TEACHER'S PET 3

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+ PRECUELA +

↡ Nunca conocerás lo que siento por ti, nunca conocerás lo que tu caricia me hace sentir ↟

Horacio caminó lejos de su casa por las solitarias y oscuras calles de Los Santos, buscando un lugar para refugiarse y pasar la noche, su móvil vibraba con los mensajes de su padre: "Vuelve ahora" "¿Dónde coño dormirás?" "Regresa, Horacio" "Tengo que irme a trabajar y como no regreses ahora les diré a mis agentes que en cuanto te vean te detengan y pasaras la noche en el calabozo" "REGRESA AHORA", entre otros, los ignoraba con enojo.

Aquella noche Horacio había salido de casa azotando la puerta después de discutir con su padre, él solo quería salir a divertirse por una puñetera vez, pero siempre estaba su padre negándoselo, que la ciudad era muy peligrosa de noche, que si el alcohol, que si esto, que si el otro. Y Horacio lo sabía, joder, claro que sabía que la ciudad era una mierda de noche, pero solo quería vivir su juventud como sus amigos, solo pedía eso, salir al menos por una puta vez, tampoco le estaba pidiendo vender drogas o salir todos los días.

El chico trataba de buscar una solución de donde quedarse a dormir, de donde pasar la noche al menos con un poco de calidez, sin embargo en su cabeza no había nada. Gustabo esa noche se había ido a dormir con su novio chino a base de mentiras hacía su padre, y no podría ir a su casa y hacer que su padre se enterara.

Y entonces su ángel apareció.

— ¿Horacio?— Le llamaron desde dentro del auto negro lujoso con vidrios tintados. Horacio se asusto un poco siguió caminando, temiendo que fuese algún enemigo de su padre— ¡Horacio!— Volvieron a llamarlo ahora bajando la ventanilla, Horacio miró al sujeto de dentro, reconociéndolo de inmediato.

— Joder— Susurró, mirando a su profesor.

— ¿Está bien, Horacio? Estas no son horas de pasear por la calle y menos considerando que mañana tiene clase desde tempranas horas.

— Lo sé pero...— Bajo la mirada apenado— No tengo a dónde ir por ahora— Alzó sus hombros ligeramente.

— Suba— Le ordenó, Horacio lo miró con el ceño fruncido— Lo llevaré a casa, no puedo dejar que un alumno de la institución este a estas horas en la calle considerando los peligros que puede haber.

— No, no, estaré bien, buscaré un lugar— El profesor negó.

— Suba, Horacio— El chico, sin más remedio y sabiendo que no tenía otra manera, rodeó el auto y subió de copiloto— ¿Qué hace a estas horas?— Preguntó, poniendo en marcha el auto. Horacio se hizo bolita en el asiento de cuero negro.

— He discutido con mi padre— Dijo, subiendo los pies al asiento con miedo de que su profesor le reprochara, sin embargo no lo hizo, lo miró y solo sonrió y joder, Horacio se embobo con aquella sonrisita— No me lleve a casa— Pidió bajito— No hay nadie en mi casa y no tengo llaves— Mintió con lo último.

— Llame a su padre y vamos a comisaria a por ellas— Negó.

— De verdad que no quiero estar cerca de él ahora, por favor, profesor Volkov. Dejeme en cualquier lugar excepto cerca de él.

— ¿Ha sido fuerte?— Horacio sintió pena porque quizás solo era una tontería.

— Algo así— El docente suspiró.

— ¿A dónde quieres ir entonces?

— ¿Con usted?— Pidió en modo de pregunta, apenado por pedirle aquello pero no había otro lugar en el que él pudiese estar seguro, porque siquiera los hoteles eran seguros.

— Usted sabe que no puedo hacer eso— Horacio hizo un puchero, arrodillándose en el asiento y posando su mano en el antebrazo del mayor que estaba sobre la palanca de cambios.

One-Shots || +18 || VOLKACIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora