¡No Digas La Palabra Con "H"!

Capitulo 27 (Consejos)

Abby ¿Qué pasó? ¿Por qué te fuiste? ¿Estás bien? ¿Por qué no contestas? Abby hablemos por favor...

Esos y unos 30 mensajes más llenaban mi celular casi a diario. Ya habían pasado dos semanas desde lo que ahora llamo "El trágico día". Dos semanas desde que me enteré que el chico del que estoy enamorada y mi mejor amiga me habían estado engañando quién sabe por cuánto tiempo. Estas semanas han sido una locura, he pasado por tantas cosas que aun no entiendo cómo no me han dado mis constantes ataques de asma. Pero sé que ustedes deben estar confundidos así que empecemos a iluminar sus pequeñas mentecitas...

Luego de saltar a los brazos de mi padre aquella noche, pasó algo que nunca me esperé... Él me escuchó, estuvo atento a cada cosa que yo le contaba, me consolaba cuando era necesario, y luego se ofreció voluntariamente a cortarle las pelotas a Dan. Sí, yo tampoco me esperaba eso, pero luego sucedió algo que me dejó aún más impactada: él me apoyó, me preguntó qué quería hacer, respetó y apoyó mi decisión, por lo que esa misma noche él y yo nos devolvimos a Santa fe. Por suerte para mí, no me topé con ninguno de los chicos antes de salir del hotel por lo que todo fue más fácil. Sólo le avisamos a mi abuela que por motivos médicos tuvimos que regresar. Luego de estar de vuelta en mi hogar, el dolor que sentía era tan grande que me permití llorar de nuevo, con la diferencia de que esta vez no estaba sola... Esta vez tenía un padre dispuesto a consolarme. Estos días él ha sido una persona diferente, está más atento y más amoroso conmigo, todos los días me pregunta por mi estado emocional y hasta ha organizado actividades, según el para distraerme. Sí, es cierto que me siento muy pero muy triste por perder el amor de Dan y la amistad de Maggi, pero eso nos hizo acercarnos a mi padre y a mí de nuevo.

Todos volvieron del viaje a los dos días del incidente, puesto que para esa fecha habíamos comprado los pasajes. Y ese día lo recuerdo como "El trágico día parte dos". Mi abuela y mi padrino llegaron enfurecidos pensando que mi padre me había secuestrado y traído en contra de m voluntad; luego de varios gritos y discusiones se detuvieron a escucharme. Claramente tuve que mentirles, no les iba a decir que Dan y Maggi me traicionaron, mi padrino no se merecía pasar por eso, además Dan aun trabajaba con la fundación en la clínica y ya me había costado mucho convencer a mi padre para que lo dejara quedarse, con mi padrino eso iba a ser imposible. Les dije que sólo me había sentido mal y tuvimos que volver por si mi enfermedad se había complicado, mi padrino se mostró reacio a creer mi historia, pero luego de un rato la aceptó. Mi abuela por su parte, me regañó por no avisar antes y dejarlos a ellos y a los chicos muy preocupados.

Los chicos... Desde que tomé el avión de regreso decidí no volver a verlos; si bien yo sé que esa es una actitud un poco inmadura de mi parte, aun no me siento preparada para enfrentarlos. Todos han estado en un plan de acoso impresionante, todos han estado bombardeando mi celular con mensajes y llamadas, además de llamar a mi puerta cada hora del día. Por suerte Clare ha sabido cómo hacerles saber que estoy indispuesta en estos momentos y al parecer ha funcionado. Con Margaret ha sido otro asunto, pues la he tenido que ver en algunas ocasiones, pero cada vez que intenta acercarse mi padre busca alguna excusa para evitarlo.

Todos deben preguntarse ¿Qué pasó con el expediente de mi madre? Bueno, pues ese está a salvo en mi habitación. No lo he leído aún porque no quiero hacerlo sola, siempre imaginé que cuando tuviera el expediente lo leería con Dan o con Maggi, o con ambos para ser precisos. Sé que lo que leeré allí cambiará muchas cosas y en estos momentos no estoy preparada mentalmente para soportar otro golpe, lo único que tengo ahora es a mi familia, no puedo perderlos también...

Un toque a mi puerta me sacó de mis pensamientos...

-¿¡Quién!? –pregunté.

-Clare.