Capitulo 21 (Confesiones)

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Estaba a unos cuantos pasos de llegar de nuevo al jardín. La conversación con la señora Hurt me había dejado una presión rara en el pecho. Lo que le había pasado al padre de Wes era horrible, no podría imaginarme qué ser despiadado y cruel mataría a un hombre bueno, basado sólo en un ataque de dolor. Y ni hablemos del dolor que le produjo a su familia; si no le hubiera prometido a la señora Hurt que no le mencionaría nuestra conversación a Wes, en este momento estuviera corriendo para fundirlo en un abrazo.

Aún con mi cabeza llena de pensamientos, estaba por cruzar la puerta hacia el jardín, cuando alguien me tomó del brazo y me dio la vuelta. Un grito por la sorpresa salió de mi boca, grito que fue callado al instante con una mano puesta en mi boca. Abro aún más mis ojos ¡Cómo rayos se le ocurre poner una mano en mi boca!

-Shh –murmuró Wesley – no grites, soy yo.

- ¿¡Qué diablos te pasa Hurt!? –Susurré –casi haces que me haga en los pantalones.

-Sutil –bromeó –Ven, necesito hablar contigo de algo.

Bien... Hoy todos parecen querer hablar conmigo de algo. Omití mis comentarios odiosos y seguí a Wes hasta lo que reconocí como una segunda estancia. Ahora que lo recuerdo, aquí estaba el armario donde Noah nos encerró a Danna y a mí aquel día que hicimos las paces... Bellos recuerdos.

-¿Qué hablaste con mi madre Abby? –preguntó directamente una vez que nos adentramos al lugar.

Palidecí. Como han podido notar a lo largo de este tiempo juntos, hay muchas cosas que a mí no se me dan bien... Mentir es una de ellas.

-Yo... Nosotras no... Bueno.

-¿Puedes terminar de balbucear y decírmelo? –espetó con furia. A lo que yo fruncí el ceño.

-Oye, aguarda ¿Por qué rayos me hablas así? –pregunté molesta.

Su semblante cambió. Parece que algo le hubiera pasado por la mente, porque en tres segundos la mirada molesta de Wes cambio a una de compasión total.

-Lo siento Abby. Es sólo que mi madre tiene un don celestial para sacar lo peor de mí –confesó -¿Sabes? Ella no pide ver a mis amigos porque sí. Ella siempre tiene un plan para algo y no quiero que te use a ti para algún fin en su beneficio.

Su confesión me desconcertó. ¿Era la señora Hurt tan manipuladora como la hacía sonar Wes? Porque la persona con la que acabo de hablar, no me dio esa impresión.

-Wes ¿No crees que juzgas muy fuerte a tu madre? Digo, ambos han pasado por mucho y...

-Te lo contó ¿No es así? –interrumpió.

-¿Qué?

-Te contó lo de mi padre ¡Ella te contó lo de mi padre! –exclamó en un grito y dando un giro, cerró sus manos en un puño y golpeó con todas sus fuerzas la pared.

Un grito salió de mí. Nunca había visto esta faceta de Wes, al parecer a esto se refería la señora Hurt en que él se ponía verdaderamente mal.

-¡Wesley! Cálmate por favor -balbuceé.

-¡Tú no lo entiendes! –gritó, volteando hacia mí de nuevo y en ese momento más me asusté, al ver sus nudillos sangrar y el gran hoyo que le había hecho a la pared -¡Ella los manipula! ¡A mí, a nana, a mi familia, a mis amigos! Y ahora a ti...

-Wes ella no...

-Y tú caíste como una tonta ¿Qué te conto? ¿Que a mi padre lo mataron porque él no lo haría? ¿Que lo mató el esposo de aquella mujer? ¿Que él era un hombre entregado a su trabajo y a su familia?

¡No Digas La Palabra Con "H"!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora