Capítulo 51: Lenguaje del amor #2 Tiempo de calidad

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Las personas comparten su amor por el otro pasando tiempo de calidad juntos. Este aspecto requiere que las personas enfoquen su atención con el otro en formas como la comunicación abierta, tanto como para escuchar como para hablar, y pasando tiempo juntos realizando actividades que ambos disfruten.

El segundo lenguaje del amor solo es pasar tiempo real con la persona que amas. Y ese era el pasatiempo favorito de Lisa.

—Jen… Jennie, cielo —murmuró roncamente contra el cuello de su mujer mientras acariciaba su brazo intentando despertarla— Nini

—¿Mmm? —preguntó la morena somnolienta volteando y dándole la espalda. Lisa alzó una ceja al instante y le rodeó la cintura regresándola contra ella— Lisa.

—Despierta

—No… es domingo —se quejó Jennie doblando las manos contra su pecho y alejando apenas a la pelinegra.

—Sí, pero van a ser las 9.30 y Soph debe tener hambre –dijo Lisa abriendo los brazos de Jennie y enriendándolos en su propio cuello— Jen… ya, despierta

—No… levanta a Soph y dale el desayuno —fue lo último que dijo la morena pero reteniendo a Lisa por la cintura para acomodarse contra ella.

—Jennie eres una holgazana —dijo la pelinegra intentando alejarse pero Jennie la apretó más fuerte— ¿Estás cansada?

—Por supuesto. Tú me dejaste así.

—Como siempre —bromeó Lisa apretando sus labios contra los de Jennie y sonriendo cuando la morena quería separarla seguramente por la misma excusa "aún no me he lavado los dientes". A ella no le importó, nunca lo hacía y por eso se recostó sobre Jennie ejerciendo fuerza para que dejara sus ideas atrás— mmm, no estás preparada para mí —susurró al rozar la entrepierna de Jennie y no sentir esa humedad que ella amaba lograr y luego hacer desaparecer— veamos ahora —dijo llevando dos dedos a su boca, mojándolos con su saliva y bajándolos hasta la zona intima. Apenas tocó el clítoris de la morena con su pulgar y estaba por penetrarla cuando la puerta de su cuarto se abrió y Jennie la alejó de un fuerte empujón.

—Mamá, Soph está pudriéndose —se quejó Julianne bajo la puerta aún con el pijama y el cabello despeinado— ¡Quítenla de mi cuarto!

—Buenos días, cariño. Ya veo como amaneciste hoy —ironizó Lisa llegando a ella y dejándole un beso en la cabeza antes de ir en busca de su otra hija.

—¿Te sientes mal? —preguntó Julianne cruzándose de brazos a una Jennie completamente roja que intentaba recuperar su respiración.

—No, cielo, estoy bien… me cambio y bajo a hacerte el desayuno

—No. Iremos a la plaza con la tía Rosé.

—¿Iremos? ¿Quiénes irán? —preguntó Jennie confundida. Julianne giró los ojos y dejó caer pesadamente sus brazos.

—Es el primer domingo del mes, ma. Lo hacemos siempre

—¡Oh! Cierto, cierto… Enseguida bajo.

—Giu, Soph ¿qué te dieron de cenar? —preguntó Julianne mientras salía y Lisa pasaba hacia el baño con su hija en brazos.

—Julianne, ve a ducharte —le ordenó Lisa desde el tocador donde recostaba a la pequeña y le quitaba el pañal— Oh, Soph —murmuró al ver el estado del paño. Lo dobló rápidamente y lo arrojó dentro de una bolsa con la misma velocidad— ¡Jennie!... ¿Cierto que mami debe lavarte y no mamá? —susurró Lisa jugando con las piernas de la niña y esperando por la morena— ¡Jen!

—¿Qué sucede? —preguntó Jennie envuelta en su albornoz rosa y retrocediendo un paso al oler el pequeño lugar— ni lo sueñes, Manoban —aseguró al notar la intención de Lisa y cerrando la puerta antes de que la pelinegra saliera— ¡Te toca a ti! —gritó antes de correr a su habitación y esconderse dentro de la ducha.

Lenguaje del amor - JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora