Me cansé de agradecer al cielo el hecho de que esa mañana hubiera elegido unas cómodas deportivas antes de un par de zapatos con un tacón de quince centímetros. De otra manera, podría haber resultado de dos maneras: o terminaba con un tobillo roto o llegaba el día en que la tierra se congelara porque el sol se había apagado. Noté como el resto de los estudiantes me miraban con caras extrañas. Creía poder imaginarme mi aspecto, nunca fui una corredora muy hábil. Mi trenza debería ir en posición paralela a la calle. Mi flequillo al mejor estilo Cameron Díaz en Loco por Mary. La correa de mi bolso se resbalaba de mi hombro, así que la mayoría del tiempo iba colgando en mi codo. Pero lo peor era el jadeo de un asmático sofocado que estaba teniendo. ¿Guapa, eh? Pero no me importó para nada cuando me encontré a Aria caminando rápidamente en dirección a la casa de los Omega. ¿Cómo se puede ser tan perra? O aún más ¿tan patética? Porque... ella era patética. El obsesionarte con la idea de que tu novio te engaña es patético. A menos que él sea un verdadero idiota y te ponga los cuernos con cuanta cosa se arrastre por el suelo. Pero en ese caso eres patética por quedarte con él.
- Aria-. Pedí tomándola del hombro y parando. Mis intentos de conseguir que me entrase aire en los pulmones eran desesperados. -Para-. Rogué.
- Suéltame, no pienso hablar contigo-. En ese momento se me cruzó la idea de golpearla con el bolso en la cabeza, dejarla inconsciente, encerrarla en un sótano, atarla y dejarla ahí hasta el fin de los tiempos. El único problema era que había demasiado testigos.
- Me tienes que escuchar-. Dije intentando que mi voz se normalizara y no sonara como un gato estrangulado. - Por favor-. No podía creer que le estuviera pidiendo por favor a ella, ¿alguien me golpea? Probablemente si preguntaba eso en voz alta iba a hacer fila toda la universidad menos Louis y las Beta... ah, y algunos de los Omega. Pero me siento segura de que el 98% de la universidad se ofrecería sin problemas.
- ¿Qué? ¿Qué me quieres decir?- Cuando giró a mirarme estaba llorando. Mierda. No quería que llorara, por más que sabía que la mayoría del tiempo actuaba... no me gustaba verla así. A nadie.
- Es mentira lo que te dije en el cuarto de Niall, no nos estamos acostando, nunca pasó nada-. Excepto besos. Pero fueron inocentes... sí...- Te lo juro-. Según mi mamá está mal jurar, pero no me importaba, con tal de que me creyera y de que no fuera a decirle nada a Harry, entonces juraba por lo que quisiera.
- Ya sé que no os habéis acostado, ya lo sé-. ¿En serio? ¿Entonces por qué estaba yendo a hablar con mi novio?
- Y, si lo sabes, ¿por qué estas yendo a hablar con mi novio?- Pregunté ahora mostrándome enfadada.
- Porque merece saber qué es lo que pasa-. Qué es lo que pasa... ¿y qué es eso?
- ¿Y qué es lo que pasa, Aria? Porque si tú lo sabes cuéntamelo a mí también-. Pedí mostrándome irritada. La chica realmente se merecía una cachetada bien fuerte. De esas que dejan las mejillas coloradas.
- Lo que pasa es que tú vas a acabar estando con Niall y él va a terminar lastimado como yo lo estuve-. Wow... la chica no podía estar más alejada de la realidad. Se notaba que le faltaba una detalle muy importante.
- Yo nunca voy a estar con Niall, él me odia y no hay nada que yo pueda hacer para arreglarlo-. Le expliqué ahora volviendo a hablar con ella como si no nos despreciáramos con todo el alma. Aunque era así. Yo la despreciaba porque era la novia de Niall, o la ex. No estaba segura. Ella me despreciaba porque le había arruinado la vida. ¿Eso es estar a mano verdad?
- Puede ser. Que él te odie. Pero te ama más de lo que te odia. No sé si todavía lo sabe, pero pronto se va a dar cuenta, y tú vas a estar ahí esperando a que ese día llegue, porque no importa cuánto me lo niegues en la cara, tú no quieres a nadie más que a él-. En eso tenía razón. Pero ella no sabía una cosa. Mi otra yo amaba a Harry y yo no quería meterme en medio y apartarlo de mi vida. Por alguna razón sentía que se lo debía. Por más que estaba haciéndolo peor que si me fuera, porque lo estaba dañando por detrás.
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Pide un deseo (Niall Horan y tú) TERMINADA
Fanfiction¿Puede, una vela de cumpleaños, cambiar tu vida por completo? ESTA NOVELA NO ES MÍA, ES UNA ADAPTACIÓN DE LA NOVELA "VIENNA" DE UNA CHICA ARGENTINA LLAMADA LUCILLE.