23. Te necesito

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La llegada de Mía había sido muy bendecida, sus amigos no habían perdido el tiempo y la pequeña estaba llena de obsequios, cosas que le serían útiles a las dos madres, Tanto Ryu como Mia habían sido bien recibidos por todos los cercanos a la ingeniera y a la morena. Asami y Korra ya se encontraban en su casa descansando, nunca pensaron que celebrarían el cumpleaños de la ojiverde mayor en el hospital,y a pesar de que le insitieron en almenos hacerle un almuerzo Yasuko se negó ya que según ella tanto la bebé cómo Asami debían descansar. Para la mujer, que su nieta naciera el mismo día que ella era suficiente,y ambas nuevas madres se lo agradecieron.

La ojiverde se iba adaptando poco a poco a Mía, los horarios de la bebé aunque a ambas les costaba creer eran muy flexibles, mía en esos aspectos era muy calmada y pocas veces lloraba. Asami ya conocía casi todas las pequeñas facetas de su hija, Si mía tenía hambre apretaba sus puños y hacia pucheros, si tenía sueño agitaba sus piernitas y buscaba el pecho de alguna de sus madres, si ensuciaba su pañal la pequeña había ruiditos y se estiraba buscando atención. La morena tenía cierta envidia con esa conexión, Mía miraba con una fascinación a su ojiverde madre cuando comía,como si el mundo no existiera, pero a la hora de calmarla, La morena era la única que lograba hacerlo si la pequeña lloraba.

Mía siempre para dormir, tenía que ser arrullada por la morena, A la pequeña le encantaba escuchar a su madre contarle historias, así no entendiera que decía la militar el sonido de su voz la relajaba y le ayudaba a dormir. Ryu por su parte era el detonante de la risa y la emoción de Mía, la pequeña siempre que lo veía agitaba sus manos buscando que el pequeño le hiciera juego y Ryu no desaprovechaba ninguna oportunidad para gozar de su pequeña hermana.

Pero la reacción más genuina de la niña, era cuando veía a su abuela Yasuko. Cuando la ojiverde mayor llegaba para mía no existía nadie más, cuando cumplió su primer mes de nacida y ya empezaba a hacer ruiditos con la boca, la primera risotada de la pequeña fue precisamente con su abuela. Korra y Asami sabían que la ojiverde mayor sería una gran influencia para la niña, Kuvira y Lin no podían hacerse esperar a ver las travesuras que la pequeña Waters Sato cometería en un futuro.

La morena empezaba a ver los cambios en el cuerpo de la ojiverde, Asami no solo había adquirido más masa muscular debido al ejercicio que realizaba para recuperar su figura, si no que también sus caderas, su cola y sus maravillosos y voluptuosos pechos estaban cada vez más y más tentadores. Desde que Kya les había autorizado para volver a tener relaciones sexuales,ya que la ojiverde se había recuperado satisfactoriamente del parto, Asami trataba de buscar un momento para estar a solas con su morena, la última vez que habían hecho el amor habia sido un día antes de la cirugía de Korra,y eso en el lenguaje de Asami significaba una eternidad.

La morena buscaba siempre satisfacerse sola para no cansar a la ojiverde, ella entendía que Asami en el último trimestre no había tenido deseos sexuales, y después del parto tampoco, pero cada vez que miraba las sensuales caderas de su esposa pasear por la sala, por su estudio, por su cuarto, cuando se iban a acostar la morena no podía aguantar y tenía que ir a ocuparse ella misma de ese trabajito. Aquel día, Mía estaba cumpliendo 3 meses ya, la hermosa bebé estaba cada vez más grande, la niña tenía bastante parecido a Asami, la diferencia era que su cabello tomó unas tonalidades más claras a medida que iba creciendo, y para ambas mujeres la niña cada vez era más perfecta.

Yasuko quería celebrar los tres meses de su nieta con el cumpleaños de su esposo, así que organizó un almuerzo con las dos mujeres y sus hijos, querían algo íntimo. Desde que los tribales se habían devuelto a su hogar, Yasuko ya no tenía una amiga con quién salir todo el tiempo, y Asami había notado eso así que trataba de estar más pendiente de su madre, no le gustaba que la ojiverde mayor mantuviera con el ánimo decaído. Esa mañana, la morena se levantó para preparar el desayuno, desde que Kya le había permitido usar el bastón se sentía más aliviada, más libre de poder moverse.

•La Guardaespaldas• (My bodyguard)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora