1 mes. 16 días. 12 horas y 45 minutos. Eso pasó desde la última vez que hable con él. No es como que estuviera contando. Esa noche había entendido que, en esa realidad en la que me encontraba, él y yo no estábamos destinados a ser nada más que dos conocidos que en su interior sentían odio el uno por el otro. Claro que podía no hablar más con él, resignarme al hecho de que siempre íbamos a estar separados pero, ¿odiarlo? Imposible.
Desde esa noche había cambiado. O bueno... me había normalizado. Mi relación con Harry progresó, en todos los sentidos. Llegué a la conclusión de que, si mi otra yo lo amaba, por alguna razón debía ser, así que comencé a comportarme como la novia que se suponía que fuera. Y había descubierto que el chico era una completa dulzura. Además de que solía estar ahí siempre que lo necesitaba, listo para escucharme y hacerme sentir mejor. Me había llevado de picnic, habíamos hecho un viaje por carretera un domingo por la tarde, nos juntábamos a ver películas y estábamos juntos toda la noche en las fiestas a las que asistíamos. No me podía quejar. Pero tampoco era lo que yo más deseaba. En mi mente eso podría haber sido mejor solo si la persona cambiaba por un tal Niall Horan.
Lo único que me había dolido había sido evitar a Louis por más de un mes. No podía seguir llevándome con él. Mi yo anterior nunca se habría hecho amiga de un chico como él. Y por un chico como él, me refiero a alguien que compra cómics, usa gafas grandes y se viste con camisetas que tienen símbolos de súper héroes. Yo no tenía problema, de hecho, me parecía tierno, pero yo no era más yo. Hanna, a cada segundo que salíamos a tomar algo y yo me comportaba no del todo agradable con la camarera o con las chicas que se me acercaban, me recordaba cuánto disfrutaba ser mi amiga. Lo único que le faltaba era decirme que estaba orgullosa, como una mamá cuando su niña consigue un papel en la obra de ballet.
- Tomemos algo antes de volver a clase, juro que si no me despejo, mi cabeza va a explotar-. Comentó Hanna exageradamente, como era ella, mientras caminábamos a una mesa dentro de "Runas místicas", un café normal y corriente, que te quería hacer ver que era místico o algo así con una decoración marroquí mal hecha y telas colgando del techo y las paredes. Como si la princesa Jasmine hubiera estado desesperada buscando algo para ponerse en su cita con Aladdin y hubiera tirado todos sus velos por todo el local. Hacían un buen café, sin embargo.
- Cállate, que ahora tengo clases con Chamberlain. Y sí, confirmé que es gay, durante el recreo lo vi tirándose a Reggie-. Comenté. Mentira, solo los había visto hablando dentro del aula. Pero, si algo había aprendido de la posición que tenía en la universidad, lo que decía como una verdad se esparcía como una verdad. Y, más allá de que no me gustaba ser mala con los demás, ese profesor me odiaba y me hacía la vida imposible, así que estaba disfrutando de esa pequeña venganza.
- ¿A Reggie?- Preguntó Hanna con cara de asco -¿Sabías que le dicen canasto de trigo?
- ¿Qué? ¿Por qué?- Pregunté confundida. No era un sobrenombre muy normal.
- Porque transporta los granos.
- ¡Hanna!- Exclamé y solté una carcajada. Me había dado risa eso. Pero no era como que Reggie tuviera demasiados granos, solo un par. Eran lo que quedaba de su acné adolescente.
- En fin, pensé que Chamberlain por lo menos tenía buen gusto-. No me podía importar menos el gusto sexual del profesor. Nos quedamos conversando mientras ella tomaba su Latte y yo mi Frapuccino. Hasta que miramos la hora y era momento de volver a clase. No quería. La realidad era que no entendía absolutamente nada, la única razón por la que seguía aprobando era porque un compañero llamado Devon, muy gentilmente me hacia los exámenes. Yo solo tenía que pretender que escribía, mientras él rellenaba mi hoja y la suya. No solo seguía aprobando, sino que tenía notas de nueve y diez.
![](https://img.wattpad.com/cover/29948544-288-k702818.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Pide un deseo (Niall Horan y tú) TERMINADA
Fanfiction¿Puede, una vela de cumpleaños, cambiar tu vida por completo? ESTA NOVELA NO ES MÍA, ES UNA ADAPTACIÓN DE LA NOVELA "VIENNA" DE UNA CHICA ARGENTINA LLAMADA LUCILLE.