don't give up on me // larry stylinson

IX

Finales de abril de 2015.

(On The Road Again Tour).

Louis suspiró con cansancio antes de salir de su camerino y atravesar los pasillos del backstage, en dirección a la sala donde ensayarían antes de salir al escenario.

Había permanecido allí más tiempo de lo normal esperando a Harry para cambiarse juntos y hablar durante un rato como solían hacer durante las giras. Pero eso era antes de que una densa y calígine distancia se instalase entre ellos.

Sintió como su corazón temblaba ante la verdad de ese pensamiento.

Últimamente, todo apuntaba a que su relación iba a rachas. A veces, Harry se mostraba sensible y necesitado de cariño, y otras, distante y —en muchas ocasiones— inaguantable.

Louis pensó con tristeza que cada vez compartían menos momentos: muchas veces dormían en habitaciones diferentes, en el mismo backstage ya no solían mantenerse siempre juntos —como solían hacer—, y no recuerda cuando fue la última vez que verdaderamente disfrutaron estando el uno junto al otro.

Louis ni siquiera recuerda cuándo fue la última vez que Harry le dijo «Te amo».

Sintiendo un nudo en su garganta, el ojiazul aceleró el paso hasta llegar a la sala de ensayo, concurrida por personas que iban y venían rápidamente haciendo las últimas preparaciones.

Niall sonrió al verle entrar mientras se ajustaba los auriculares. Liam no levantaba la vista de su teléfono, donde tecleaba con dedos rápidos, y Harry se encontraba al fondo de la sala, hablando con Lou mientras ésta le retocaba el pelo y maquillaje.

Cruzaron miradas durante varios segundos, y Louis pensó que quizá hoy era uno de esos días buenos, donde Harry buscaba cariño y no fruncía el ceño cuando Louis le daba un abrazo.

Avanzó un paso en su dirección antes de ser retenido por alguien del equipo técnico y encaminado hacia el otro extremo de la sala para ajustar su micrófono y sus auriculares.

Cuando finalmente fue liberado, visualizó a Harry en el otro extremo de la sala, solo, apoyado en la pared y mirando el suelo.

El pulso de Louis se aceleró mientras se acercaba a él, y no supo distinguir si de nervios o de cariño.

Harry ni siquiera levantó la mirada cuando se detuvo a su lado.

Louis sintió un pequeño vacío en su pecho y se acercó más, rodeando la cintura de Harry con el brazo y pegándose a su costado, apoyando la cabeza en su hombro.

En cualquier otra ocasión —la que debería ser considerada como normal—, Harry habría envuelto sus brazos alrededor de Louis y habría besado su sien y luego sus labios, pero esta vez el rizado se apartó. Se deslizó suavemente hacia un lado, sin mirar a Louis y alejándose.

El mayor sintió como algo dentro de él se quebraba y lo retuvo por la muñeca antes de que se alejara.

Harry giró por su agarre, enfrentándolo y a Louis le dolió lo guapo que era.

Vestía con sencillez, unos vaqueros ajustados negros y una camisa cualquiera, pero Louis adoraba la forma en la que su largo pelo se rizaba sobre sus hombros y cómo su mandíbula daba un toque afilado a su rostro.

—¿Te pasa algo? —preguntó a media voz.

Harry desvió la mirada.

—No, Louis, no me pasa nada.

El aludido soltó su muñeca y se cruzó de brazos.

—Llevas todo el día ignorándome Todo el día y toda la semana.