Capítulo 25.

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Por la mañana YiBo despertó en su cama, al mirar su brazo vio la curación que le habían dejado. Los rayos del sol comenzaban a asomarse y un pequeño ramo de rosas rojas estaban a un lado de su cama, precisamente arriba de un conejito de peluche gigante.


El pelinegro feliz abrazó su conejo de peluche percibiendo el aroma de su Zhan Ge.

–Si quieres más a ese conejito, no te mereces al real –dijo una voz desde la puerta de la habitación.

YiBo inmediatamente soltó el peluche y sonrió al ver a su Zhan Ge. –Mi conejito real es precioso.


El dios se le acercó y depositó un tierno beso sobre los labios del mortal. –Si sigues acostado no probarás tu desayuno.

YiBo rodeó la cintura del dios metiendo sus manos debajo de su camisa. –Pero mi desayuno ya está aquí.

–Mmm... no, yo tengo hambre –dijo el dios con un puchero alejándose del mortal.


Después de un juego de pucheros, por fin Hades pudo vestir a YiBo decentemente pues debido a que el dios no quiso enredarse en la cama el mortal se rehusaba a vestirse.


El desayuno fue en el jardín del Eliseo, YiBo tenía prohibido estar ahí sólo ya que como mortal podría llegar a encontrar algo que lo atrajera y jamás podría regresar a la tierra. Una manta, una canastilla con deliciosa comida y su preciado dios eran el combo perfecto para una bella mañana.


–Zhan Ge, ¿te tomaste el día libre? –preguntó mientras acariciaba el cabello del dios que se encontraba sobre su regazo.

–Soy el jefe, puedo hacer lo que yo quiera.

–Kihyun te habla...

–¿Qué?, ¿dónde? –pregunto Hades levantándose rápidamente.


El mortal no pudo contener sus carcajadas. –¿El jefe?, eres adorable.

–Aghh, y por eso dormirás sólo.


Hades regresó a al castillo asegurándose de que YiBo lo iba siguiendo, una vez dentro le propuso al mortal ver películas en su habitación.

–¿Y si mejor vamos al cine? –propuso YiBo.


Hades tomó su mano impidiendo que siguiera caminando hacia la puerta, un movimiento de dedos y convirtió el comedor en una mini sala de cine. Con la gran pantalla enfrente e incluso palomitas listas para comer.


–Quería que hiciéramos algo normal Zhan Ge –reclamó YiBo cruzando los brazos.

–Anda ven, es más privado... –sugirió Hades guiñándole un ojo.


El mortal quería resistirse ante el encanto del dios pero era una misión imposible. Camino lento hacia la cocina para tomar un helado de vainilla, regresó a la mini sala de cine y se sentó a un lado del dios. Hades se recargó sobre su hombro mientras veían una película de terror, aprovechándose de que el mortal cerró los ojos durante un momento... el dios chasqueó los dedos dejando a YiBo sin pantalón y sin bóxer.


–Zhan Ge, me dio frío –abrió los ojos de par en par al notar que su ropa había desaparecido, de paso su helado cayó sobre él.

HADESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora