Decidí que me quedaría dentro de casa, ya hacía un poco de frío, estaba oscuro y la verdad es que no quería enfermarme, me despedí de Max y entré. Adentro vi a mis padres viendo la televisión, no sentía hambre, estaba cansada, la cabeza me dolía un poco. Había sido un día bastante agitado, entonces, sin dar demasiadas vueltas me fui a acostar. Cuando miré mi teléfono no tenía ninguna llamada de los chicos, no es que me la esperaba pero por alguna razón me hubiera gustado verla, obviamente me di cuenta de que era porque quería hablar con Fran. Ignoré el pensamiento, apagué el celular y me dormí.
Recuerdo que esa noche había soñado muchísimo con Stefano, comenzaba a asustarme, soñaba que venía a comer a casa y que rompía el árbol de Max con una especie de superpoder. Me despertaba a cada rato, me fui a lavar la cara para intentar dejar de tener esos sueños y volví nuevamente a la cama.
Cuando me acosté empecé a sentir algunos ruidos que no fueron difíciles de identificar, a lo lejos la cadena de la tranquera, y cada vez más cerca, una llave en la puerta, una mano en el picaporte, la puerta que se abre, se cierra y la llave nuevamente, pero esta vez desde el lado de adentro. Fran y Marco habían llegado.
"Bueno bueno, tranquilo, por acá Fran ya casi estamos" decía Marco. Ya sabía lo que estaba pensando, habían tomado, como siempre hace Marco con sus amigos, no dude ni un segundo, me bajé de la cama, salí de mi habitación y ahí los vi a los dos. Marco sostenía a Francesco que casi no se podía ni parar "¡Tarado para que lo dejas que tome de más, si sabés que no esta acostumbrado a eso!" dije alzando la voz pero susurrando al mismo tiempo para que mis padres no se despierten. "Ya lo sé Clara perdón, pero no pasó nada, está sano y salvo no empieces con tus sermones ni seas aguafiestas. Llévalo a tu cama así se acuesta, mañana cuando despierte se va a sentir mejor" me dijo mi hermano, yo lo ignoré muy enojada y me fui con Fran.
Traje una botella de agua, le dije a Francesco que tome un poco, lentamente se tomó la mitad del líquido, yo me acosté al lado de él. La cama de abajo no estaba armada y ya era tarde para ponerse a sacar cosas así que nos acostamos juntos. De todas formas mañana no tendría idea de porqué estaba donde estaba.
"Che Clara, te quería decir que yo siempre voy a estar para vos, siempre te voy a cuidar de lo que sea. Pero a veces hago cosas que me hacen que me cuides vos a mi" dijo Fran repentinamente cuando yo estaba casi dormida. "Gracias Fran, yo también voy a estar siempre para vos, pero ahora estás borracho y es mejor que duermas y descanses así mañana estas mejor ¿sí?" le respondí con dulzura. El me besó y cerró los ojos.
Era siempre tan lindo, dormido, despierto, saliendo de bañarse, sucio, mojado, hasta ebrio. No era nada bonito lo que le esperaba a Marco al día siguiente.
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La Última Cabalgata.
Novela JuvenilLa historia de Clara, una joven que a causa de quince días totalmente libres podrá experimentar nuevas sensaciones, tendrá un encuentro con ella misma y su entorno. Pero no sabrá que el enemigo la sigue, y que en cualquier momento deberá escapar. Si...