The Big Four Vol.1-3

1. EL FINAL DEL VERANO

Su vista estaba perdida en el mundo exterior de su ventana, el entorno se pintaba poco a poco de un color naranja, su cabello normalmente castaño con un ligero toque rojizo se atizaba mas del segundo tono, el chico de nombre Hiccup Haddock esta tan ausente en su propia voz interna que no escucho los primeros golpes que resonaron en la puerta de su habitación pulcramente ordena y limpia algo poco usual en los adolescentes de 12 años de hoy en día, no fue hasta que la voz de su madre lo saco de ese trance.

-Hiccup, es hora de merendar, tu padre me ha comunicado que no podrá acompañarnos hasta la cena- dijo su madre, una mujer de apariencia relajada y afectuosa y sin duda uno de los pilares más importantes en la vida del chico

-Esta bien ya bajo en un momento- respondió con una sonrisa sincera y a la vez que el efecto de la luz le remarcaba las pecas en su rostro que al paso de los años habían logrado perder un poco de color a como cuando era un niño.

-Oh, por cierto ya todo esta preparado para ir a comprar tus nuevos libros para tu nuevo año escolar en hogwarts-

-Entiendo, estaré en ese caso listo para el amanecer-

Sin mas que decir su madre se retiro dejando a su único hijo en su habitación, el chico de ojos de esmeralda miro por ultima vez el paisaje que se reflejaba en su ventana, la familia Haddock poseía una hermosa casa al estilo imperial de dos pisos con sus paredes de adoquín color crema y grandes ventanas que permitía que la casa funcionara con luz natural prácticamente todo el tiempo, su casa en las afueras de la metrópolis de la ciudad inglesa de Manchester tenia un casi nada envidiable terreno de dos hectáreas, la casa se ubicaba en el centro de ese gran terreno, mientras una gran alfombra de pasto verde la rodeaba de limitada por grandes paredes de ladrillo rojo intenso y sobre el lado norte se encontraba la entra principal a la propiedad, empezando por un portón de de 3 metros de hierro manufacturado con detalles que imitaban a hermosos tulipanes recién floreciendo, seguidamente había un sendero de piedra caliza con la suficiente anchura para que dos autos pudieran circular mientras eran custodiados por grandes pinos de cedro rojo en ambos extremos hasta la rotonda con fuente que marcaba el fin del camino y la llegada a la residencia de la familia, en el lado sur de la casa se encontraba el patio-jardín de la madre del joven, había hermosos segmentos de arbustos podados para darles distintos tipos de patrones que emulaban figuras de la naturaleza, además de encontrarse en el centro una gran jardinera rectangular de unos 100 metros de largo donde se encontraban plantadas distintas flores que su madre adoraba, en los flancos este y oeste de la residencia se encontraban diferentes plantíos, un pequeño viñedo de uvas propiedad de Hiccup, un pequeño bosque de manzanos verdes de su madre y finalmente un pequeño bosque también pero roble y olmo los favoritos de su padre.

Tras colocarse su calzado deportivo Hiccup abandono su habitación, se encamino hacia las escaleras en forma de "Y" que conducen hacia la puerta principal de la residencia y que justo en el descanso de estas se encontraba el escudo de armas de la familia bordado en un gran banderín de terciopelo rojo con detalles dorados, a los laterales de la escalera se encontraban dos puertas de gruesa madera, el lado derecho conducía hacia la sala de estar y el lado izquierdo conducía hacia el comedor, justo por el cual el chico entro, en el interior de la habitación una gran mesa color café chocolate se extendía junto con 12 sillas a juego de tela gris claro mientras tres maravillosos candelabros con pedrería de cristal hacia que brillaran en tonos de arco iris se colgaban sobre el largo de la mesa, Hiccup a un lado de la esquina de la mesa justo donde su madre se sentaría.

-Los bisquets acaban de salir del horno así que ten cuidado de no quemarte- comento la mujer que salio de la puerta que conectaba con la cocina mientras cargaba una cesta de pan que todavía desprendía un poco de vapor.

Se sentó junto a Hiccup y dejo la cesta de pan a un distancia lo suficientemente justa para que ambos pudieran tomar la pieza de pan que mas les apeteciera, el joven tomo dos piezas de pan y con el cuchillo para mantequilla que se encontraba a lado de su plato comenzó a partir la pieza de pan en dos partes para después proceder a untarle un poco de mermelada y dar el primer mordisco.