Monstruos

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La juventud no debe ser subestimada 


—¡Wei Ying! —es lo primero que dice Lan Zhan al despertar en su habitación.

—Padre —dice A-Qing con los ojos llenos de lágrimas y le da un abrazo.

—Les dije que al no beber todo el vaso podría despertar en unos instantes —dice Wen Ning aliviado.  

Lan Zhan lo recuerda. Wei Ying le dio un poco de agua y repentinamente tuvo sueño.

— ¿Dónde está Wei Ying? —pregunta Lan Zhan.

La niña se pone nerviosa al igual que Wen Ning.

—Bueno...  

—¡No puedo creerlo! —se escucha el grito de Lan QiRen—. Ese rebelde se llevo la pistola. ¡Es tu culpa, Qingheng!

El corazón de Lan Zhan casi se detiene. Se levanta de la cama y sale de la habitación.

— ¿Mía? ¡La caja de seguridad está en tu cuarto! Tú fuiste el descuidado —dice Lan Qingheng enfadado—. ¿Sabes qué? En realidad es culpa de los sirvientes. ¡Ellos debían vigilar a ese idiota!

—¡Tú le diste la contraseña a Lan XiChen frente a Wei Ying!

—¿Wei Ying se llevo el arma? —Lan Zhan espera haber escuchado mal.

— Jiang Cheng, Yang Jinghua y XiChen fueron a buscarlo antes de que cometa alguna locura —responde Lan QiRen—. ¿Cómo te sientes?

— Debo buscarlo.

Lan Zhan toma su chaqueta y camina por el pasillo. Su padre y tío van tras él.

—Espera, voy contigo —dice Lan QiRen—. Pero nosotros tenemos que buscar a Jin Ling y a JingYi.

—¿Qué? — Lan Zhan se detiene al oír el nombre de su hijo.

— JingYi se las arregló para salir de la mansión sin ser visto por nadie —comenta Lan Qingheng mientras ve con enojo a A-Qing.

— Sólo queríamos saber si Wang LingJiao tiene que ver con el secuestro de SiZhui. Y extrañamente esa arpía hizo que la señorita Jiang subiera a su auto y la llevo a un bosque. Los chicos tuvieron que seguirla.

A Lan Zhan le dará un ataque.

¡¿Los niños se han vuelto totalmente locos o tontos?!

— ¿Por qué no llamaron mejor a la policía? —dice Lan Qingheng.

—Se cortó la línea. No sé si lo hicieron pero de todas maneras le avisaron a Jiang Cheng. Espero que estén en camino.

Como si lo hubiera invocado, Jiang Cheng entra a la mansión y lo acompañan Lan XiChen y Yang Jinghua.

—¡La policía no piensa seguir a Wang LingJiao! —se exalta Jiang Cheng—. Todo porque en una cámara de seguridad se vio a mi hermana subir al auto por voluntad propia. Y fue más extraño ver a A-Li saludar a esa zorra como si fueran amigas de toda la vida. No me creyeron cuando les conté que ellas no eran nada. ¡Y que no piensan ir al orfanato Qiongqi otra vez!

—¿Otra vez? —se confunde Wen Ning.

— Shenlong Zhangxuan y yo investigábamos y vimos que Jin GuangYao iba al bosque por las mañanas. Se nos hizo sospechoso y lo seguimos. Descubrimos que se reunía con Wen Chao pero él estaba sosteniendo una caja manchada de sangre. ¡Tuvimos que alejarnos para obtener señal y llamar por ayuda! ¿Y qué creen? ¡No había nada! —se queja Yang Jinghua.

¿Quién arruino mi vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora