Estaba completamente dormida cuando sentí como una llave se metía en la cerradura y después giraba dos veces. Sí, tenía que ser Louis que había vuelto a abrirnos. Quise abrir mis ojos, pero prácticamente no pude. Me di cuenta de que estaba transpirada, pero helada. Que mi respiración parecía un jadeo y que me dolía toda la espalda. ¿Podría haber sido que me pusiera peor? Aparentemente sí.
- Louis, en serio... te voy a matar-. Escuché a Nialler hablarle a su amigo. Éste sonaba como si estuviera en pie al lado de la puerta.
- ¿Tan mal está?- Preguntó Louis entre confundido y asustado. Estaban hablando de mí. No había que ser lector de mentes para saberlo.
- Sí-. Respondió Niall rápidamente de manera cortante. Escuché unos pasos y después su aliento estaba en mi oído -______, ¿crees poder levantarte tú sola?- Me concentré en que mis músculos se movieran hacia el lado para salir de la cama, pero apenas conseguí deslizarlos y, cuando lo hice, me atravesó un dolor insoportable en todas las articulaciones. Negué con la cabeza, mientras hacía fuerza para no llorar. No sabía qué me estaba pasando. Pero estaba enferma. Bastante. - No pasa nada-. Me aseguró antes de darme un beso en la mejilla. El sentir sus labios en mi piel fue lo que necesité antes de derramar las primeras lágrimas. Esos son los verdaderos amigos. Los que aun alegando que te odian y, probablemente teniendo razones para hacerlo, cuando estás en el fondo se quedan contigo y te ayudan.
- Niall, perdón-. Escuché susurrar a Louis ahora más cerca de mí. Esperaba que Nialler le dijera que no importaba, pero no contestó nada. En cambio, sentí como un brazo se pasaba por debajo de mis rodillas y otro por detrás de mi espalda. Después, en un movimiento rápido, sentí como el colchón desaparecía de debajo de mí. Quería decirle que me dolía mucho la espalda, que ahí no me tocara, pero me pareció increíblemente fuera de lugar, cuando él estaba haciendo toda esa fuerza para levantarme. Con los ojos aún cerrados y escondiendo mi rostro contra él, sentí como empezábamos a avanzar. Sabía que me estaba llevando al hospital y, aunque los odio con todo mí ser, no había manera de pensar que lo que fuera que tuviera se me pasara sin que me dieran alguna medicación.
- Va a estar todo bien ¿vale?- No sabía si lo decía porque verdaderamente lo creía o para tranquilizarme a mí. Podría haber contestado, pero me quedé quieta descansando contra él. Intentando disimular lo que me dolía la espalda. No estoy segura de cuánto tiempo estuvimos avanzando, pero eventualmente nos detuvimos. Y ahí fue cuando todo el caos comenzó. -Hola, necesito un médico-. Sonó la voz de Nialler elevada. Eso me destruyó la cabeza pero, una vez más, me quedé inmóvil para que él no notara que me dolía.
- ¿Qué pasa?- Preguntó la voz de una mujer algo acelerada. Hubo un silencio minúsculo antes de que volviera a hablar - Por Dios, ¿qué le pasa?- Preguntó.
- Está helada y tiene fiebre, mucho dolor de cabeza, apenas se puede mover y estuvo toda la noche tosiendo-. ¿Tosí? No me había enterado. Aunque tal vez eso coincidía con la molestia que sentía en mi garganta.
- Apóyala aquí-. Nuevamente nos movimos y, a continuación, sentí una superficie suave debajo de mi cuerpo. Los brazos de Niall me soltaron y ya no estaba flotando. - Ahora te va a ver un doctor, así que no te preocupes-. No estaba preocupada. Por alguna extraña razón no lo estaba.
-Nialler, ven conmigo-. Pedí.
- Ahora no puede, después de que te revise el médico lo verás de nuevo-. Y ahí si me preocupé. Y ahí entré en pánico. Y ahí empecé a llorar desconsoladamente. Con él podía enfrentar lo que fuera que tuviera que enfrentar. Sin él... estaba sola. Vulnerable. Pero sobre todo... sola.
- No, no, no, no, no... - Repetí negando mientras movía rápidamente mi cabeza de un lado a otro. Estiré mi mano para encontrarme con la de él y no dejarlo ir. Tal vez si cerraba mis dedos sobre los de él y los sujetaba con todas mis fuerzas no nos pudieran separar y aceptaran que él fuera conmigo. Pero no la encontré, moví mis dedos intentando hacer contacto con él, pero no pasó. Cuando sentí una caricia en la frente me di cuenta de dónde estaba.
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Pide un deseo (Niall Horan y tú) TERMINADA
Fanfic¿Puede, una vela de cumpleaños, cambiar tu vida por completo? ESTA NOVELA NO ES MÍA, ES UNA ADAPTACIÓN DE LA NOVELA "VIENNA" DE UNA CHICA ARGENTINA LLAMADA LUCILLE.