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-Vamos Miya, ¿no lo has visto? es tan guapo que puedo decir que mis ojos realmente fueron bendecidos.

-¡Es cierto! -El grupo de chicas se rieron entre ellas y continuaron con su charla.- Dicen que sólo tiene veinte años, quién podría quejarse si alguna de nosotras sale con él.

-Exacto, cuatro años de diferencia no es mucho. Todo el mundo tiene que saber que el psicólogo será mío.

-Ni te creas, yo seré la primera que se acerque -. Habló una chica rubia con una sonrisa engreída.

Todos los alumnos se habían enterado de que un psicólogo formaría parte del centro de ayuda en la escuela, pero nadie se esperaba que el mismo tuviera tanta fama en sólo minutos.

El psicólogo, Hwang Hyunjin, caminaba por los pasillos mientras visualizaba los papeles que tenía en una de sus manos. Con la otra, sostenía su taza blanca y bebía sorbos de café.

Pasó por el pasillo principal y decenas de chicas lo miraban encantadas con la apariencia del mismo.

-Demonios, pero si es tan guapo.

-Busquemos a Felix, escuché que asiste a su departamento privado de psicología-. Susurró y el pequeño grupo se movilizó para buscar a su objetivo.

Por otro lado, Lee estaba en las afueras de la escuela, lamentándose el no haber puesto el dato más importante en el examen y no haber llegado a tiempo para poder hacerlo.

-¡FELIX! -Exclamó exaltada una de las chicas del grupo, acercándose rápidamente cuando vio al rubio.

El chico se había asustado tanto que tiró su celular al piso, y con velocidad lo recogió.

-¿Miya? ¿qué pasa? -Soltó una risa nerviosa, las chicas solían molestarlo a veces para recibir 'ayuda', obviamente siendo esto a presión.

-¿Me conoces? -Una de las voces femeninas que provenía del fondo se mostró ante Felix y estrechó su mano con la restante en su muñeca.- lm WooMi.

El pecoso abrió sus ojos en grande tras escuchar el famoso nombre que últimamente rondaba por la boca de casi todos. Tanto que no había atinado a estrechar la mano de la chica.

-Bien, creo que también sabes quién soy -. Dejó de estrechar su mano.- No soy mala, por si eso pensabas, sólo soy un poco rebelde. Pero ahora necesitamos que nos digas todo lo que sabes de Hwang Hyunjin.

Las chicas gritaron emocionadas al escuchar el nombre del psicólogo y empezaron a invadir de preguntas a un confundido Lee Felix.

-iExacto! ¿qué le gusta?

-¿Qué crees que pueda regalarle para conquistarlo?

-¿Le gustan las cosas dulces?

-¿Tiene novia? ¿Estuvo casado?

-¿Tiene hijos o hijas? iPuedo ser la madre!

El rubio, con su ceño fruncido ante el momento tan raro que estaba pasando, las detuvo rápidamente.

-Esto es... suficiente. El psicólogo Hwang no me cuenta nada de su vida y no estoy interesado tampoco. Sólo voy para... "atenderme" -. Hizo comillas.- ¿Entienden? las personas que van allá es para hablar de sí mismos y él es una figura de ayuda que debe escuchar y saber aportar correctamente.

El grupo de mujeres le dedicaron una mirada no tan amigable, cuando se percataron de la expresión del rubio.

-Esperen... ¿por qué me preguntan por él?

-Es el nuevo psicólogo de la escuela. Lo anunciaron hace unos días, pero no sabíamos quién era. Forma parte del centro de ayuda -. Respondió Miya.

Y ahí el mundo de Felix se fue patas para arriba.



[...]


El pelirrojo terminaba de prepararse con una sonrisa. Había salido temprano de sus clases con tal de ir con Changbin. Mentía si decía que no estaba emocionado, porque lo estaba realmente a mil.

Se miró una vez más al espejo y arregló sus cabellos, su chaqueta marrón y sacudió levemente sus pantalones negros para quitar rastros de suciedad u algo parecido.

Se puso un poco de perfume y su brazalete de la suerte, uno dorado y delicado que finalizaba con un pequeño corazón.

Al terminar de prepararse también mentalmente, se dirigió hasta la dirección que el mayor le había indicado, lo que sí le había parecido raro era que el mismo no lo pasó a buscar, y eso sin duda había arruinado un poco la idea o ilusión de una cita cliché.

A decir verdad, el sitio estaba cerca, pero era por una de las calles que jamás había tomado porque le daba miedo ir por ahí. Incluso su madre le dijo que no fuera por aquellas calles.

Obviamente las malas sensaciones llegaron a él y buscó su teléfono para llamar a Changbin. Varios minutos intentando hasta que le respondió.

-Sung. ¿Llegaste? -Habló desde el otro lado de la línea. Su voz se sentía diferente.

-Estoy cerca... Demasiado cerca según lo que marca esto, pero me da miedo.

-¿Estás seguro de que aquí es? Todo está oscuro y hay cosas rotas por todas partes. No parece un parque de diversiones... -Mencionó aterrorizado mientras sus pasos cada vez eran más pequeños.

-Es porque no lo es -. Las manos de Jisung temblaron al escuchar eso.- Quédate quieto, iré a buscarte.

El pelirrojo dejó colgar la llamada con Changbin y con demasiado miedo giró a ver en todas sus direcciones, él confiaba en el pelinegro, pero esta situación le estaba generando un pánico tan grande que quería solo escapar y salir corriendo tanto como sus pies le permitan. La zona era fría repentinamente y decenas de malas sensaciones llegaban a su cuerpo como una tormenta sorpresiva.


[...]


Hyunjin salió del baño de profesores y volvió a ganarse miradas, incluso de las mujeres que enseñaban allí.

No iba a negar que realmente se sentía acosado.

Pero en su mente continuaba rondando la imagen del pequeño cliente de dieciocho años con cabellos rubios. El deseo involuntario de volver a mantener una charla con él, y a pesar de que ya se habían visto el fin de semana, no quería esperar hasta aquellos días, por lo que emprendió su búsqueda sin siquiera preguntárselo a sí.

Miró sus papeles y ahora mismo el menor tenía clases de historia.

Innecesario, pensó.

Se dirigió a los salones de arriba y buscó el de historia, teniendo éxito en un par de minutos y tocando la puerta tras tres sonidos.

-Pase, por favor -. Permitió una profesora joven de cabellos cortos.- Oh, señor Hwang. ¿Necesita algo?

De inmediato las chicas y algunos chicos del salón comenzaron a murmurarse entre sí.

-Sí, profesora. ¿Podría retirar del salón al alumno... -Fingió revisar sus papeles.- ...al alumno Lee Felix?

El rubio se espantó al ver al castaño allí parado, buscando con su mirada los propios ojos, pronunciando su nombre y pidiéndole a la profesora el retirarlo.

-Joder, no... -Musitó el más bajo. Comenzaba a sospechar que el señor Hwang lo había hecho a propósito.

-Oh, claro que sí. Es un buen alumno así que no es problema que se pierda una clase por una vez. Se pone al día muy rápido -. Confesó la mujer con una sonrisa, Felix rodeó sus ojos y tomó sus pertenencias, dejándolas en su mochila.

Pronto el psicólogo ya estaba saliendo rumbo a su oficina con un Lee caminando a su lado, mientras deseaba que la tierra lo trague para escupirlo en otra parte.

psicólogo -hyunlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora