Horacio despertó, abrió los ojos lentamente, la luz de la habitación era demasiado intensa para su cansada vista.
Estaba desorientado y se sentía adormilado, su cerebro no despertaba aún de la anestesia que le habían aplicado.
Se había sometido a una cirugía, no era nada de gravedad, pero una operación siempre era algo riesgoso.
Observó alrededor de la habitación, y fijó su atención en un hombre que lo veía desde la puerta.
Era alto, vestía muy bien, Horacio pensó que casi tan bien como él, la chaqueta negra se le veía perfecta y su cabello plateado resaltaba.
Se quitó las gafas de sol, y se sentó frente a él en la gran cama, Horacio no lo reconocía, no sabía quién era, pero pensó que era el hombre más guapo que había visto nunca.
-¿Como te sientes? -Preguntó, mientras tomaba la mano derecha del sujeto que estaba recostado sobre la cama.
-Estoy bien... ¿Quien eres?... tengo que decirte que eres muy guapo... creo que eres el hombre más guapo que he visto nuncaaaa...
Horacio estiró la última letra, su voz sonaba curiosa, y parecía que se dormiría en cualquier momento, el hombre de piel pálida solo sonrió, pero no dijo nada.
-Dime tu nombre... anda... dime cómo te llamas, tengo que saberlo para cuando nos casemos... - Horacio soltó una risa de repente, no tenía idea de lo que pasaba, solo se sentía alegre y coqueto.
-Me llamó Viktor, mucho gusto. -Respondió el comisario con una sonrisa en su rostro, sin soltarle la mano en ningún momento.
-Viktor... Viktor... yo conocí a un Viktor una vez... me enamore de él, lo quería mucho...
Fue mi primer amor real... pero él me rechazó y yo me puse muy triste...
Pero eso fue hace muuuucho y tú eres más guapo que él...ahora te quiero a ti, porque eres un ángel, si, eso eres... - Horacio lo señalaba con su mano izquierda, luego observó el toque entre sus manos.
-Ese Viktor era malo conmigo a veces, era raro... no, ya no lo quiero... ahora planearé mi boda contigo... -Tenia una sonrisa boba en la cara.
Volkov tomó un pañuelo de la mesita de noche, y limpió un poco la cara de Horacio, antes de regresar a su lugar.
-Pues lamento decirte, que no podrás casarte conmigo, yo ya estoy con alguien, llevamos ya algunos años juntos, es el amor de mi vida y no podría dejarlo ir. - El hombre respondió con una sonrisa.
No le soltó la mano, y apretó su agarre sobre ella, resistía la tentación de reír, Horacio de esa manera era lo más adorable del mundo.
-Pues que mal... siempre tengo mala suerte... haríamos una buena pareja... ¿No lo quieres dejar por mi? -Preguntó Horacio, sus ojitos se cerraban a causa del cansancio, pero se negaba a dejar de hablar.
-No, no podría dejarlo nunca, nos costó mucho estar juntos, y lo amo. - Exclamó Viktor, acercándose a Horacio y dejando un beso sobre su frente.
La atención de ambos fue a la puerta de la habitación, cuando Conway entró en ella, llevaba un osito de peluche en sus manos, y lo dejó al lado de Horacio en la cama.
-¿Como te encuentras Horacio? -Preguntó, mientras tomaba asiento del otro lado de la cama.
-Papá tengo que decirte algo... ¡Ya encontré al amor de mi vida! -Gritó la última frase, mientras le mostraba sus mano unidas.
Volkov no pudo resistir más y soltó una risa fuerte, la cara de confusión de Conway y las acciones de Horacio eran demasiado divertidas.
-No te rías, es verdad... me dice que ya es casado pero no importa, lo quiero para mi...
me gusta mucho, lo amo. - Horacio observaba a Conway, quien también ya sonreía.
Comprendió la situación, un Horacio anestesiado era lo más divertido del mundo, sonrió de manera sincera y le palmeó la pierna.
-Menos mal que te gusta ¡Es tu marido! Se casaron hace más de 3 años, no me creo que no lo reconozcas. -Conway ahora reía, la situación era hilarante.
-Me dijo que yo era más guapo que ese Viktor del que se enamoró hace años, y sinceramente no sé cómo tomar eso. -
Ambos hombres reían, y Horacio los acompañó unos segundos después.
Su cerebro adormecido poco a poco comenzó a recordar, aunque no demasiado, el sueño estaba cerca.
-Mi marido... es verdad... Te amo Viktor, no me dejes por Horacio, yo te quiero más... - Susurró antes de caer profundamente dormido.
El comisario se levantó y depositó un beso sobre los labios de su esposo, antes de salir de la habitación junto a Conway.
-Vaya cosas te confesó ¿No? - Jack reía y le apoyó la mano en el hombro al ruso.
-Si usted lo supiera... ¡Dijo que el Viktor de su pasado era malo! Debí haberlo grabado, pero fue tan espontáneo que no pude hacer nada, nunca imaginé que la anestesia lo iba a poner así. - Ambos reían, ese Horacio los había sorprendido.
Algunas horas después el de cresta despertó, se sentía mejor, y su mente ya no se encontraba nublada.
Su marido descansaba recostado a su lado, lo tomó de la mano, y ese simple toque fue suficiente para que despertara.
Se frotó los ojos, alejando un poco el sueño, y observó la sonrisa sincera que le dedicaba Horacio.
-¿Ya eres tú de nuevo o me vas a pedir que deje a mi esposo por ti? -Preguntó divertido, mientras que Horacio no comprendía nada.
-¿Que cosa? -Expresó, mientras se sentaba en la cama, sin soltar la mano de Viktor en ningún momento.
-Despertaste hace algunas horas, pero aun seguías bajo los efectos de la anestesia...
Me dijiste que era el hombre más guapo, que te querías casar conmigo y muchas cosas más.
Me comentaste de otro Viktor que hubo en tu pasado, tu primer amor, y de cómo yo era mejor, incluso me pediste que dejara a mi esposo por ti, y tengo que reconocer que me negué a eso, y mira que la oferta era tentadora. - Contestó Volkov,con una sonrisa.
Se acercó a Horacio, y depositó un beso en sus labios, el de cresta se sonrojó, como le pasaba cuando se sentía apenado por algo.
-Lo siento, no lo recuerdo... -Respondió , mientras observaba al ruso a los ojos.
-No pasa nada mi amor, no lo sientas, fue divertido, incluso hiciste sonreír a Conway, cuando te dijo que yo era tu marido. - Ambos reían, Viktor tomó a Horacio de la mano de nuevo y viéndolo a los ojos exclamó.
-Que sepas que ese Viktor, o este, o el que quieras, te ama, y todos los días lo hará. - Ambos sonrieron y unieron sus labios de nuevo, en un beso tierno.
Ellos a veces se preguntaban que era lo que habían tenido que hacer en otras vidas, para que en esa, un amor tan perfecto hubiera llegado a sus corazones.
Fin 💖
