Lenguaje del amor - Jenlisa

Capítulo 41: De gustos y colores

Cuando Lisa cerró la puerta y pasó llave con total rapidez quiso detenerse un momento contra ella para pensar seriamente lo que podía pasar en los próximos minutos.

Pero no pudo.

La puerta quedó atrás y ella caminó con ansias para pegarse a Jennie, abrazarla con cariño contra su cuerpo y aspirando ese perfume que la morena solía usar solo cuando estaban juntas.

Jennie le rodeó las manos en su abdomen y largó una pequeña risa antes de separarse para abrazarla por la cintura y frente a ella:

—No entiendo —dijo Lisa negando con la cabeza pero con una sonrisa en la cara— ¿aún no viajaron o…

—Mis padres sí… yo me quedé —respondió Jennie alzando apenas sus hombros y estirando luego su brazo— son para ti —murmuró algo sonrojada mientras le entregaba el ramo de flores.

—Me encantan —susurró la pelinegra en un intento por tomarlas pero terminó rodeando la cintura de la morena y la regresó contra ella. La besó con tanta pasión que Jennie no supo si el regalo había sido una buena elección o no. Lisa elevó su brazo, tomó el ramo sin romper el beso y lo alejó de Jennie para retenerlo en su mano— gracias —dijo sobre los labios de la morena antes de tirar de ellos y caminar rumbo a la cocina— Las pondré en agua

—¿Qué hacías? —preguntó Jennie sentándose en el sofá y tomando la notebook de Lisa

—Confirmando que otra vez me mentiste —respondió la pelinegra apareciendo con el florero ya ocupado y dejándolo en una pequeña silla al lado del teléfono.

—¿Qué te mentí?... Bueno, cuando lo hago es por una buena causa

—Claro —ironizó la pelinegra llegando hasta ella y sentándose a su lado— aquí aplica lo de "el fin justifica los medios" ¿cierto?

—Totalmente —dijo la morena volteando para dejarle un rápido beso en los labios y luego volviendo su vista al aparato. Lisa frunció el ceño cuando vió que abría las carpetas de sus imágenes y las observaba con una sonrisa —puras fotos nerds, Lisa —murmuró Jennie al ver algunas de la pelinegra en su tiempo de Universidad y otras en su día de graduación.

—A mí me gustan

—No he dicho que sean feas, al contrario…Siempre has sido hermosa —aseguró Jennie al ver la foto de la pelinegra con diploma en mano y al lado de un hombre mayor— ¿Es tu padre?

—Aja

—¿Y porqué no tienes una foto con tu madre?

—Ella no fue ese día —murmuró Lisa apretando los labios y Jennie volteó a verla.

—¿Por qué? Se nota que para ti fue importante

—Y lo fue… pero… a mamá no le gustan ese tipo de cosas

—Uhm… ¿Rosé egresó contigo?

—Sí… es profesora de baile. Es muy buena en lo que hace

—¿Y Jisoo estudió en otra universidad? –preguntó al no encontrar fotos de la coreana de ese mismo día.

—Así es. De hecho ella es muy buena en los números solo por naturaleza. Su madre también fue profesora de Instituto y su padre aún ejerce su cargo de ingeniero.

—Vaya… las tres lo tienen todo. Que agradable —murmuró Jennie con sinceridad al cliquear otra carpeta. Lisa se aclaró la garganta por inercia sintiendo como sus mejillas comenzaban a enrojecerse. Jennie se mordió el labio y acercó aún más su rostro a la pantalla— Pero… pero que traje tan particular —dijo al ver con total detenimiento cada foto de Lisa en su paso por el Instituto y con el traje de porristas en cada una de ellas.