Katherine subió las escaleras, y vio a Violet saliendo de la habitación de Klaus.
- ¿Que paso?
- Solo hizo un poco de berrinche no te preocupes
Minutos antes
- ¿Klaus?-
- Dónde estabas? Te hicieron algo? Fue Lillian? Dime la verdad y ahora mismo voy y le...
- Cálmate Klaus nunca te había visto de esta manera, estábamos en un parque a unas seis cuadras de aquí.
- Entonces Katherine no...
- ¿Quien?
- Nada ahhh creo que cometí un error
- Entonces cometiste dos, Lillian me dijo que la trataste mal-
- Si ese es el problema número uno, y el único. Creí que ella te había hecho algo, Olaf no estuvo aquí durante casi todo el día y luego Lillian llego. Y apenas regresan tu y Sunny, creí que algo habían hecho.
- Klaus me conoces, sabes que yo no dejaría que nos hicieran daño-
- Y justo porque te conozco, tu nunca te vas sin decirme algo-.
- Tienes razón perdóname, pero debes hablar y pedirle perdón a Lillian, ella es buena, muy diferente a Olaf. Deberías darte la oportunidad de conocerla.
- Me encantaría poder pero ahora no creo que ella me de la oportunidad a mi...
- Habla con ella. Hoy dormiré en su habitación con Sunny. Tienes la habitación para ti, podrás pensar lo que quieras y podés descansar "cómodamente". Aprovechalo- le sonrió
- Está bien, tengan una buena noche- Violet abrazo a Klaus para después salir
Justo ahora
- ¿Es como un niño pequeño?-
- Es un niño pequeño, como tu- sonrió
- Jaja uy señorita usted conoció a los dinosaurios
- Casi jaja
Ambas entraron en la habitación, Violet se cambió de ropa a su pijama y Lillian igual. Weasley tomo una almohada y una cobija de su ropero y se acomodo en el sillón.
- Violet, ¿Te puedo contar un secreto?
- Claro que si, soy buena guardandolos
- Okay ven acércate - Violet se sento en el sillón a lado de Lillian y comenzó la plática.
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"Una Serie De Eventos Desafortunados"
FanfictionDonde el Conde Olaf ya tenía una "hija". Katherine Weasley una niña de tan solo 12 años o más que perdió a sus padres y hermano en un terrible incendio. (Más sobre ella en el capítulo uno) Un día llegan a su nuevo hogar los huérfanos Baudelaire que...