One-Shots || +18 || VOLKACIO

TEACHER'S PET 7 ∘ THE END

⪖ Quédate un ratito más, quédate a verme bailar, quédate aunque me mates luego ⩽

Horacio gimió con fuerza al ser empotrado contra la encimera de la cocina, se sujeto con fuerza al cuerpo fornido del profesor, jadeando ante las mordidas y succiones que eran depositadas en su cuello y hombros, echaba su cabeza hacía atrás mientras sentía los dedos del mayor penetrarle con fuerza, dilatándolo para después recibir el miembro sin dificultad.

El alumno se dejaba llevar por las sensaciones que Viktor le hacía sentir, la excitación y el placer no lo dejaban pensar correctamente, la cordura se había ido en el juego previo que habían tenido y ahora mismo poco le quedaba para explotar sobre su ropa.

Apenas Viktor estímulo un poco la punta de su miembro unos largos gemidos acompañados del blanquecino líquido ya conocido salieron de él, ensuciando su sudadera y retorciéndose un poco sobre los brazos del maestro.

— Buen chico— Murmuró sobre sus labios antes de besarlo— ¿Quieres hacerme una mamada?— Horacio asintió entusiasmado aunque un poco cansado, de un saltito bajo de la encimera y se arrodillo frente al profesor quién girándose se recargo contra el mármol— No creas que te haz salvado de la follada que te daré— Horacio negó con una sonrisa. Ni loco se la perdería.

Con sus pequeñas y delicadas manos, Horacio empezó a desabrochar el pantalón del ruso, acariciando primeramente su miembro por encima de la fastidiosa tela, remarcó la figura del miembro antes de liberarlo. Suciamente tomó un poco del semen que habían en su sudadera y lo esparcio por el otro miembro, riendo despacito antes de introducirlo a su boca y saborear el pre-semen con su semen, un interesante contraste de sabores.

Movía su cabeza con rapidez, tratando de mantener el miembro por completo dentro de él aunque a veces se ahogaba un poco cuando tocaba su campanilla, la saliva empezaba a saltar de los bordes de su boca incrementando así la excitación de la imagen que Viktor tenía al mirarlo.

Horacio cerró sus ojos con fuerza al sentir el miembro adentrarse en él, se sostuvo con fuerza del borde de mármol y abrazó con sus piernas la cintura del hombre acercándolo así más a él. Una de las largas manos del mayor se metió a la sudadera del chico, tocando su cálida y bronceada piel, estiró sin cuidado el pezón del chico haciéndole retorcerse un poco. H buscando algo más que la mano del mayor, levantó su prenda, la introdujo en su boca y la mordió cuando la primera embestida se realizó, Viktor rió un poco con los gestos que hacía el chico, buscando complacerlo más llevó su boca al pezón del estudiante, mordiéndolo y dejando algunas marcas al rededor y por todo su pecho que luego, le dolerían y ni siquiera sería físicamente.

Viktor embestía con fuerza al chico que trataba de controlar sus fuertes gemidos, apretaba los hombros del mayor aunque poco le servía cuando las embestidas se intensificaban haciendo rechinar el mármol elegante de la encimera con el roce de las pieles.

Horacio sentía sus sentidos explotar nuevamente, empezaba a imaginar cosas y a irse de ahí. Se sujeto con más fuerza al cuerpo del mayor y lo abrazó un poco, los espasmos en su vientre aparecieron y con ello sus piernas a temblar poco a poco intensificando aquellos movimientos, un ligero rose de la piel del estómago del docente contra su miembro fue todo lo que necesito para terminar de nuevo, ensuciando nuevamente su sudadera y ahora el cuerpo del ruso. No se despegó del pálido hombre, lo abrazó con un poquito de más estabilidad mientras recuperaba su fuerza, dejó que continuará follandolo con tranquilidad hasta que Viktor terminará dentro de él.

— Vamos a mi habitación— Propusó dejando pequeños besitos en el cuello del hombre.

— Sí, sería bueno que descansaras en un lugar cómodo.