Yoongi es un chico normal, con una vida normal, pero todo cambiará cuando se mude a vivir a un departamento que compartirá con Taehyung, un chico que tiene una doble personalidad.
Y que aparte es un asesino
Taehyung vio su vestimenta en el espejo de cuerpo completo que tenía su armario y sonrio por lo que bien que se miraba, llevaba pantalones de cuero negro, una camisa tipo V color gris, una chaqueta de cuero negro, su cabello ahora era de color verde -pues se echó un spray de ese color-
Sabía que no tenía porque preocuparse por Yoongi, pues el mayor hoy trabaja doble turno y sabía que llegaba pasada la una de la mañana, así que tenía tiempo.
Pero aún así no dudó en enviale mensajes.
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Después de ver el último mensaje que le mando el mayor un sonrisa se puso en su rostro, sabía que le gustaba Yoongi y podía asegurar que a Yoongi le gusta él y que podían ser algo más.
Se vio una última vez en su espejo, tomó sus cartera, sus llaves, y su teléfono y salió de su habitación le dejó comida a su cachorro y después de eso salió del departamento.
Taehyung no estaba seguro de poder encontrarse a Jimin, por lo que sabía había salido de Busan hace dos semanas, así que no sabía exactamente dónde estaría ese bastardo.
De solo pensar en él se le revolvía el estimogo y sólo quería ver su sangre correr, quería vengarse por toda la mierda que le hizo antes, porque ese hijo de puta no hizo más que romperlo y que el que haya creado a otra persona como un mecanismo de defensa.
Taehyung era consciente de que Vante era una parte de él, la parte con valor, la parte que podía hacer todo lo que a él le daba miedo hacer, Vante era su lado sexy y seductor y también era ese lado que castigaba y mataba a personas que le hacían daño a otras, a personas que podían defender, Vante salía en esos momentos que tenía miedo, o que le intentaba dar un ataque de ansiedad.
Salió de sus pensamientos cuando vio a unos hombres golpeando a otro chico, se notaba que el pobre muchacho no podía defenderse, empuño sus manos hasta tener sus nudillos blancos, odiaba a personas que se aprovechaba de la debilidad de personas que no saben defender.
Noto cómo uno de los hombres le rompía su camisa y los tros tres hombres sostenían al chico para que dejara de moverse, sintió su sangre hervir cuando le rompió el pantalón al otro, y este solo lloraba y gritaba, uno de los hombres le dio un golpe en su mejilla para que dejara de llorar.
