The reason

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Song Lan observa la rueda de la fortuna y se prepara psicológicamente para que A-Qing se separe de él nuevamente. Le duele que sea para siempre. Algo en su interior le ordena que sea egoísta, sin embargo, su corazón le recuerda que Wei Ying sufrió mucho al no tener con él a su hija. Nunca debió estar lejos de ella.

Se tranquiliza un poco cuando Xiao XingChen toma su mano y entrelazan sus dedos para brindarle su apoyo. No se quedara solo y jura nunca más alejarse de su mejor amigo, el amor de su vida.

Nunca dejo de amarlo y quizá nunca lo haga.

Entonces se fija en sus labios.

—¡Song Lan! —llama A-Qing.

El Alfa no sabe si la niña ha llegado a tiempo para interrumpir la locura que por poco hace o maldecir que si interrumpiera.

Xiao XingChen sonríe y acaricia la cabeza de la niña.

—Te oyes muy feliz.

—Bastante. Song Lan, debemos subir a la rueda de la fortuna —A-Qing toma la mano de Song Lan y lo lleva hasta el juego mecánico.

—Tenías razón, A-Ying. No se podría esperar más tiempo —dice Xiao XingChen una vez que Wei Ying se pone a su lado y se recarga en su hombro.

—Claro que la tengo. Nunca es bueno subestimar a los niños ni mucho menos a A-Qing.

—A propósito... ¿Cómo decidiste llamarla cuando nació?

Los demás que vienen hacia ellos logran escuchar la pregunta. Rodean a Wei Ying.

—Es verdad, nunca mencionaste algún nombre —anuncia Jin Ling.

—Sólo te has referido a A-Qing como "mi niña" o "mi bebé" —agrega JingYi.

—¿Cuál es entonces el verdadero nombre de A-Qing? —ni si quiera SiZhui se lo había preguntado hasta ahora.

Lan Zhan también tiene curiosidad.

El Omega Wei carraspea la garganta y orgullosamente dice:

—La llame Wei Xiwang.

— ¿Wei Xiwang? —pregunta JingYi ya que casi nadie pudo escuchar.

—Esperanza —a Lan Zhan le parece fascinante y al mismo tiempo triste. Wei Ying debió escoger ese nombre porque aún tenía esperanza de justicia, porque la bebé le dio otro sentido a su vida.

—Pero estamos acostumbrados llamarla A-Qing —menciona Jin Ling.

— ¿Quién dijo que dejaríamos de llamarla de esa manera? A mí también me parece raro llamarla por otro nombre —confiesa Wei Ying.

—Pero es un nombre muy hermoso —dice SiZhui.

Mirando las estrellas brillantes que no suelen salir en la Ciudad Yi, desde la rueda de la fortuna, A-Qing le sonríe a Song Lan

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Mirando las estrellas brillantes que no suelen salir en la Ciudad Yi, desde la rueda de la fortuna, A-Qing le sonríe a Song Lan.

—Muchas gracias por entender que necesitaba ver a mi familia —dice A-Qing—. Y lamento haber sido tan grosera...

¿Quién arruino mi vida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora