-Lee Felix. ¿Me quieres decir cuándo piensas ir a la escuela? -Masculló su madre.
-Aún tengo veinte minutos...
-¡Y no has dejado de mirar tu bendito celular! ¿qué es lo que estás viendo o a quién le escribes que jamás apartas tu vista de ahí? -Su ceño se frunció, el padre de Felix apareció en escena después.
El rubio rodeó sus ojos y con agilidad cambió la dirección de su teléfono, señalando estados de WhatsApp.
-No es mi culpa que... Hanna, la de clase de historia, suba cosas tan interesantes -. Inventó.
-¿Qué cosas sube? -Intervino ahora su progenitor.
Felix mordió su galleta de vainilla y suspiró, algo tembloroso.
-Sube cosas acerca de extraterrestres y datos curioso de... la mente humana.
-Oh, bien... bien, -Respondió sarcástico el señor Lee, con una sonrisa falsa.- reserva esa memoria para tu escuela -. Su sonrisa se borró de repente.
Felix no esperó más y finalizó de comer sus galletas, apagando su celular para guardarlo en el bolsillo de su pantalón. Le dio un trago a su leche chocolatada y tan rápido como pudo, término de guardar sus libros de química dentro de su mochila celeste.
Acomodó un poco el llavero que traía uno de los cierres, de un delfín pequeño de peluche, y entonces decidió partir rumbo hacia la escuela sin dirigirle la palabra a ninguno de sus padres.
Pero bien, sus mayores sabían que si Felix se iba sólo caminando era porque él lo había decidido así y quería un poco de aire fresco, así que lo dejaron ir.
-El día es tan lindo, quizás pueda ir a comprarme ropa después -. Murmuró para sí mismo mientras se sostenía de las tiras de su mochila, mirando al cielo.
Aquél lugar donde Felix iba todos los días a excepción de los sábados y domingos quedaba cerca de su casa, así que tanto no tuvo que caminar.
Llegó con un buen rostro, una sonrisa a medias que iba captando la mirada de algunos estudiantes.
Felix destacaba, no sólo por sus notas, si no que también por su bonita risa y sonrisa. Las chicas comentaban entre ellas que no existía chico más puro que el rubio.
Fue entonces cuando uno de los estudiantes apareció en su vista, uno con grandes mejillas... y, ¿cabello pelirrojo?
Felix detuvo sus pasos y mantuvo su mirada fija en aquél chico, observando como si intentara cruzarse con sus ojos. Y lo hizo. Un increíble contacto visual que duró un segundo, pero fue el segundo más intenso de su vida.
Ambos volvieron a mirarse y estudiaron un poco el rostro del otro, finalmente el más alto entre ellos acercándose para hablarle.
-Te conozco .- Afirmó.
-Sí, estuviste en mi casa. Querías ir al baño -. Recordó y la risa de los dos se hizo presente.
-¿Te he dicho mi nombre?, no lo recuerdo honestamente. Lamento mucho no haberme siquiera presentado. Soy Jisung -. Estrechó su mano amablemente con el otro.
-Sí, Changbin me contó de ti -. El pelirrojo esbozó una sonrisa, que poco a poco se apagó al mencionar el nombre del mejor amigo del rubio. Un brillo se veía en sus ojos y Lee podía notarlo.
Ambos empezaron a caminar sin darse cuenta, a la par del otro, en un ritmo parsimonioso.
-¿Desde hace cuánto conoces a Changbin, y cómo?
El rubio no quería sonar metiche, pero buscaba sacar tema de conversación, además de que le interesaba saber, y que claramente, no iba a ignorar el brillo en los ojos del pelirrojo de hace segundos con tan sólo nombrar al pelinegro.
-Conocí a Changbin cuando me tocó ir a la dirección, básicamente. Fue algo muy memorable para mí, nunca había ido a la dirección porque jamás he hecho algo malo, sin embargo, ese día había discutido con unos compañeros por intentar defender a una chica, y su venganza fue culparme de algo que yo no hice. Claro, después de todo, se reveló que yo era inocente y los terminaron sancionando a ellos.
Hizo una línea con sus labios, y continuó explicando su historia a medida que ya quedaba poco para llegar a los salones.
-Pero, de no haber sido por su infantil venganza, yo no hubiera conocido a Changbin. Él venía a buscar papeles, que nunca supe de qué eran. La directora parecía tener mucha confianza con él, que era un ex alumno. En ese momento, ella no quiso separar agendas y nos hizo sentarnos uno al lado del otro, habló con cada uno lo que necesitaba hablar, y a pesar de que se dijeron en frente mío muchos datos, tampoco pude entender qué pasaba entre ellos y por qué tanto papeleo. Changbin me habló cuando salimos de la dirección. Me preguntó con más exactitud qué había pasado y le expliqué. Ese día iniciamos una bonita amistad. Pero desde que conoció a SeungMin, que también iba a su curso y era nuevo, poco a poco comenzó a ser más sospechoso y distante conmigo. Al menos estoy feliz de que siempre me tiene en cuenta, aún si ya no nos hablamos tanto como antes. Tenía dieciséis cuando lo conocí, y él tenía dieciocho. Ahora yo tengo esa edad -. Terminó de decir, y Felix comprendió la historia más rápido que un rayo.
-Comprendo. Mira, Changbin es muy raro honestamente. Aunque es mi mejor amigo, no puedo decirte que sé qué pasa entre SeungMin y él, porque, tampoco lo sé. Siempre han sido sospechosos. Pero sabes, no creo que sea algo malo. Quizás, tienen algo secreto.
Felix se arrepintió de decir aquellas palabras, pensó que sonaría bien como para hacerle saber a Jisung que en realidad era porque estaba intentando ser feliz en el ámbito romántico, y que a veces el amor distraía mucho de las amistades.
Mas sin embargo, supo enseguida la respuesta. El pelirrojo era bastante obvio, el único que sería capaz de no ver o notar aquello, era el bajo chico gruñón que tenía de mejor amigo.
-¿Cómo conociste a Changbin tú? -Rompió el hielo el mayor, sí, porque haciendo cuentas, Jisung tenía dieciocho y Felix ahora tenía diecisiete.
-Oh, fue tan sencillo. Cuando yo tenía seis, él tenía diez. Nos encontramos por primera vez en un cumpleaños, en el de mi primita. Yo estaba haciendo un castillo con arena que había en una zona de juegos. Otros niños vinieron, pasaron corriendo y pisaron mi adorado castillo, y empecé a llorar muy fuerte. Mi mamá intentaba calmarme y tomarme de las patas para que pare de patalear -. Soltó una risa al recordar aquello y la misma obligó a sonreír al más alto por lo bella que era su sonrisa.- Todos se habían alarmado, pero todos volvieron a su asunto tan pronto cuando se enteraron que no era tan grave. Changbin fue el niño que logró calmar mi llanto. Hizo muecas raras y me ayudó a construir el castillo de nuevo. En ese entonces su cuerpo no era tan chiquito, el mío era más pequeño, y él era como el grande guardián que estaba allí para que nadie pasara por encima del castillo y lo arruinara.
-Eso sin duda fue muy adorable. Changbin es bueno.- Murmuró el pelirrojo, sonriendo cuando en su mente se proyectó una imagen de su rostro.
La campana sonó.
-Bueno, creo que hasta aquí ha sido la charla. Mucho Changbin por hoy -. Risas se hicieron presentes.- Tengo un examen ahora, así que, deséame suerte. Nos veremos en el almuerzo si quieres.
- iClaro!, mucha suerte. Siempre he oído que eras muy bueno con la escuela, así que ve y arrasa todo. iHasta luego! - El pelirrojo terminó de sacudir su mano junto al rubio y cada uno entró a su salón.
¿Qué le depararía a JiSung en las clases de hoy, además de un intenso examen?
🖇;;
Creo que es la primera vez que hago una nota...
Perdón por tardar tanto en subir un capítulo pero no me hacía ilusión...¡Pero subiré algunos estos días!
💛
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psicólogo -hyunlix
Fanfic-Entonces... ¿cuál es el problema? -Soy gay. -Ese exactamente no es un problema. ADAPTACIÓN AUTORIZADA: @glossydenn_