Capítulo 14

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- Lo amo-. Eso fue lo primero que dije cuando Spencer me abrió la puerta de su dormitorio. Tenía la cabeza flotando por las nubes, el corazón acelerado y sentía que todo el cuerpo me temblaba de la emoción de lo que acababa de pasar esa tarde.

- ¿A quién?-Preguntó Spencer con una sonrisa torcida en el rostro que me hizo cerrar los ojos y ponerme colorada. No sabía ni por qué le contaba a ella esto. Pero claro estaba que a las Beta no les podía hablar de Niall, y Louis era un chico, así que no era lo mismo. Por defecto, le tocaba a Spencer. Ella iba a ser quien me soportara hablando de él todo el rato. Porque lo único que podía procesar mi mente en ese momento era Niall: lo guapo que era Niall, lo dulce que era, como sus ojos eran perfectos, como olía de maravilla, como cada vez que me rozaba revolucionaba mi mundo, como cada susurro aceleraba el ritmo de mi corazón. Este latía al ritmo de: Niall, Niall, Niall.

- Niall-. Contesté dejándome caer en su cama. De otra manera estaba segura que mis pies se iban a desprender del suelo y me iba a pasear un rato por la estratosfera. Sí... estaba con todo el rollo cliché enamoradizo. Lo tenía permitido, era la primera vez que me enamoraba en la vida. Y, además... el 90% de mi ser tenía trece años. A los trece años somos soñadoras incorregibles.

- Ay, no puedo creer que Chamberlain me haya puesto con él, lo odio-. Se burló Spencer poniendo una voz excesivamente grave antes de soltar una risita. Agarré su almohada y se la tiré, pero fallé y esta dio contra la pared antes de caer en seco contra el suelo de alfombra beige.

- ¿Burlarte de mí? ¿En serio? ¿Eso es lo que vas a hacer?- Pregunté fingiendo estar enfadada. Ella solo sonrió y se sentó a mi lado en la cama. Entonces me extendió los brazos y me dio un abrazo.

- Me alegro mucho-. Aseguró suavemente. Ella era definitivamente la pareja perfecta para Louis, eran los dos personas increíblemente buenas y comprensivas. Ese tipo de personas que no se detienen a juzgarte y que olvidan las cosas malas fácilmente. Ese tipo de personas que si estás feliz, ellas están felices también. -¿Qué te hizo cambiar de opinión? Porque esta mañana eras capaz de negar hasta el fin de los tiempos que sentías algo por el-. Era verdad. Pero por mañana ya sabía que sentía algo por Niall. No era tonta. Y tampoco era una negadora excesiva. Pero esa mañana no sabía cuánto.

***

Cuando estábamos en el parque y Niall me pidió que averiguase si él sentía cosas por mí, nunca había pensado que me iba a besar. Pensé que me iba a contestar de manera grosera algo así como... "no sé, princesa, piensa por una vez en tu vida". Pero no, sus manos se cerraron con fuerza sobre mis mejillas y sus labios se estrellaron sobre los míos. Fue bruto por un momento. Como queriendo saborear mi boca todo lo que pudiera antes de que lo apartara. Pero nunca lo hice, no hubiera podido ni aunque hubiera querido. En cambio, apoyé mis manos en su pecho y me perdí en el beso mientras sentía el ritmo de su corazón. Progresivamente, cada vez era más tranquilo el movimiento de sus labios sobre los míos. Sus manos ya no tomaban con tanta fuerza mi rostro y su lengua se puso a seducir a la mía de manera pacífica. Y así estuvimos, en nuestro propio universo, hasta que él se separó. Pero yo no quería que se separase. Dios mío, podría haber vivido en ese momento por el resto de la vida.

- Todavía no lo he descubierto-. Dije y entonces rápidamente me acomodé sentándome en sus piernas mientras pasaba mis brazos por atrás de su cuello. Él me abrazo por la cintura y me volvió a besar. Y nos volvimos a besar otra vez lentamente. Podía sentir como él estaba perdido en el momento, como yo. Él estaba disfrutando y su corazón estaba latiendo a mil por hora. Y casi podía notar como rogaba que el momento no terminara nunca. Y, si eso no es a causa de sentir algo por la otra persona, entonces no sé lo que es. Pero tampoco me quería arriesgar. No quería decirle: sé que sientes algo; y que él se pusiera a la defensiva, me lo negara y se fuera volviendo a dejarme sola. Cuando nos volvimos a separar, sus ojos siguieron cerrados y sus labios cerca de los míos.

Pide un deseo (Niall Horan y tú) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora