psicólogo -hyunlix

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Susurros y suspiros salían de su boca mientras Hyunjin viajaba por su cuerpo con pequeños ósculos, dejando varios de los mismos mencionados en la zona de sus labios y bajando por su cuello.

Felix se atajaba a las sábanas con los dedos enterrados allí, frunciendo el ceño mientras un pequeño gemido de alerta salía de su boca sin que él pudiera evitarlo.

-Felix, ¿estás listo?

-Mnh, ¿listo?

El mayor deslizó sus manos por sus piernas y lo jaló hacia su cuerpo con más fuerza, pegando ambas anatomías, robando un gimoteo por parte del menor.

-Felix... Felix. -Murmuró Hwang mientras posaba sus manos en sus hombros, dentro del sueño Lee se veía confundido, pero poco a poco se iba aclarando más.

De repente abrió sus ojos con susto y vio a su madre llamando constantemente su nombre, mientras lo sacudía del hombro.

-¡Felix! al fin.

-¿Mamá?

-Llegaste temprano a casa.

-Sí, es que -Rodó un poco sus ojos.-, terminé mis clases más temprano porque ya había terminado todo.

-Oh, bien. ¿por qué traes ese olor? -Se acercó a olerlo, Felix hizo una mueca.

-Tomé un café.

-Bueno.- La madre se dio cuenta que olía a un hombre ajeno.- ¿Quieres comer ahora? Te caliento la comida.

-No me apetece comer.

-Está bien, papá llega a las cuatro, iré a comer de mientras. Si tienes hambre avísame.

-Sí, mamá.

Dicho eso, la señora Lee abandonó la pieza, dándole una última mirada a su hijo sospechando de la situación.

Por supuesto no iba a ignorar los gemidos entre sueño que su hijo había soltado.

Felix se levantó de su cama aún confundido, mirando el reloj y suspirando, había dormido unas pocas horas después de su llegada a la casa.

Tomó el celular y vio la foto de Huunjin, su psicólogo, en el inicio. Sus ojos se abrieron en grandes y entonces recordó que después de la cafetería había ido hacia su casa con un aventón del mayor.

¿Pero acaso antes de dormirse se quedó mirando su foto? ¿Todo eso, fue un sueño sucio con Hyunjin?

-Qué demonios, qué asco... ¿qué es lo que se me pasó por la cabeza?

Dijo Lee con su faceta notablemente somnolienta.

[...]

-iBang Chan! -Gritó en voz baja Jeongin.

-Uh, mierda.

-Ven aquí, maldito imbécil. - Musitó el de menor edad entre dientes, corriendo a su cuerpo cuando vio que Chan había detenido su caminata.

-¿Qué es lo que quieres?

-¿Tú con qué intenciones vas? ¿por qué traicionas a Minho? iSé lo que estás haciendo, imbécil! Y créeme que con un solo dispositivo y botón, puedo acabarte.

-A ver, cálmate -. Murmuró.- Y haz silencio, están ahí.

-Oh, y además de que vienes a decirle a SeungMin la ubicación exacta de Minho y con quién se encuentra, ¿te atreves a intentar esconderte cuando ya te he atrapado?

-Eres estresante, Jeongin. ¿Puedes calmarte? No quiero discutir contigo, suficiente tengo con el soborno de SeungMin.

Yang se cruzó de brazos y sonrió altanero, alzando una ceja.