Lenguaje del amor - Jenlisa

Capítulo 13: Me necesita

—¡Namjoon! ¡Ey, Namjoon, detente! —ese miércoles estaba comenzando como el de pocos para Jennie. La mitad de la semana siempre le agradaba porque estaba a dos días del fin de semana y simplemente porque odiaba los lunes y martes.

Esa mañana, después de ver una publicidad en la televisión mientras desayunaba con sus padres, recordó a Namjoon cuando coqueteó con la profesora Manoban y, de alguna manera, quería saber si el final podría ser el mismo.

Lo dudaba. Lisa Manoban no parecía de las profesoras que se enamoraban de algún alumno.

—Jennie, hola, ¿Cómo estás? —le preguntó él amablemente bajando a su altura para besarle la mejilla.

—Hey, Namjoon, oye, quería saber, ¿Cómo están saliendo las cosas con Hwasa?

—Ah, con ella las cosas se complicaron —respondió él desinteresado obligando a Jennie detenerse bruscamente.

—¿Ah? ¿Por qué? Es muy linda —le dijo después de correr para llegar a él.

—Pero tiene miles de cosas antes que blanquear, y tú sabes que las chicas así no me agradan.

—Sí, claro, como digas, y ¿Estás interesado en alguien más?

—Jennie, Hwasa aún me gusta, pero no vamos a estar juntos, y no, nadie más me interesa, ¿Por qué? ¿Te gusto?

—¿Qué? ¡Fuera de aquí, Namjoon! —lo empujó al notar la cercanía de su rostro contra el de ella. El chico rió y luego sonrió hacia fuera. Ella volteó y sus ojos fueron de lleno hacia la sonrisa que tenía a centímetros de sus ojos.

Lisa Manoban estaba casi pegada a su cuerpo y con una extraña mirada.

—¿Cortejando a su compañera, Namjoon? —preguntó Lisa, observando al chico con una ceja levantada— ¿A ella también le entregó una rosa?

—No, Lisa, él y yo...

—No, profesora —la calló él haciéndola a un lado para quedar frente a la profesora— No sabía que hoy vendría, de lo contrario ya habría traído la de usted.

Lisa giró los ojos y observó la espalda del chico. Que ganas tenía de arrojarle el libro que sostenía en las manos y dejarlo más tonto por un tiempo.

Cuando Lisa le sonrió y continuó hablando con él ignorándola, encontró en Kai, que llegaba a pasos lentos, la excusa perfecta para alejarse.

—¡Kai! —gritó ella al pararse junto a los chicos. Pudo notar como el cuerpo de Lisa giró de manera violenta y fulminó con la mirada a su otro alumno.

—Ey, Jen —corrió él hasta la castaña envolviéndola entre sus brazos y elevándola unos centímetros del suelo— Mmm, ¿Ese es el perfume que te regalé?

—¿Volvieron? —preguntó Namjoon y Jennie alzó la mano efectivamente para lanzarle el libro. Pero desistió a último momento.

—Namjoon... ¿No ibas a aclarar las cosas con Hwasa? —preguntó Jennie molesta pero con un toque de dulzura fingida.

—No —respondió él y ella ya no pudo aguantar y le dio un golpe en el brazo— ¡Ey!

—Ve a arreglar las cosas con tu novia —dijo entre dientes incómoda por la mirada de Lisa que se perdía en la mano de Kai tras su cintura.

—¿Tienes novia, Namjoon? ¿Y coquetea con otra compañera? —preguntó Lisa.

—Ella no es...

—¡Ve Namjoon! —le gritó Jennie saliéndose del agarre de Kai y empujando al chico por los hombros. Cuando volvió hacia el frente, Lisa la observaba con ambas cejas levantadas y una divertida mueca en su rostro.