Capítulo 24

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Yibo se dirige a la cafetería junto con Zhou, no sin antes dejarle una nota a Zhan en caso de que despierte. Al llegar al lugar Yibo comienza a contarle todo lo sucedido a Zhuo Cheng.
—¿De verdad lo tomaron tan mal? Crei que sus padres serían más comprensivos por la situación en la que está.
—Pues ya vez que no, Zhan dice que aunque sus padres sean amables, son muy estrictos con él desde que era un niño.
—Ya comprendo, pero y ahora que salga del hospital ¿a donde va a quedarse?, no podrá ir al trabajo ni estar solo al menos por un par de semanas ¿Cierto?.
—Si, por eso he estado pensando que tendrá que irse a vivir conmigo a Yunnan en lo que termino las grabaciones, sólo así podré estar al pendiente de él .
—¿Y si el no quiere?¿Si decide irse a su casa a Beijing?.
—No lo dejaré estar solo.
Luego de platicar un rato y comer regresan a ver a Zhan y lo encuentran despierto.
—Ya volvimos, te deje una nota, ¿La leíste?.
–Zhan asiente.–
—Hola Zhan, ¿Como te sientes?.
—Un poco mejor gracias, no creí que vendrías. –Sonrie–
—¿Y porque no lo haría Zhan tonto?, Oye Yibo me contó lo que pasó con tus padres, de verdad lo siento.
—No te preocupes, yo sabía que algo así pasaría tarde o temprano. Además no es como si hubiera tenido la certeza de que aceptarán mi relación con Yibo desde un principio.
—¿Porqué dices eso?.
—Porque los conozco y se que para ellos algo así no está bien visto por las demás personas ni por ellos, así que no hay de que preocuparse algún día tendrán que aceptarlo.

* Unas horas después*
Zhou se ha retirado y los ha dejado solos así que Yibo aprovecha para decirle a Zhan lo que piensa sobre mudarse con él.
— Zhan hay algo que quiero decirte.
—¿Qué cosa?.
—Quiero que te vayas a vivir a Yunnan conmigo y no acepto un no por respuesta, lo he estado pensando y creo que es lo mejor, rentare un departamento y así podré estar al pendiente de ti aunque tenga que ir a trabajar.
—No necesito que estés al pendiente de mi, puedo cuidarme sólo.
—No me importa, quiero que estés conmigo hasta que estés recuperado y puedas volver al trabajo.
—Suspira — Bien ya que.
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Pasados unos días, Zhan sale del hospital y Yibo lo lleva hasta el departamento que ha rentado para que ambos puedan vivir juntos en secreto.
—Bien ya llegamos que te parece.
Es un departamento algo pequeño y acogedor, los sillones son de un color jade, la alacena de la cocina es de un color beige y el piso y las paredes de color blanco.
—¿Te gusta?.
—Es acogedor, aunque creí que escogerias un lugar más grande, ya que siempre haces eso.
—¿Porqué lo dices?.
—Porque eres un exagerado algunas veces. –Rie– Como por ejemplo aquella vez que rentaste una suite enorme en un hotel en Tailandia ¿Te acuerdas? O cuando fuimos a ese cuarto de hotel en Pekín que era grande y lujoso, con un jacuzzi y un candelabro en el techo de la habitación.
—Si lo recuerdo, así como también recuerdo que lo disfrutaste mucho cuando te lo hice varias veces dentro del jacuzzi, estabas muy excitado.
—Solo fueron dos veces y además tu te aprovechaste de mi por haber bebido media botella de vino, vino que tu me insististe en tomar porque ya tenías tu plan completamente armado.
—Pero lo disfrutaste.
—Claro que no, al día siguiente me dolía mucho la espalda y la cadera por tu culpa, además fuiste demasiado brusco y torpe. –Hace un puchero–
—¿Qué? Eso no es cierto.
—Claro que si, siempre lo metes en seco y sin avisar, además te vienes rápido algunas veces.
—Claro que no, además que hay de ti, siempre lo haces lento, hasta pareces un viejo reumático.
—¿Disculpa? Pero este viejo reumático te ha dado las cogidas de tu vida, no por nada te la pasas gritando y gimiendo toda la noche cada vez que te lo hago.
—Eso no es cierto.
—¿Ah no? Y entonces porque gimes y a veces gritas cuando llegas al orgasmo, abres mucho las piernas, buscas siempre un modo de exitarme para que te lo haga y dices cosas como: (habla fingiendo estar excitado) Ah... Zhan asi... Mmm más rápido, mételo más mi amor, así...asi... cogeme más duro... más dame más mi amor... Ah del otro lado también Zhan... Ah Zhan ge es están bueno...
—Yibo se sonroja – ¡Ya cállate Zhan! .
—¿Lo vez? No puedes ocultarlo, es más te apuesto a que si ahorita mismo me acerco y comienzo a tocarte en cinco minutos ya estarás muy excitado.
—No lo haré, no soy tan fácil.
—¿Encerio crees eso? ¿Qué crees que pasaría si todo el mundo se enterara que detrás de esa fachada fría de expresión tuya, se esconde un chico receptivo, que se calienta mas rápido que una sopa instantánea y que le gusta que le den duro contra el muro?.
—AY... ¡YA CÁLLATE!. –le avienta un cojín y comienza a seguirlo para golpearlo–
—Jajajaja lo ves, no puedes ocultarlo. –Se detiene y sujeta a Yibo de los hombros. —No seas tan agresivo,mejor dame amor ¿Si?.
–Yibo lo empuja intentando apartarlo pero Zhan vuelve a sujetarlo y lo empuja contra la pared– Deja ya de resistirte, ambos sabemos que te encanta cuando te lo hago.
—No suéltame.
–Zhan lo besa en el cuello y después en la boca, Yibo gime y no puede resistirse comenzando a besarlo con más intensidad. –
—Ngn... amor... espera, espera.
—¿Qué?.
—Aun no hemos comido. Comamos algo primero, veamos la tv un rato y después durante la noche seguimos con lo que íbamos a empezar ¿si?.
—Olvidalo, de seguro me pondrás algún pretexto después para no hacerlo.
—No haré eso, de verdad confía en mí.
—¿Me prometes que de verdad haremos el amor al rato en la noche?.
—Te lo prometo, es más, lo haremos las veces que tu quieras al fin y al cabo mañana entras tarde a trabajar ¿cierto?.
(Yibo asiente y Zhan le da un pequeño beso)
–Entonces pidamos algo de comer.
—Hay comida en el refrigerador.
—Entonces voy a calentar la comida.
—Espera.
—¿Qué pasa?.
—Yo lo haré, tu sientate.
Luego de unos minutos cuando la comida está listo, Yibo la sirve y Zhan la mira con malos ojos.
—¿Qué pasa?.
—Yibo... ¿Qué es lo que me serviste?.
—Tu comida, es pollo con caldo y verduras. ¿No te gusta?.
—Didi... No me malentiendas pero... esto parece vómito de gato. El pollo está algo rosado de en medio, las verduras están pasadas de cocidas haciendo que luzca un poco raro y además... (Toma una cucharada de la sopa, la acerca a su nariz y hace un gesto de desagrado.) Tiene mucho olor a ajo y vinagre. ¿Donde compraste esto?.
—No lo compré, yo lo hice. (Su expresión es sería al parecer no le gusto nada lo que le dijo.)
—¿Ah? Ahora entiendo porque el ajo y el vinagre. Yibo no me malentiendas, pero ¿cuantas veces te he dicho que hay que moderar lo condimentos en la comida porque si no queda y sabe mal?.
—No lo se, una ¿talvez?.
—Claro que no, han sido varias veces. Sabes que mejor voy a buscar algo más en la alacena, talvez si cocinó el pollo con salsa de soja y un poco de picante no sepa tan desabrido. –Busca en la alacena y el refrigerador pero no hay nada.– Bueno creo que voy a tener que ir a comprar los ingredientes.
—Si vas a comprar los ingredientes y cocinas, la comida estará lista el año que entra.
—No seas así, además no he cocinado desde hace algunos meses y ya lo extraño.
—¿A quien extrañas?.
—Me refiero a que extraño cocinar Didi.
—Mmm.
—Mejor hay que pedir algo de comer. Ya se y si mejor vamos a un restaurante.
—Tus ideas siempre son las mejores Zhan –Habla en tono sarcástico– No, por supuesto que no, tu no tienes permitido salir. Pediré algo de pizza, ensalada y un postre.
—Me pedirías una rebanada de pastel de chocolate.
—No, olvidalo, tu no tienes permitido comer dulces ni tampoco golosinas hasta que te recuperes, por eso voy a pedirte la ensalada.
—¿QUE? ¡No es justo! ¿Qué intentas, ponerme a dieta acaso?. A este paso me vas a terminar matando de hambre y tristeza.
—Deja ya de quejarte, te comerás la ensalada y yo la pizza y el postre.
—Entonces olvídate que tendre sexo contigo hoy, es más hoy duermes en el sofá. –Se retira enojado a la habitación y cierra la puerta con seguro.–

Te Prometo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora