Capítulo 3

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Los ojos de Soobin miraron como la puerta se cerró, sus ojos pasearon por el suelo de madera hasta caer sobre los zapatos de Yeonjun, subió su mirada por el cuerpo comprobando que realmente estuviera bien. Estaba confundido, quería saltar sobre Yeonjun y abrazarlo preguntarle él por qué se había ido ¿él había hecho algo mal? Todo el día que lo estuvo buscando rebobino todas sus acciones y palabras buscando algo mal en ellas incluso habló con Beomgyu sobre si Yeonjun le había dicho algo que le enojara, pero Beomgyu no le dijo nada porque tampoco tenía idea del por qué Yeonjun había huido. 

Quería respuestas, pero sentía que no las merecía, quizás sin quererlo lo había lastimado de alguna manera, incluso pudo fallar en su nueva responsabilidad de apoyar a Yeonjun con su estado. Podría ser que todo el tiempo que se la paso buscando algún trabajo de medio tiempo Yeonjun lo había tomado como un abandono. 

— ¿Te sientes bien? —decidió preguntar—. ¿Has tenido mareos o náuseas? 

Yeonjun negó aún mirando al suelo, agarró la pretina del pantalón sintiéndose extraño, era la primera vez en mucho tiempo que había un ambiente extraño entre ambos. Era como si hubiera un enorme acantilado entre ellos, uno del que era el causante sin saber cómo. 

— ¿Haz comido bien? A Veces tiendes a olvidar comer —Yeonjun volvió asentí incómodo, Soobin chasqueo la lengua sintiendo nervios—. Yeonjun en serio si estas enojado por dejarte solo estos días perdoname, solo intentaba tener algo para...

—Nunca me enojaria por que decidas trabajar. 

— ¿¡Entonces por qué escapaste!? —dijo con impotencia con sus ojos comenzado a picar, intentó dar un paso adelante pero Yeonjun se alejó dos, fue entonces donde unos filos comenzaron a enterarse en su corazón, su cerebro comenzaba a unir las piezas, el escape la lejanía—. Te cansaste de mí —hablo con firmeza, Yeonjun solo mordió sus labios, las lágrimas retenía con fuerza fluyeron por sus mejillas mientras soltaba todo el aire de sus pulmones—. Era cuestión de tiempo, eres una estrella demasiado brillante para estar con alguien tan desabrido como yo. No te culpo —Yeonjun comenzó a negar pero él no lo vio—. Te dejare en paz si eso es lo quieres. 

— ¡No fue por eso que me fui! —grito desesperado Yeonjun. 

— ¿¡Entonces por qué te fuiste!? —grito en el mismo tono—. ¡Estamos apunto de ser padres! Trato de apoyarte e investigar lo que está a mi alcance para ayudarte ¿y tu respuesta? Desaparecer por dos días sin decirme y decirle a mi hermano que no se contacte conmigo ¿por qué? ¿Qué hice mal? Dímelo y lo voy solucionar. 

—No hiciste nada malo —comenzó a llorar, Soobin deseo romper la discusión para ir a consolarlo pero aún no era el momento—. Soy yo el problema. 

— ¿Por qué? 

— ¡Porque te falle! —grito desesperado llorando con más fuerza, pasó a su lado hacia la sala cayendo a los pies del sofá como si ya no pudiera sostener su peso, Yeonjun abrazo sus piernas mientras sus labios seguían temblando—. Porque ese bebé que tanto querías ya no existe. 

La declaración cayó como plomo en su estómago. Los recuerdos lo envolvieron, el día donde encontró a Yeonjun junto con una prueba entre sus manos de como asustado y nervioso le había dicho que estaba embarazado, todo lo que hicieron durante un mes para ocultar el estado a su madre, como planearon decirlo a los padres de ambos, incluso la emoción que sintieron cuando fueron a la primera consulta, recordó cómo después de ella había colgado la ecografía en un marco junto a su cama. Los recuerdos llegaron vengativamente a su cabeza clavando más fuerte el filo que sentía. Su alfa lloraba y pedía ir a consolar a su pareja, así lo hizo por que el estado de Yeonjun no debía ser mejor que el suyo, tuvo que soportar por quien sabe cuanto tiempo esa noticia, había sido su pareja quien antes tenía algo en su interior pero que ya no estaba allí, ambos ahora solo tenían de recuerdo un simple papel. 

Sin Reglas [sin Estándares 2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora