Capítulo 6

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El tiempo pasa volando para los mortales pero es indiferente para los dioses, así era para Hades hasta que se dio cuenta de que su pequeño Bo cumpliría 10 años ese día.

Se despertó con una sonrisa radiante y un ligero dolor de cabeza, definitivamente el vino hecho por Dionisio pegaba fuerte. La noche anterior el par de dioses se habían ido de fiesta junto a algunas semidiosas y algunos mortales.


"Aghhh si yo desperté así, no quiero pensar como estarán los demás".


Alguien llamaba a la puerta –Señor, hoy es el cumpleaños del mortal.

–Shhhh no hagas ruido, pasa. "Mi cabeza..."

El asistente entró con una lista en la mano.– Traje lo que me pidió.

–Habla bajo, me duele la cabeza.

–Desde que salió ayer con Dionisio sospeché que le pasaría eso. Tenga es el remedio de Hécate.

Los ojos del dios brillaron ante la pequeña píldora que le ofrecía Kihyun.–Sin duda eres el mejor asistente –Señaló y abrió su boca para que su asistente depositara la pastilla.

–¡Esa hechicera es buenísima! Dime según la lista ¿qué desean los niños?

–Bien, lo que encontré fue una bicicleta, un playstation, una patineta, un...

–¡Eso es!

🐇

Después de haber revisado los registros de los juicios, el dios se estaba alistando para su visita a la casa de los Wang, tenía el regalo listo y la intensión de por fin probar el pastel de cumpleaños que tanto había escuchado mencionar de los mortales. Su felicidad fue arrebatada por un caso rebelde...


–Mi señor el enfermero cree que los jueces son injustos con él.

El poderoso dios del inframundo dejó salir sus llamas azuladas y se dirigió a la corte: –Bien ¿qué tenemos aquí?

–El enfermero Dexter cree que sus 13 víctimas están agradecidas con él –respondió el juez Minos.

El dios se sentó en tu trono y sonrió con sarcasmo. – ¡Ay claro! ¿cómo no van a agradecer que les inyectaste insulina en el cuarto dedo del pie? Siendo imperceptible para las autopsias.

El enfermero se puso de pie.– ¿Verdad que fue perfecto?


"¿Este tipo no entendió mi sarcasmo o qué?".


–Dexter, asesinaste a 13 ancianos que estaban bajo tu cuidado. ¿comprendes que eso está mal?

–Esos ancianos estaban tan enfermos que nunca saldrían adelante, sólo costaban dinero a sus hijos, tiempo y espacio. Le hice un favor a los hijos y esos ancianos pueden irse rápido a su próxima vida.

–Nadie tiene derecho de interferir en las vidas humanas...

–Nadie más que ustedes ¿no? ¡Dioses sin valor!


Los jueces se sorprendieron de que una blasfemia de mortal hablara así de su dios, los guardias abandonaron sus bellos rostros con morfología humana para revelar su verdadera forma demoniaca y del mismísimo amo del inframundo brotaron las llamas azuladas que se extendieron formando un círculo alrededor del humano, de los lugares donde recorrían las "venas" podía notarse claramente como el líquido se tornaba de un azul profundo, color que adoptaron sus pupilas ante tal indignación.

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