Cuidados

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— Puedes mover todos tus dedos?... La muñeca?... Todo el brazo? — la doctora daba instrucciones que Katsuki tenía que seguir.

— Todo está bien doctora? — Mitsuki le preguntó un tanto preocupada.

— Todo marca que no sufrió ningún daño permanente, podrá regresar a casa esta tarde.

Katsuki se sentía como un niño, como cuando su madre lo llevaba al hospital cuando pescaba un resfriado o sufría algún golpe que pareciera grave. Tanto su madre como la doctora hablaban entre ellas mientras él seguía sobre la camilla escuchando las recomendaciones que recibía Mitsuki.

— La sensación de la herida podría aparecer de vez en cuando, así como dolor en las épocas de frío, es completamente normal — dijo la mujer —, te recomiendo usar ropa abrigadora.

Sonrió y entregó una pequeña hoja a la fémina rubia y un par de frascos de pastillas a Katsuki.

— Muchas gracias doctora, me aseguraré que este jovencito tome adecuadamente sus medicamentos — Mitsuki se puso de pie y Katsuki siguió sus pasos hasta la salida —, vamos Katsuki, agradece a la doctora.

Con vergüenza el rubio hizo una simple reverencia y salió de la sala, qué edad tenía, 5? Su madre seguía tratándolo como a un infante.

— Tendré que dejarle una lista a Izuku de todos tus cuidados — las pies del Katsuki inmediatamente pararon al escuchar tales palabras—, qué pasa? Camina.

— Por qué Deku tendría que saber cuales son mis cuidados?

— No es obvio? Estuviste viviendo con el antes de todo este problema, crees que no lo sabía? — dijo molesta mientras sacaba el celular de su bolso —, deberías decirme ese tipo de cosas, qué clase de hijo no le dice a sus padres que está saliendo con alguien?

— No estoy saliendo con él.

— Si claro y yo no soy tu madre —, presionó la pantalla del móvil con demasiada fuerza y después de unos tonos llevó el artefacto a su oreja —, lo dejo en tus manos Izuku, prométeme que me dirás si se porta mal.

Katsuki no podía quejarse de que su madre estuviera hablando con él pecoso, sin embargo, la vergüenza lo alcanzó cuando alcanzó a escuchar un leve "yo lo cuidare" con una grave voz.

— Tu padre y yo te iremos a visitar seguido — besó su mejilla —. Asegúrate de tratar bien a Izuku.

Sin poder decir nada más vio como su madre se alejaba en dirección de la salida. Con un suspiro cansado se recostó sobre las blancas sábanas y relajó la mirada hasta cerrar los ojos.

— Kacchan...— abrió lentamente sus ojos cuando los delicados susurros chocaron contra su rostro —, no me golpees.

Aún desorientado sintió como era levantado de la camilla y su cuerpo era suavemente cargado como si se tratara de un bebé.

— Qué mierda haces? — inmediatamente trató de bajar de aquellos brazos, parando en cuanto sintió una fuerte punzada en su hombro —. Maldición Deku, mis piernas funcionan completamente bien así que bájame.

Al estar en el suelo se percató que Izuku no tenía ni una sola venda, parecía como si nunca hubiese sufrido ninguna herida.

— Lo siento Kacchan, no quería despertarte.

— Como sea! — le dio la espalda y caminó siendo seguido por el más alto. Podía sentir sus orejas arder.

Por un momento había olvidado que aquel tonto con cabeza de arbusto y cuerpo de dios le hacía sentir cosas demasiado fuertes para su débil corazón.

El camino fue silencio, mientras miraba el camino podía sentir de vez en cuando fugaces miradas por parte del peliverde.

— Espero poderlo ver pronto en las calles y la agencia señor Midoriya — el silencio fue irrumpido por el chófer de aquel automóvil especial de la agencia a la cual Izuku estaba ligado —, mi hijo es un gran fan suyo, tiene toda su colección de figuras y tarjetas.

Aunque no lo volteó a mirar, sabía que en el rostro del contrario se había formado una sonrisa de oreja a oreja.

El resto del camino trató sobre escuchar a él hombre hablar de su hijo y a Izuku firmando una y mil cosas para el supuesto niño.

En cuanto cruzaron el umbral de la puerta sintió como los brazos de Izuku lo rodearon con ternura.

— Lo siento Kacchan — estaba cansado de escuchar esas palabras.

— No crees que ya te has disculpado lo suficiente? Estás siendo ridículo.

— Lo siento tanto, siento no haberte protegido — Katsuki sabía que esas palabras las había estado guardando Izuku para no hacer un drama en el hospital, así que lo dejó ser.

— Sabes que nada de esto fue tú culpa, por qué sigues torturandote? — el rostro de Izuku se enterró aún más en su cuello.

No sabía si las ganas de besarlo eran mayores a sus ganas de golpearlo, así que se limitó a dar pequeñas palmadas en la espalda del pecoso.

Minutos después Izuku se encontraba leyendo las etiquetas de aquellos frascos que estaban en la mochila de Katsuki, había tantos nombres diferentes, colores y tamaños que se le hacia difícil identificar cuales eran los medicamentos que le tocaban a esa hora.

— Son estos — Katsuki le arrebató el frasco de las manos y rápidamente sacó una pastilla para llevarla a su boca y pasársela sin una gota de agua —, estás siendo demasiado distraído, cómo piensas volver al patrullaje si actúas de esa forma? Tarde o temprano te patearan el culo.

Izuku se limitó a sonreir levemente y volver a abrazar al rubio. Entre los brazos del pecoso se puso a pensar que tal vez estaba actuando de esa forma debido a Monoma, el que siguiera ahí afuera podría significar una gran carga para el héroe.

Con delicadeza pasó sus manos por los brazos del más alto, pasando por sus hombros y cuello, finalizando en sus pecosas mejillas y apretandolas un poco soltó un fuerte suspiro.

— Quita esa tonta cara, sí? Te vez aún más feo — se puso de puntitas para dar un corto beso en los labios del contrario —, te estaré esperando en la cama.

Se separó y camino erguido tratando de no mostrar lo nervioso que estaba, aquellas últimas palabras no habían sonado como el quería.

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Perdón por la demor:( estaba en la semana de exámenes de la universidad y el tiempo se me fue estudiando. Espero les allá gustado, cuídense mucho, hagan sus tareas, pongan atención a sus clases en línea y obedezcan a sus padres.

【Detras de escena】ᴅᴋʙᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora