25.

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Narrador L.

Travis volvió a su asiento acomodando su saco exageradamente, se reclinó y sin más solo inhaló y exhaló. En estos momentos en lo que de le escapa un poquito de furia recuerda las palabras de su padre.

"Travis, recuerda siempre tomar aire para que la calma vuelva a ti, si no funciona... Imagina algo que te haga sentir cómodo, feliz, sereno"

El joven hizo lo que tenía en mente y después de inhalar y exhalar veías veces comenzó a imaginar se a su familia, a su mamá, su padre, su hermana. Todos unidos de nuevo.

Sin embargo su concentración se vio interrumpida por alguien en la realidad. Al ser interrumpida solo se imagino como todo el techo en llamas cayó encima de los demás y eso lo saco del trance.

- ¿Que?- dijo de mala gana al ver la mano de el hombre sobre su brazo

-Joven Hargreeves, lamento mucho lo que mi esposa a dicho hace un momento, tiene razón no debió-

- Algo es cierto- fijo quitando su brazo de mala gana- no debía abrir la boca-

Nuevamente le regaló una sonrisa falsa y lo ignoro. El joven Travis había cambiado demasiado desde la perdida de su familia, a veces le daban ataques de irá, a veces ataques de ansiedad. Y lo único reconfortante que había para calmarlo, estaba sin vida según sus recuerdos.

Hoy en día que sabe que su hermana sigue viva, algo dentro de él se iluminó figuradamente y pudo encontrar de nuevo un poco de felicidad pura.

La esposa de el señor Poe regreso y con ella Grace Hargreeves, ambas tomaron asiento. Grace le sonrió a "Jackson" y se escucho música eso indicaba el inicio de la obra.

Y regresando con los Baudelaire y la chica Weasley,el inicio de una pesadilla.

(...)

La obra comenzó, con un corte de 10 minutos entre cada escena. En la mente de los chicos lo único que podía pasar era.

Violet; muero de sueño, figuradamente.

Klaus; esta obra ni sentido tiene, literalmente.

Katherine; ¿Pero que diablos se le ocurrió hacer?

Mientras tanto, el joven Travis solo estaba disfrutando de un profundo sueño, el aburrimiento solo le provocaba eso... Dormir.

Por otro lado Sunny en su juego de cartas...bueno ella era imparable.
Manejaba la baraja de una manera muy astuta.
Después de tanto apostar con el hombre con garfios, ella ya no tenía una cinta en la boca, ni siquiera tenía los brazos atados a un lazo. Tan pequeña y tan astuta la menor de los Baudelaire.

"Una Serie De Eventos Desafortunados"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora