Korra Waters es una ex-militar retirada de las fuerzas especiales de ciudad República. A sus 32 años fue una de las mejores comandantes que las fuerzas especiales pudo tener pero un fatídico accidente le costó su carrera, lo que la dejo devastada. c...
-Tú me dejaste morir- una voz ronca se escuchaba fuerte, Bumi estaba tirado en el suelo agonizando por el disparo de Iroh- me prometiste que nadie caería, eres una mentirosa.
-no.. Bumi yo no quería esto, Bumi perdoname- Korra se trataba de alejar del capitán pero ella también estaba herida, al cerrar los ojos escuchó más voces y se encontraba ahora en Zaofu- ¿Que está sucediendo? ¡Asami! Ryu... Mis padres, ¡Suki Hiroshi!- la morena corrió por las calles de Zaofu desesperada buscando a sus familia.
-Mira lo que hiciste- una voz débil se escuchó y la fuerte imagen de Kuvira herida de muerte en el piso la asustó- te entregamos nuestro hogar y lo entregaste a los terroristas, todos han muerto por tu culpa Waters..
-No Kuvira no es cierto, estuviste ahí,yo intenté volver, Kuvira perdoname- la morena trató de ayudarla pero la militar yacía muerta en el suelo.
-Despierta... Esto es una pesadilla despierta- la morena se tiró al piso llorando, no podía estar viviendo esto, su familia estaba muerta, no era real,no lo era.
-Jaque mate hija de perra- Tarrlok levantó su arma y le disparó a la Militar en la frente...
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-¡NOOO!- la morena despertó asustada, su pulso iba a mil, la máquina a la que estaba conectada sonaba fuerte y clara, ¿En dónde estaba? ¿Que había sucedido? Korra Miro hacia los lados, se encontraba en una habitación, estaba en el hospital militar de Zaofu. Con sus manos destapó sus piernas y respiro aliviada al verse completa, la lesiones de siempre y nuevas cortadas serían algo menos con lo que lidear- ¿Hay alguien ahí?- Korra tocó su cabeza maldiciendo por el dolor punzante que sentía, al sentir su cabello largo se asustó, ¿Cuánto jodido tiempo había estado dormida?
La morena se apoyó en el borde de la cama y se quitó los sueros, sus brazos estaban notoriamente más delgados y su cuerpo débil, al levantarse cayó directamente al piso pues no tenía equilibrio alguno, el dolor le recorrió el cuerpo rápidamente así que se apoyó en la silla de ruedas para revisarse nuevamente, habían varias heridas de cirugías que había tenido y todas se encontraban ya cicatrizadas, no podía haber estado inconsciente tanto tiempo.
La morena avanzó en la silla de ruedas y salió de su habitación, varias enfermeras la miraron atonitas y empezaron a llamar al escuadrón de médicos, la morena se levantó despacio y negó cuando querían volverla a llevar a su habitación, necesitaba ver a Asami, no soportaba más este encierro. Una militar conocida venía en unas muletas caminando por el pasillo cuando escuchó el escándalo, Kuvira alzó la mirada y sus ojos fueron sorprendidos al ver a su compañera despierta,así que no dudó en ir hacia ella.
-¡Korra!- Kuvira la llamó y al llegar a su lado la sujetó despacio,la militar no tenía la fuerza suficiente para detener a la morena así que los médicos la ayudaron- oh por todos los cielos, ¡Korra despertaste, despertaste!- Kuvira la abrazó y la morena no dudó en aferrarse a su compañera- ¡Maldita idiota!- Kuvira golpeó su cabeza y Korra cayó sentada en la silla adolorida.
