Capítulo 12

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—¿Qué es, Quil? —Pregunto con miedo, lleva más de quince minutos en silencio, como si intentase ordenar sus palabras.

—Esa chica, se llamaba Madison, es... Bueno, es mi exnovia. —Dice Quil con la mirada perdida. —Cuando Jake y Embry se transformaron, me quedé solo, muy solo, y conocí a Madison, ella me hizo compañía y... sin darme cuenta, nos enamoramos.

—¿Y qué pasó? —Pregunto con cautela, aunque que me haya dicho que estaba enamorado de ella me ha dolido demasiado para reconocerlo.

—Me transformé, y Sam me contó que lo mejor era dejarla por si encontraba a mi alma gemela, y unas semanas después te encontré. —Concluye Quil, levanta la mirada y me observa fijamente.

—¿Qué quieres que te diga? —Pregunto evitando la mirada, estoy dolida, si no se hubiese transformado seguiría con Madison, no puedo evitar decir su nombre con asco en mi mente.

—Que me perdonas. —Contesta acercándose de mí, me abraza suavemente la cintura y me hace apoyar mi cabeza en su pecho. —Yo ahora te quiero, mucho.

Me quedo en silencio pensando en sus palabras, y me duelen, y mucho, está enamorado de ella, pero a mí me quiere, solo me quiere.

—Quil, ¿te puedes ir ya? —Pregunto soltando su mano, estoy otra vez dolorida, Quil siempre me destroza el corazón.

—¿Irme? —Pregunta sorprendido, pero al verme la expresión, frunce el ceño, me da un beso en la frente y salta por la ventana perdiéndose en la oscuridad. Cuando noto que se ha ido, suelto todas las lágrimas que he guardado y sin darme cuenta, corro al cuarto de mi padre, lo veo dormido tan tranquilo, que no puedo despertarlo. Necesito a alguien, alguien que me abrace mientras maldigo a Madison pese a que no tiene culpa de nada, y al imbécil de Quil. Sin darme cuenta, estoy tocando la puerta de Paul.

Espero unos momentos, y me abre la puerta una rubia que lleva la camiseta de Paul, me mira de arriba abajo con desprecio.

—Hola, ¿está Paul? —Pregunto con cautela, la chica me da un poco de miedo.

—Paul, cariño. —Canturrea y al instante abre un poco más la puerta, me mira totalmente serio, y al ver mis lágrimas, echa a la chica sin miramientos y me deja entrar.

—¿Qué te pasa? —Pregunta después de darme una taza de chocolate, se sienta a mi lado y me pasa un brazo por los hombros.

—Quil. —Susurro a modo de respuesta y entre sollozos le cuento todo lo que me ha dicho, Paul me escucha totalmente serio y en silencio, sin interrumpirme.

—Lexa, mira, puede que Quil sea un imbécil y un subnormal, pero ahora no debe sentir nada parecido por esa chica, se supone que debe estar enamorado de ti. —Dice apretando su agarre a mí.

—Paul, él me dijo que estaba enamorado de ella, pero que a mí me quiere, ¿no ves la diferencia? —Pregunto, pero Paul se ríe y me hace levantar la cabeza para que pueda verlo.

—Si, la veo, cuando habla de ella, lo hace en pasado, cuando lo hace contigo, es en presente. —Dice con media sonrisa, apoya la espalda en el respaldo del sofá, y me hace que me apoye sobre él. —¿Sabes? Eres la primera amiga que tengo.

—¿Enserio? —Pregunto con una pequeña sonrisa, Paul asiente y nos quedamos en silencio. —Tú eres mi primer amigo.

—No es por nada, pero también soy el mejor, ¿qué amigo echa a una chica que estaba dispuesta a hacer todas las poses posibles por su amiga llorona? —Pregunta con una enorme sonrisa. —Dilo Lexa, ¿quién hace eso?

—Tu Paul, tú haces eso. —Contesto rodando los ojos divertida.

—¿Por qué?

—Porque eres el mejor amigo del mundo. —Digo cansinamente y él se ríe.

—¿Te quedas a dormir? —Pregunta después de un rato, asiento y subimos al segundo piso, donde me enseña su antiguo cuarto y me deja una de sus camisetas para dormir.

Esta semana ya he faltado casi todos los días, y como mañana es viernes, no pasará nada si falto un día más. Desperté tarde, vi varios mensajes de mi padre y le escribo para tranquilizarlo y explicarle que estoy en casa de Paul. Al bajar, veo a Paul comiendo cereales de la caja, y al verme sonríe.

—Nos vamos a casa de Sam, ponte el vestidito cursi que llevabas ayer y mueve ese culito a la puerta. —Dice Paul y se dirige a la puerta, me cambio rápidamente y corro tras él por el bosque, cuando tiene hambre, no es muy paciente.

Andamos hacia casa de Sam y veo que no hay nadie, solo Sam y Emily, creo que los únicos que nos hemos saltado las clases de hoy hemos sido Paul y yo. Después de pasar la mañana con Emily, decido ir a buscar a los chicos a clase, al llegar huelo a Quil, tengo ganas de verlo, sé que Paul tiene razón, esa chica es el pasado, yo soy el futuro, y ahora que lo tengo claro, no puedo esperar para verlo. Suena el timbre y veo a los chicos salir, pero Quil no está con ellos, aunque Seth viene corriendo hacia mí.

—Lexa, ¿qué haces aquí? —Pregunta incómodo, me intenta dar la vuelta, pero lo veo. Quil hablando con una chica realmente hermosa, Madison.

La nueva integrante de la manada  |QUIL ATEARA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora