Capítulo 14

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Después de aquel beso de navidad la tensión entre Hades y el mortal creció. YiBo por su lado quería que no fuera cosa de un día, él quería que el dios lo aceptara. Por parte del dios, había un sentimiento de culpa, sentía atracción pero no quería hacerle caso "soy un dios, no debo de estar así por un mortal".


Pasaron algunos años y YiBo ya estaba haciendo sus trámites para ingresar a la universidad, Hades había restringido sus visitas al chico... sólo iba una vez al mes, provocando que el menor se sintiera frustrado y rechazado por él.


Durante una de sus visitas al mortal Hades tenía una lucha interna, a veces la ignorancia es una bendición. Se sentó en la cama de YiBo esperando que éste ingresara a la habitación pero eso no pasaba, la madre del menor estaba platicando con él en la cocina. YiBo estaba ansioso por subir, sabía que esa era la noche en que iba Hades, cuando por fin pudo entrar a su habitación el dios le sonrió y señaló con su cabeza la dotación de jugos dejando ver unas marcas en su cuello.


–YiBo ¿por qué te pusiste serio? –preguntó el dios.

–No deberías de venir después de revolcarte con tus chicos.

Hades llevó su mano al cuello. –Ahhh no es de hoy, este...

–¿Qué pasa Zhan Ge?

–Trata de disfrutar a tus padres y el viernes no olvides ir a tu clase de inglés recuerda que es importante.

–Lo sé, siempre me dices que estudie mucho. ¿seguro de que estas bien?

Hades abrazó fuertemente a YiBo y antes de desaparecer le dijo. –Nos vemos pronto.


YiBo se quedó pensativo en su habitación, tenía tiempo que su conejito no lo abrazaba y esa noche repentinamente lo hizo, su rostro reflejaba angustia pero no quiso decir más "¿Qué es lo que pasa Zhan Ge?".

🐇

"Agh no quiero que sea viernes pobre de mi Di Di" pensaba Hades una y otra vez.


–Mi señor ¿le dijo algo a Bo? –preguntó Kihyun.

–No puedo decirle, por más que quiero no debo –respondió dejándose caer en su cama.

–No quiero que pasen los días, pobre Bo –continuó diciendo Kihyun.

–Confirmo –dijo Hades tapándose con su sábana hasta el rostro.


Para el dios la semana transcurrió como cualquier otra: juicios, alguno que otro rebelde, tratar de bañar a cerbero...etc.


El viernes por la mañana Hécate fue a visitarlo o mejor dicho fue a asegurarse de que no interfiriera en lo que estaba por pasar.

–¿Hades le dijiste al mortal? –preguntó la hechicera.

–Sabes que no puedo, si me disculpas tengo trabajo que hacer querida.

–Adelante corazón, me marcho.


Sin decir más Hécate se retiró ligeramente triste, todos sabían lo que estaba por ocurrir.

🐇

Todos lo sabían excepto la familia Wang, que esa mañana se preparó como cualquier otro día. El señor Wang besando a su esposa y recordándole a su hijo que tenía que portarse bien, la señora Wang asistiendo a su club de lectura después de haber despedido a su hijito que iba a la escuela.

HADESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora