La nueva integrante de la manada |QUIL ATEARA|

Capítulo 28

—Buenos días, Alexandra. —Me saluda Esme cuando entro en la cocina, tengo una cara horrible sin tantos días sin haber podido dormir nada, no he parado de oír los aullidos de mi manada, pidiéndome que volviese.

—Buenos días, y por favor, llámeme Lexa. —Digo sentándome delante de un plato lleno de comida. —Y muchas gracias por el desayuno.

—Me alegra cuidar de la gente. —Dice con una sonrisa sincera y se sienta a mi lado. —Hoy vamos a estar ocupados decorando la casa para esta noche.

—¿Esta noche? —Pregunto entre bocados.

—Si, la graduación de Bella y la fiesta. —Dice Esme emocionada, sonrío y sigo comiendo en silencio. Yo ya estaba en vacaciones, en la Reserva, las vacaciones comenzaban antes, aunque mi verano no pintaba nada bien.

Esme y Carlisle se fueron junto a Alice, Jasper y Edward hacia el instituto de Forks y me he quedado con Emmett y Rosalie ayudando a decorar y preparar toda la comida, pero eso no quitaba que dejase de escuchar los aullidos, que no habían parado desde que me fui. Sobre las siete, vi a Bella aparecer junto a Edward, no paraba de pensar en qué habría pasado para que Jacob la pegase, no parecía muy agresiva. La fiesta ha comenzado y varios chicos han venido a presentarse, parecen simpáticos, pero no son mi lobo, lo hecho mucho de menos y eso que solo ha pasado un día.

—Hola, guapa. —Dice un chico alto y rubio. —Me llamo Mike, Mike Newton, ¿y tú?

—Se llama mi novia. —Gruñe alguien a mi espalda, y sé perfectamente quien es antes de girarme y saltar a sus brazos, Quil me atrapa al vuelo y me aprieta contra él con fuerza. Noto como el tal Mike se va y noto a Quil temblando, levanto la cabeza de su pecho y veo una lágrima cayendo por su mejilla, rompiéndome el corazón.

—Quil. —Susurro, acaricio su mejilla y noto como me mira resentido, creo que no le ha gustado lo que hice.

—Vas a volver a la Reserva, conmigo. —Dice y sin más me agarra la mano cuando vemos a Jake acorralar a Bella, y corriendo llegamos a su lado, Embry está al otro lado, pero Alice está mirando a la nada, según tengo entendido, puede ver el futuro.

—¿Qué pasa? —Pregunta Bella. —No vais a Seattle, ¿verdad?

—No. —Responde Alice y corre escaleras arriba con Jasper, y corro detrás de ellos, yo necesito ir a Seattle si o si.

—Alice, ¿qué demonios ha pasado?

Después de discutir con los Cullen, bueno, después de que Bella se pusiese nerviosa, llegamos a un acuerdo para luchar contra los vampiros recién creados que vendrían a por ella, y según Alice, mi padre está vivo y a salvo en un hospital de Seattle, escapó de los chupasangres y ni si quiera sé cómo lo hizo, pero Alice vio una mujer muy parecida a mi salvándolo.

Quil me da la mano cuando salimos y caminamos detrás de Embry, que ha encontrado pareja en la fiesta, aunque parece que no le va a durar mucho, ya se ha comido la mitad de esa pizza, pero sé que nos está dando privacidad.

—Mi abuelo me contó lo que pasó. —Comienza a decir Quil, pero lo hago parar y lo beso, no quiero hablar más de esto, y sé que la única manera de callarlo es con besos. Cuando me despedí de los Cullen dándoles las gracias por haberme quedado, y me dijeron que era bienvenida, incluso la bruja rubia me sonrió.

Quil sigue besándome, ya me ha alzado para cogerme en brazos, y cuando mete la mano bajo mi vestido, escuchamos a Embry por delante fingir arcadas.

—¿Quieres algo? —Pregunta Quil fastidiado, Embry solo se ríe y se pone a nuestro lado.

—Es que me aburro, vámonos ya. —Dice pasando su brazo por mis hombros, arrastrándome lejos de Quil, quien suspira aún fastidiado y me coge de la mano, separándome de golpe. Vamos caminando a nuestro ritmo, Jake se ha ido antes para contarle a Sam lo que ha pasado, y sé que cuando llegue tendremos que irnos a un claro que hay para entrenar, aunque antes tengo que verme con el cabreo de Paul, que me mira dolido.

Estos lobos son demasiado sensibles.