One-Shots || +18 || VOLKACIO

EDAMAME

⇠ Tienes aquello tan jugoso ⇢

Horacio besaba con delicadeza a Viktor, recostado en la misma camilla junto a él. Dandole mimitos, tratando de que su estadía en el hospital fuese un poquito más amena. Viktor giró a Horacio y lo puso sobre él, con cuidado en su pecho.

— Que te voy a lastimar, ruso de los cojones— Dijo apretando un poquito su nariz.

— Mientras no me toques el pecho no me duele nada— Sonrió, tratando de convencer al chico de que se quedará sobre él.

— Van a venir los médicos— Insistió tratando de bajarse, sin embargo las manos pálidas en su cintura se lo impidieron.

— Son las dos de la mañana, Horacio, a esta hora no viene ni Cristo y mucho menos al norte. Venga, dame un beso— Horacio negó, sin embargo bajo un poco a besarlo. Viktor dejo un apreton en su trasero, estrujándolo un poco.

— Viktor, joder. ¿No puedes estar quieto ni siquiera por qué estas aquí?

— No— Susurró— ¿Quieres que te chupe la polla?— Horacio lo miró sorprendido, Volkov dejo caer sus hombros— Si quieres.

— ¿Có-cómo que...? Si ni siquiera te puedes levantar bien.

— Entonces, ¿tu a mi?— Preguntó aguantándose una risa. Horacio movió un poco la cabeza, sin desagradarle la idea.

— Bueno— Se bajó de encima de él, bajó de la camilla y bajó la sabana blanca hasta los muslos del hombre.

— Si tu estuvieras en mi situación también lo haría eh, que quede constancia— Horacio asintió, metió la mano en los pantalones celestes del chico y sonrió.

La mano de Horacio viajaba dentro de los boxers de su pareja, masajeando su miembro con una velocidad constante, subiéndola de vez en cuando y acercándose a su boca para besarlo. Viktor le soltaba gemidos en la boca y eso a Horacio le encantaba. Viktor gimió más alto en cuanto sintió la humedad de la lengua de Perez tocar su punta, la lengua del inspector no se detuvo en ningún momento, humedeció por completo el pene pálido, delineando la punta que goteaba pre semen.
Viktor apretó las sabanas debajo de él en cuanto sintió la calidez de tener todo su miembro dentro de la boca de su noviecito bonito. Las horcadas de Horacio no tardar mucho, y con ello vino la saliva derramándose de su boca.

Volkov se enderezo un poco, mirando el estado de Horacio, sudado y con ligeras lagrimas en sus ojos, la saliva chorreando de su boca mezclada con el pre semen, su cabello pegándose a su frente ante el sudor, el maquillaje que antes se posaba debajo de sus ojos ahora estaba derramado, Horacio jadeaba un poco.

Joder, que imagen más preciosa estaba contemplando Viktor. Cualquiera pagaría por ver algo así y seguramente no sería tan precioso como lo es su novio.

Viktor echo la cabeza hacía atrás, disfrutando del roce de los dientes del inspector contra su miembro palpitante. La manera en que Horacio manejaba aquello era maravillosa, sus manos no dejaban de masturbarlo mientras concentraba su boca en su punta, lamiendo y mordiendo muy ligeramente, tomando todo aquel líquido transparente que chorreaba, saboreandolo como si del último lichi se tratara. Disfrutando todo aquello que se le proporcionaba.

Horacio llenaba su boca de aquella carne tan jugosa, succionandolo como edamame. Haciendo sonidos involuntariamente con su saliva y lengua. Atragantándose con aquel miembro, sin embargo sin dejar de golpear su campanilla con la punta, le dolía pero lo disfrutaba como si de su última comida se tratara.

Viktor no podía aguantar más, exploto apenas sintió el cosquilleo en su abdomen, ensuciando la cara de su novio con mejillas sonrojadas, un poco del líquido blanco cayó sobre sus mejillas y su ojo, el cual cerro y miró al comisario sonriendo y sacando la lengua, mostrando orgulloso el líquido que yacía ahí.

— Joder, Horacio— Llevó una mano a su frente y retiró el cabello que caía ahí— Te ves hermoso.