Capitulo 36 (¿Escapar?)

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El sonido de las fichas al ser mezcladas era lo único que se escuchaba, yo estaba muy confundida ¿¡Qué rayos pasaba por su mente!? ¿Cómo se le ocurre jugar una partida de dominó en estos momentos? Luego dice que no tiene problemas psicológicos.

-¿Qué te parece si hacemos este juego interesante? –solicitó.

-¿Qué quieres decir con eso?

-Apostemos... Al final, qué es un buen juego sin la tensión de algo que perder –aclaró.

-Estoy secuestrada, esperando que mi secuestrador acabe con esta escena psicópata para que llegue mi fin ¿Tú crees que tengo algo más que perder?

-Tienes razón, tu vida apesta – se carcajeó –Pero ¿Qué tal si te doy algo que ganar?

-¿Qué? –pregunté sin entender un carajo.

-Sí, qué tal esto... Si tú ganas, te dejo libre.

-¡Sí claro! –Ironicé –Y luego saldremos juntos de aquí para ser felices por siempre ¿No?

-Me gusta cuando te pones sarcástica – susurró, logrando que las ganas de vomitar me invadieran –Pero piénsalo ¿Qué puedes perder? Si miento todo quedará igual, pero si digo la verdad tienes oportunidad de salir de aquí.

-Si algo he logrado entender de ti, es que no haces nada sin ganar algo a cambio... Así que ¿Qué ganas con esto? –indagué.

-La satisfacción de ver a mi presa luchar por su vida –reveló, con una sonrisa siniestra.

Mi estómago dio un vuelco debido a los nervios que produjo escuchar aquello, sin embargo, no era momento de ser un conejo asustadizo, era momento de comenzar a actuar si quería salir viva de aquí... Según la señora Hurt, ya había pedido ayuda y esta llegaría en unos minutos, si lograba entretener a Wes hasta que la ayuda llegara, estaría bien...

-De acuerdo, jugaré –afirmé – Pero con una condición.

-¿Tú crees que estás en posición de exigir condiciones? –preguntó Wes con burla.

-No, pero sé que tú tampoco tienes intenciones de negármelas –afirmé – Si yo gano, me dejaras ir, pero me llevaré a tu madre.

-Es entretenido ver como ambas parecen no poder vivir la una sin la otra –reveló – Ella me acaba de pedir que hiciera lo que quisiera con ella, pero que te dejara libre a ti.

-Bien ¿Tenemos un trato?

-Tenemos un trato...

Nuevamente Wes comenzó a remover las fichas, una vez que se detuvo, tomé mis siete fichas correspondientes al igual que él; las restantes quedarían para robar en caso de que no tengamos fichas que jugar. Observé mis fichas y tenía un juego decente, tenía cuatro fichas con el número tres incluyendo el doble tres, por lo tanto era un juego aceptable, aunque por la sonrisa de Wes podría asumir que él tenía un juego mejor que el mío. Jugaríamos sólo tres partidas, el que ganara dos, se llevaba la victoria.

-Como literalmente tu vida depende de este juego, dejaré que empieces tú –comentó Wes.

Y así lo hice, comencé con el doble tres para descubrir si él tendría algo con qué arruinar mi juego, pero mi sonrisa se ensanchó al ver que robó una ficha, y luego otra y no fue hasta la tercera ficha que consiguió robar un tres y lo arrojó al centro.

-¿Viste el video que hice para ti? –preguntó sin levantar los ojos de sus fichas.

-Sí, te quedó muy lindo gracias –espeté haciendo mi jugada.

¡No Digas La Palabra Con "H"!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora