El ahora oficial subió a su patrulla y casi gritó de emoción.
Ese código 3 había salido a la perfección, él había hecho las negociaciones y todo había terminado bien.
Su compañero el oficial Greco subió al asiento del copiloto y le sonrió.
-Vaya ¿Todo te está saliendo bien, no? - Comentó divertido.
Volkov asintió y habló rápidamente.
-Lo hice, lo hice perfecto y justo frente al superintendente, quiero que vea mi potencial, así llegaré más rápido a ser comisario. -Ese había sido su sueño, desde siempre.
Greco no quitó su sonrisa y le puso una mano al hombro.
-Vaya mas lento hombre, que de oficial a comisario hay un largo camino.
Además Conway no es nadie sencillo de impresionar, pero siento que vamos bien. -Así era, el superintendente Jack Conway era el hombre más estricto y serio que conocían, lo respetaban e incluso le temían un poco.
Aunque ambos oficiales eran los más eficientes de los últimos meses, y además,desde que Viktor salía con alguien, su humor mejoró y también su trato con las personas.
Greco recordó eso, las citas misteriosas de su amigo y mientras este conducía rumbo a comisaría, le preguntó sobre el tema.
-No me has contado las novedades... ¿Que tal va todo con Horacio? - Preguntó divertido, ver a su amigo enamorado era una de sus cosas favoritas.
La relación entre Viktor y Horacio iba de maravilla, salían a comer, a bailar, incluso a patinar en algunas ocasiones, el ruso se sentía como nunca lo pensó en su vida.
A veces Horacio se quedaba en su casa, pasaban la noche juntos, pero al despertar, nunca lo encontraba a su lado, solo una nota diciéndole cuanto lo amaba.
Una sonrisa pasó por sus labios, el hablar de su novio siempre lo alegraba, aunque había un tema que había estado rondándole la cabeza últimamente.
-Pues vamos bien, yo a veces quiero ir lento, quiero una relación normal, pero eso con Horacio no es posible. - Su risa nerviosa salió a la luz.
-Salimos a todos lados, nuestras citas son maravillosas y a veces se queda en mi departamento... Pero hay algo que me molesta.
No me habla de su familia, no conozco su casa, sé que tiene a su padre, y el otro día mencionó un hermano. ¿Crees que deba preocuparme? - Buscó el consejo de su amigo.
Greco estaba con la boca abierta, el escuchar habla así a Viktor fue una de las cosas que nunca pensó que sus oídos escucharían.
Iba a reír pero lo pensó mejor, su amigo necesitaba ayuda, no a alguien riendo de sus inseguridades.
-Yo pienso que debería hablarlo con él, todo tiene una explicación, y si se sienten tan bien juntos, no deje que algo así los separe. -
Volkov asintió y regresó su atención al camino, Rodríguez no podía más, necesitaba conocer al hombre que había descongelado el corazón del ruso, espero conocerlo pronto.
Unos días después se encontraban en su departamento, viendo una película, Viktor se encontraba recostado sobre las piernas de Horacio, mientras él jugaba con su cabello.
Pasaba los dedos por las hebras plateadas y después volvía a empezar, Viktor se movió y fijó su vista sobre Horacio.
Se veía hermoso, con su cresta que ahora lucia de un tono casi blanco, su maquillaje discreto y su camisa favorita, una que tenia una mariposa en el centro.