TEACHER'S PET 5

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// Aparentemente esta parte me la salte sin darme cuenta ajaksjskdj, una disculpa bebetes, aquí la tienen ya //

› Si soy tan especial, ¿por qué soy un secreto? ‹

Horacio sonrió, escabulléndose entre los pasillos de la librería, tomado de la mano con su profesor de literatura, llegaron hasta una esquina solitaria donde había un par de mesas solas. 

— Follame aquí— Pidió en un susurró, cerca de los labios del mayor, terminando por robarle un beso.

— Hay cámaras.

— No, aquí no. Solo no te muevas mucho hacía la izquierda y nadie te verá— Sonrió mientras mordía su labio inferior— Follame.

— Horacio, por Dios.

— Por favor— Insistió, mirandolo con esos ojitos tan chantajistas, Viktor negó pero lo besó— Nos podemos meter en problemas.

— ¿Y qué?

— No podemos dejar que nos descubran. Es ub secreto, ¿lo recuerdas?

— ¿Por qué? ¿No crees que...— Empezó a juguetear con la camisa gris del profesor— Es hora de decírselo al menos a mi padre?— Viktor tragó saliva para después sujetarlo con fuerza de la nuca y besarlo.

— No deberíamos de hablar sobre eso, no ahora, déjame... Déjame chupartela— Horacio asintió con rapidez, apenas con ese simple sucio beso excitadose.

Viktor se puso de rodillas frente a él, besando primero su cintura, sus caderas y su vientre, con tranquilidad recorrió aquellos mismos sitios pero ahora con la lengua, sacando algunos suspiros de parte del chico.

— Ten cuidado con la cámara— Dijo en un susurró, advirtiéndole al mayor y esté asintiendo.

El docente continuo con su tarea, desabrocho el pantalón negro del chico y lo bajo hasta sus rodillas, no había necesidad de quitárselo por completo. Soltó un poco de aire sobre la erección y sonrío después del pequeño quejido. Lamió por encima de la fastidiosa tela de la ropa interior, parecía quemar la piel del chico, quería que se la quitará en ese mismo instante pero Viktor no iba a ceder tan rápido. Prosiguió dejando algunos besos en sus muslos y piernas, incluso llevando una de ellas al hombro del mayor. Subió sus largas manos adentrandolas en la camisa del chico y acariciando su torso hasta llegar a sus suaves pezones, toqueteandolos y poniendolos erectos al contacto con las frías yemas, continuaba con los besos mientras pellizcaba los pezones, estirandolos un poco provocando unas ligeras punzadas de dolor pero que a Horacio le encantaban.

— Por favor, empieza— Rogó en voz baja.

— Voy— Avisó con una risita al final.

Bajo la pierna de su hombro y retiró la ropa interior, igualmente hasta las rodillas, Horacio acomodó de nuevo la pierna sobre su hombro, negandose a retirarla de ahí.

El profesor de literatura dejó caer un cúmulo de saliva sobre la erección que golpeaba el vientre del menor, primero acarició con su mano aquel miembro del cual emanaban algunas gotitas de pre-semen, lúbrico el miembro gracias al líquido baboso y a su saliva. Miró por unos segundos a los ojos al chico para después, sin retirar la mirada, meter el miembro en su boca, lengueteando su punta y retirando el exceso del pre-semen, tragandolo. Ahuecaba sus mejillas para succionarle con cuidado de no lastimarlo.

Horacio sonreía como un bobo, creía que, quizás aquello significaba algo más que solo sexo, por alguna razón así fue como lo sintió, pobre inocente.

Volkov recorría la longitud del miembro con su lengua, acariciando las venas marcadas, dejaba sucios besos sobre todo el miembro e incluso sobre los testículos, aquellos solo los lamió un poco ya que, no iba a admitir de ninguna manera que no sabía muy bien como lidear con esa parte, así que solo continúo dandole atención al miembro, chupando suciamente y creando sonidos vulgares que trataban de no ser ruidosos.

V. V Escupió en sus dedos para después llevarlos a la entrada del chico y ahí acariciar con círculos los pliegues un poco, con ello el placer del chico salió disparado, pidiendo más entre murmuros y maldiciones, pidiéndole que lo follara pero aquello no pasaría, al menos no dentro de ese lugar.

Viktor penetró al chico con la lengua mientras que con una de sus manos lo continuaba masturbando, recorriendo con sus largos y delgados dedos el miembro, torturando su goteante punta con el pulgar, haciendo algunos círculos y después apretando un poco.

Horacio sujetaba la cabellera del ruso, mordiendo con fuerza su labio inferior y evitando así los fuertes gemidos, sin embargo alguno se le escapaba, por lo tanto Viktor, con su mano libre, decidió dirigirla a su boca y cubrirla con esta, tratando de evitar lo máximo posible cualquier sonido.

Las piernas del estudiante temblaban, sentía que si Viktor se alejaba caería al piso. Los ojos del chico empezaron a expulsar algunas lagrimitas, se sujetaba de los libreros y apretaba la madera de ellos. Su mente se había ido a otro lado lejos de ahí, quizás a otra galaxia.

Viktor regresó su boca al miembro, ansioso por probar la esencia del pequeño estudiando, escupió un poco y lo metió entero a su boca, subiendo y bajando su cabeza con rapidez creando un bonito vaivén lleno de placer.

Perez, sin aguantar más, soltó su líquido blanquecino en la boca del mayor, en ese momento hasta sus brazos temblaron gracias a los espasmos. Viktor tragó todo aquel líquido, enseñándole su lengua llena con él antes de comerlo.

Sujeto al hombrecillo alumno y dejó que se sentará sobre sus piernas, escondiendo su rostro entre su cuello, acarició su espalda por unos minutos hasta que el menor se relajo por completo y pudo regresar su respiración normal.

— Te quiero.

One-Shots || +18 || VOLKACIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora