Capítulo 5: Espero no volverla a ver nunca más

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Ese sábado a la mañana Jennie decidió ignorar la alarma de su celular que sonaba debajo de su almohada con un pitido más que irritante. Estiró su mano hasta tomar el aparato y pulsó un botón creyendo desactivarla. Después de haber pasado cinco minutos, el ruido volvió a despertarla; esta vez abrió su ojo derecho y observó el botón correcto de apagarlo antes de volver a cerrarlo tratando de reconciliar el sueño.

Pero su padre no iba a dejar que lo hiciera.

—Jennie, arriba, sal de esa cama, levántate y ve a aprovechar el día  —Jennie simplemente se acostó boca abajo, hundió su rostro en la almohada y extendió una de sus manos para tomar la frazada y cubrir todo su cuerpo—Jennie, levántate, van a ser las diez —Jiyong caminó hasta la gran ventana y abrió de par en par las cortinas dejando que la luz entrara sin piedad por el pequeño cuarto— Vamos, hija —se acercó él hasta la chica y la zarandeó un poco.

—Papá, es sábado —respondió ella con voz ronca debido al sueño.

—Sábado que solías utilizar para salir a andar en bici con tus amigos cuando apenas eran las nueve de la mañana, ahora si yo no te despierto, no apareces hasta la hora de la merienda —dijo él comenzando a quitarle la frazada.

—Ya no tenemos diez años, dejamos las bicis hace tiempo, Jiyong —se puso de pie, tomó su almohada y salió de la habitación

—No, Jennie, levántate —la siguió Jiyong solo para ver lo que todos los fines de semana hacía; acompañar a Seunghyun en la cama matrimonial ya que ella llegaba después de las seis de la clínica y dormía hasta la hora del almuerzo— ¡Jennie! —le susurró él con fastidio desde la puerta. No quería despertar a su esposo con sus gritos.

—Que descanses —le dijo Jennie antes de abrazarse a la figura de su padre y volver a cerrar los ojos entrando en otro profundo sueño.

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Lisa llevaba desde las ocho pegada a su laptop tratando de encontrar en Internet algo similar a lo que su padre le había aconsejado; "Debes llamar su atención, hija. Busca métodos para hacerlo. Deja que ellos tengan tu confianza y luego impón tus reglas"

Por eso, iba a aprovechar ese sábado para buscar temas relacionados con lo que ella quería expresar, sin embargo, no encontraba algo que realmente le agradara.

"Traigo pizza y café, abre la puerta" no necesitaba leer el remitente del mensaje para saber que se trataba de Jisoo. Dejó el celular nuevamente sobre la mesa y caminó hasta la puerta, Jisoo bajaba de su auto y corría hacia ella

—¡Madre mía! El frío está matándome, maldito invierno —le dio un sorbo al café que traía en su mano derecha y luego se lo entregó a Lisa junto la caja con la pizza— Ese es el tuyo —Lisa giró los ojos antes de responder.

—Gracias. Ven, pasa, ¿Y Rosé?

—Buscando trabajo, dice que no quiere estar en el departamento sin hacer nada.

—Me parece bien, estar encerrada le hará daño.

—Oh, claro, lo dice la mujer que vive veinte horas fuera de su casa, tú no eres muy distinta a ella, eh —dijo Jisoo sentándose y girando la computadora para ver que hacía la castaña—¿Alumnos problemáticos? ¿Siente que sus alumnos la tratan como una más? ¡Lisa! ¿Qué demonios es esto? —preguntó después de leer los titulares de las páginas.

—Necesito controlar a esos chicos de los que te hablé, siento que no puedo por mí misma, me siento insegura con ellos.

—Pero esto parece un puto libro de autoayuda —dijo entrecerrando los ojos y leyendas más del artículo— Vas a volverte loca —le aseguró devolviéndole el aparato— Mejor renuncia y busca otro lugar de trabajo.

Lenguaje del amor - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora