Enero de 2017
DoncasterEncendió el segundo cigarrilo de aquella tarde y dio una profunda calada, tratando de calmar los nervios que sentía en cada parte de su cuerpo.
Habían pasado dos años.
Se ajustó la fina chaqueta que llevaba e ignoró el frío de Doncaster mientras se recostaba en la pared. No sabía cómo iban a reaccionar el uno frente al otro.
El sol descendía lentamente a medida que los minutos pasaban y la desierta calle en la que se encontraba se oscurecía cada vez más.
Podría perfectamente volver a su casa, que se encontraba dos calles más allá. Podría volver perfectamente y evitar aquel reencuentro. Pero una frase resonaba en su cabeza y se lo impedía: «La vida es jodidamente corta».
El simple hecho de recordar aquellas palabras pronunciadas por el cansado rostro de su madre provocaron que su corazón se encogiera y que los ojos se le aguaran. Encendió un tercer cigarrillo.
Miró el cielo inconscientemente, coloreado por tonos anaranjados y rosados, y deseó que ella estuviese allí ahora mismo. Quería hacerla sentir orgullosa.
No sabe cuánto tiempo pasó, pero tenía la mirada fija en el suelo y la calle estaba bañada por la luz de las farolas cuando escuchó el sonido de unos pasos aproximándose. El sol no se había puesto completamente y lo primero que divisó fue la larga figura de su sombra sobre el asfalto.
Sintió cómo su pulso se aceleraba ligeramente y cómo el nerviosismo crecía de nuevo en él cuando levantó la cabeza.
Se había detenido a un paso de Louis. Una barba de unos pocos días decoraba su mentón y su mandíbula, haciendo juego con el cabello de color azabache. Vestía con ropa negra y su semblante era triste.
Zayn.
Percibió que su propia tensión disminuía cuando sus tranquilos ojos color café conectaron con los suyos, y durante un momento ninguno dijo nada.
Se incorporó con lentitud sin saber muy bien qué hacer o qué decir, pero fue cuestión de medio minuto para que Zayn diese un paso adelante con los brazos extendidos y medio segundo para que Louis lo abrazara con fuerza.
Su corazón se calmó al sentir los brazos del moreno alrededor de su espalda, y sintió calidez por aquel gesto de Zayn.
—Lo siento —susurró bajito en su oído. Casi había olvidado su voz—. Lo siento. Lo siento muchísimo, Louis.
El ojiazul no respondió, pero rodeó con más fuerza al moreno e intentó que las lágrimas no abandonaran sus ojos y no derrumbarse allí mismo. Sentía los brazos del moreno firmes a su alrededor y un sinfín de recuerdos le nublaron la mente cuando escondió el rostro en su hombro.
Hace apenas cuatro años aquel abrazo hubiese sido normal, pero dadas las circunstancias actuales y la discusión que tuvieron hace dos años, el gesto escondía más «Lo siento» de los que sus bocas eran capaces de pronunciar.
El sol ya había desaparecido cuando finalmente Louis se separó de Zayn y se limpió una lágrima traicionera que descendía por su mejilla. Pudo ver que el moreno tenía los ojos cristalizados.
Apoyó la espalda en la pared y metió las manos en los bolsillos, encogiéndose por el frío. No calculó cuánto tiempo estuvieron en silencio uno frente al otro, pero el cielo estaba negro como el carbón cuando su compañero habló de nuevo.
—Lo siento —repitió Zayn—. Yo... fui un gilipollas. Perdón.
La discusión que tuvo con él tras su salida de la banda clareó con más intensidad en su mente. Sacudió la cabeza.
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don't give up on me // larry stylinson
FanfictionOne Direction aununció un merecido descanso en 2015. Las vidas de Harry y Louis toman caminos opuestos, a la vez que tratan de olvidar lo que alguna vez fueron. Pero Louis aparece en las canciones de Harry y Harry aparece en las de Louis, cercioran...