extraño, ya que se supone que Alec les ha hablado sobre mí y sobre que me quiere de recompensa al conseguir a los vampiros talentosos. Veo a Alec buscarme con la mirada y una sonrisa arrogante, pero cuando me encuentra bajo el cuerpo de Quil, frunce el ceño y susurra algo en el oído de su hermana Jane, parece mirar con odio a Quil, pero parece que no ocurre lo que ella querría porque pone una mueca de asco dirigida a Bella.

—Bien hecho. —Susurra Edward en su oído, y sé que su escudo ha sido el que ha protegido a Quil. Observo que entre las líneas, hay dos rostros muy familiares, hasta que me fijo más y veo que mi padre ya no tiene mí mismo tono blanco y lila en los ojos, ahora son rojos, como los de la mujer que están a su lado, mamá. Sinceramente no me sorprende, lo que si me sorprende es que sea un Vulturi, y que ni si quiera se digne a mirar en mi dirección, pero me alegro de verlo feliz con ella, son mis padres y me alegra verlos felices.

Comienzan a hablar entre los líderes durante un buen rato, pero sinceramente no me interesa, además de que no puedo concentrarme cuando la mirada penetrante de Alec no deja nunca mi cuerpo, es demasiado molesto.

Me lo pido si hay pelea. —Gruñe Quil sobre mí, él también está molesto, pero no creo que tanto como yo, puesto que él no es el objetivo de un vampiro loco. —Nena, ya sabes a lo que me refiero.

Si, claro, pero Alec es mío. —Gruño como Quil en dirección a Alec, quien enarca una ceja y me guiña el ojo. —Maldita sanguijuela.

Siguen hablando hasta que aparece la pequeña Cullen junto a su pareja acompañados de un híbrido, ya que huele como Nessie, y una vampiro. Al parecer, Nessie no es la única, y por la cara del líder, esto ha terminado, y para mí buena suerte, ha terminado bien. Pero hablo demasiado rápido, porque Alec comienza a reclamar algo en voz baja hacia el líder, quien frunce el ceño y se da media vuelta, pero antes de ponerse a correr, hace un gesto con la cabeza hacia Carlisle. Vemos a todos los Vulturi correr por donde han venido menos a los gemelos, que me están mirando fijamente, no sé qué esperan hacer, pero me están asustando.

—Lo que estás a punto de hacer va a llevarte a ti y a tu hermana hacia una muerte segura. —Exclama Edward aún en posición defensiva.

Alec da un paso en mi dirección, pero toda la manada se coloca entre él y yo, haciendo imposible que pueda verlo tan si quiera, pero escucho forcejeos, y cuando vuelvo a mirar, veo que Emmett y Jasper están agarrando a Alec, mientras que Rosalie y Bella hacen lo mismo con Jane. Aparecen de nuevo los líderes de los Vulturi y hablan con Carlisle, pero en esta ocasión su escucho lo que dicen.

—Ella es su "tua cantante", no podemos hacer nada. —Suspira Aro de forma teatral.

—Pues vigílalo más de cerca, o controla lo que haga. —Dice Edward en tono serio, pero veo a Sam caminar hacia ellos, parándose al lado de Carlisle. —Sam dice que en su territorio no lo quiere volver a ver.

—Me encargaré de ello. —Dice Aro molesto, seguramente por recibir órdenes de un lobo más grande que él. Veo como cuatro vampiros de su guardia agarran a los gemelos, entre ellos mí padre, y se los llevan, y creo que no voy a volver a verlos nunca más, cosa que me alegra. Todo ha acabado, y yo no he tenido que hacer nada, se han encargado a la perfección mi manada, mi familia.

Para eso estamos, Lexa. —Dice Paul frotando su lomo con el mío. —Somos tu familia.

Si, aunque te acuestes con tu "hermano" Quil. —Añade Jared con una risa lobuna; corremos hacia la Reserva totalmente felices, algunos para ver a sus improntas, otros para ver a sus familias, yo para tumbarme con mi lobo y decirle lo que lo amo.

F I N

La nueva integrante de la manada  |QUIL ATEARA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora